El origen de uno de los barrios más populares de Alicante, el de Benalúa, se remonta a 1883, cuando la sociedad «Los diez amigos» adquirió 150.000 m2 de terreno y proyecto la construcción de 208 viviendas. Actualmente viven allí unas 10.000 personas, un 15% son menores de 20 años y un 30% mayores de 65. Ernest Gil Gimeno pertenece a la Asociación de Vecinos «El Templete» de Benalúa desde 2012, y es su presidente desde hace tres años.

¿Cómo surge la asociación y cuántos asociados tienen actualmente?

El Templete como asociación de vecinos está legalmente constituido desde el 5 de julio de 1988, aunque el germen se remonta a 1976. En enero de 1977 se publica una revista a ciclostil titulada «Vecino Libre», órgano de la A.VV. «Benaljoba» (Benalúa, José Antonio, Babel). En estos momentos tenemos unos 70 socios al corriente de pago. Las restricciones a la movilidad que nos ha impuesto la pandemia han hecho que desde el 14 de marzo de 2020 no hayamos podido celebrar asambleas ni reuniones. Los contactos han sido telemáticos y algunos socios se han extraviado.

¿Cómo se organizan?

Salvo paréntesis pandémico, venimos reuniéndonos todos los miércoles de 18,00 a 20,00 horas para planificar el trabajo y atender sugerencias y consultas. Tenemos también cuenta de Facebook y Twitter.

¿Cómo valora el trabajo que se viene desarrollando desde la asociación y el papel que desempeñan este tipo de entidades vecinales en la sociedad?

Las AA.VV. son entidades que actúan un poco como el Pepito Grillo de las administraciones. Lamentablemente parece ser que, a ciertas alturas, oídos que deberían estar muy atentos a las necesidades vecinales se ven atacados por una sordera selectiva, y a fuerza de gritar acabamos afónicos.

¿Tienen futuro este tipo de organizaciones?

Las AA.VV. pasarán por altibajos, pero mientras no se llegue a la sociedad perfecta seguirán siendo necesarias. Participar para mejorar la sociedad es un derecho y un deber.

¿Qué actividades realizan?

De todo tipo, organizativas, culturales, lúdicas y saludables, además de las reivindicativas. Entre las más destacadas recientemente la exposición-homenaje a Remigio Soler, pintor, escultor, foguerer, benaluense ilustre y ejerciente. Impulsada por El Templete, en 2016, alcanzó en la Lonja del Pescado más de 5.000 visitantes.

¿Qué tiene Benalúa que hace del barrio un buen lugar para vivir?

Especialmente su situación cara al mar, sus calles anchas y arboladas, un ensanche que se pudo hacer aquí y no en otras zonas porque no era rentable, y la proximidad al centro.

¿Qué relación mantienen con otros colectivos del barrio?

Mantenemos buenas relaciones y vamos estrechando lazos con la asociación de comerciantes, la foguera, El Tumbao, Alicante Vivo, el Teatro Arniches...

¿Y con el Ayuntamiento de Alicante?

El Ayuntamiento parece que tiene la mirada perdida en grandes proyectos y olvida lo inmediato, lo cotidiano; pareciera que ni siquiera recuerda que Benalúa existe.

Su principal reivindicación desde hace 20 años es un centro social comunitario.

Ponemos el foco en el Centro Social Comunitario. Es un elemento vertebrador de la vida social que reclamamos desde hace más de 20 años. Sabemos qué es la constancia. Hay 19 centros sociales en la ciudad, ¿por qué aquí no? El envejecimiento de la población es un hecho y la ausencia de un centro comunitario bloquea la vida social. Otra urgencia es un centro de día, cada vez más necesario. ¿Cómo es que la administración no lo ve?

Otra de sus principales reivindicaciones pasa por la retirada del tráfico de algunas calles y promover el tránsito peatonal, así como la renovación de las avenidas perimetrales del barrio, en alusión a Aguilera y Catedrático Soler.

Esta es una iniciativa de la Asociación de Comerciantes que apoyamos. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 son metas a alcanzar, entre otras cosas, por justicia redistributiva y para hacer frente a la emergencia climática. El tiempo apremia. Peatonalizar las calles, como banco de pruebas, puede hacer avanzar hacia el modelo de «ciudad de los 15 minutos», una ciudad de proximidad de todos los servicios esenciales, con espacios de socialidad amables y vivibles. Se está experimentando en varias ciudades, en París... y [con ironía] pronto en Benalúa. Recuperar las calles para las personas y no para los vehículos o simplemente para las terrazas. Que los niños de seis años puedan ir andando solos al colegio por las relaciones de vecindad.

Mucho por hacer: falta de instalaciones deportivas, decenas de alcorques vacíos, la relación puerto-ciudad, el Parque Central, el antiguo asilo...

Se ha hablado de que el Ayuntamiento trabaja en una iniciativa similar a la que ha tenido mucho éxito en Plaza de América, con las viviendas intergeneracionales.

Las viviendas intergeneracionales son muy necesarias. Las anuncian por enésima vez. ¿Cuándo será la próxima?

La adquisición de las harineras y el desarrollo de Benalúa Sur, ¿qué va a representar para el barrio?

Aplaudimos que se recuperen las harineras... Alicante ha perdido tantos elementos patrimoniales... Por ahora se queda, pero ¿qué será de ellas?