Desde los años 70 del pasado siglo se han popularizado expresiones y siglas como Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), Plan Parcial (PP), Plan de Reforma Interior (PRI) o Plan de Actuación Urbanística (PAU). En muchos casos los nuevos barrios han mantenido los topónimos originales (El Palmeral), en otros una urbanización ha acabado por hacer olvidar la denominación del Plan Parcial (Parque de las Avenidas-Nou Garbinet). Pero recientemente el acrónimo PAU ha calado en la ciudadanía por obra y gracia de nuestro Ayuntamiento y a todos nos suenan el PAU 1, el PAU 2, el PAU 5…

A raíz de todo esto, el pasado 6 de julio la junta de Gobierno municipal aprobó una solicitud de 2011 de la Asociación Vecinal del PAU 1 y dio el nombre de Juan Pablo II al mencionado barrio. De esta forma la barriada llevará el mismo nombre que su gran plaza ovalada.

Mayoritariamente los nombres de los barrios alicantinos han sido dados de forma tácita y sin acuerdo municipal previo. En algunos casos por una ermita dedicada a un santo (San Blas), una finca (La Florida), por denominación popular (Las Carolinas), por decisión del promotor o un familiar suyo (Francisco Albert) o en muchos otros casos por un topónimo histórico (El Pla del Bon Repòs). Dejando de lado los cambios de la Guerra Civil, en la Dictadura algunos barrios y grupos de viviendas recibieron nombres vinculados con el franquismo como la desaparecida barriada de Francisco Franco (popularmente, las Mil Viviendas), José Antonio, La Paz (por los XXV Años de Paz) o Felipe Bergé (falangista alicantino). De estos cuatro únicamente los dos últimos mantienen vigente su denominación, la cual es utilizada también por las hogueras de sus distritos (Virgen del Remedio-La Paz y Los Ángeles-Felipe Bergé respectivamente).

Volviendo al tema que nos ocupa, en julio de 2017, con el gobierno tripartito de izquierdas, los vecinos del PAU 2 pudieron votar el nombre de su barrio. Realmente lo que se votaba era refrendar o no el acuerdo de la Asociación de Vecinos del PAU 2 que había aprobado darle el nombre de La Paz-La Pau a su barrio. La proposición fue tumbada por 221 votos en contra y 121 a favor. Eso sí, votó menos del 9% de los censados. ¿Debería ser vinculante?

Al contrario que en el perfil de Instagram del PAU 2 (@avv_pau2), la web oficiosa del barrio (pau2alicante.es), actualizada por última vez en enero de 2020 (columna de twitter), ostenta el logotipo de «Asociación de Vecinos PAU2-La Paz». Denominación que se aparece también en el correo electrónico (avpau2lapaz@gmail.com). Igual vendieron la piel del oso antes de cazarlo.

Poco después, a petición de la Hoguera Sant Blai-La Torreta radicada en el PAU 2, el Pleno del Ayuntamiento aprobó el 28 de septiembre de 2018 una declaración institucional a favor del topónimo La Torreta. Lo que viene siendo un «gracias por participar, os lleváis este fuerte aplauso del pleno». Y nunca más se supo.

Llegados a este punto, creo que a nadie se le escapa el juego de palabras que se traen entre manos los vecinos de ambos barrios con el acrónimo PAU y los topónimos valencianos de La Pau y Joan Pau II. Algo reconocido por ellos mismos. ¿Realmente el nombre de un barrio es algo para tomarse a guasa? Se echa en falta no sólo un estudio más serio relativo a la toponimia de la zona sino también tener una amplitud de miras que vaya más allá de la plaza mayor del barrio.

Algunos pensarán ¿dónde está la toponimia tradicional? ¿Qué fue de la propuesta del Ayuntamiento relativa a elaborar un mapa toponímico de Alicante? La Torreta, El Tartanell, l’Hort d’Arqués y otros tantos nombres servirían para los PAU. No tienen por qué coincidir exactamente en la actualidad con las nueva barriadas. La delimitación toponímica de barrios y partidas ha ido cambiando con el paso de los años. Además los topónimos mueren, cambian e incluso renacen.

El 24 de mayo de 2021 Emili Casanova Herrero en nombre de la Secció d’Onomàstica de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, en una carta dirigida al alcalde Luis Barcala que no ha trascendido a la opinión pública, mostró su preocupación por la aprobación del nombre de Juan Pablo II- Joan Pau II para el PAU 1 solicitando que se mantuviese el topónimo El Tartanell derivado de la finca l’Hort El Tartanell, que en 1724 perteneció a la familia Corsianini. Nombre que también aparecía en algunos documentos, haciéndose extensivo a toda la partida de San Blas. Se solicitó que se salvase de la desaparición este histórico topónimo de cuyo origen aportan diversas hipótesis, todas ellas documentadas.

Si seguimos tomándonos a cachondeo el nombre de nuestros nuevos barrios llegará un día en que el PAU5, situado en la zona de La Passió, solicite llamarse Barrio de Pau Gasol. O quizás de Paulina Rubio, que en Alicante no tenemos ningún barrio con nombre de mujer. Con permiso de vírgenes y santas, claro.