Cuando este artículo vea la luz, nos encontraremos en la víspera de la celebración del día de San Nicolás de Bari, patrón de nuestra ciudad. Pero hagamos un poco de historia. El 6 de diciembre de 1244, fiesta de San Nicolás, los musulmanes entregaron la ciudad de Alicante a Alfonso X el Sabio, entonces príncipe, quien mandó edificar una iglesia en honor del Santo y puso la ciudad bajo su protección. Así, desde hace 777 años, los alicantinos le han venerado como patrón y seña de identidad de su dilatada historia.

San Nicolás de Bari, patrón de la ciudad de Alicante

Pero, ¿quién fue realmente San Nicolás? Nació en el año 270. Fue obispo de Myra, capital de Licia, en Turquía, nación esta que en dicho año era una provincia del Asia Menor denominada Parara de Licia o simplemente Patara. Es conocido como San Nicolás de Bari ya que es a esta ciudad italiana donde fueron llevadas sus reliquias en 1087, datándose su muerte entre los años 345 y 352. Su vida corrió peligro en tiempos del emperador Diocleciano llegando a ser encarcelado, siendo liberado por otro emperador, Constantino.

Su culto se extendió por todo Occidente y la prueba de ello es que no es solo Patrón de Alicante ya que también lo es, entre otros, de países como Rusia, Grecia o Turquía, así como de diversas ciudades europeas e igualmente de marineros, viajeros, niños o pescadores, por poner solo algunos ejemplos. Su nombre es importante también fuera del mundo cristiano porque su figura ha dado origen al personaje de Santa Claus, del alemán Sankt Niklaus, conocido también como Papá Noel. Fue un luchador incansable contra la herejía arriana que ponía en duda la divinidad de Cristo.

Sobre 1267 se erigió en Alicante un templo consagrado a San Nicolás. Se trataba de una sencilla iglesia de estilo gótico mediterráneo carente entonces de su actual e inconfundible cúpula de 45 metros de altura. En el siglo XVII la entonces parroquia tenía unas dimensiones bastante reducidas para las necesidades de la ciudad por lo que, en 1616, se procedió a su reforma y ampliación de la mano del discípulo de Juan de Herrera, Agustín Bernardino quien estuvo al frente de las obras hasta 1626 sucediéndole su ayudante Martín Unzueta (hasta 1630), Miguel Real (1631-1658) y Pedro Guillén (1659-1661).

El resultado de esta reforma, que se prolongó hasta prácticamente la mitad del siglo XVIII, fue la iglesia que conocemos en la actualidad. La obra para la construcción del retablo barroco, que tuvo una duración aproximada de un año, dedicado al Santo se contrató en 1675 en la persona del escultor José Villanueva y en él destacan las entonces novedosas columnas salomónicas. En la parte baja se sitúa el busto-relicario de la alicantina Santa Felicitas, del siglo XV. Junto a este retablo se encuentran las tallas de los copatronos San Roque y San Francisco Javier. La iglesia Colegiata de San Nicolás, erigida así por el Papa Clemente VIII en 1596, fue convertida en Concatedral el 9 de marzo de 1959 por bula del Papa Juan XXIII, por lo que la diócesis pasó a denominarse de Orihuela-Alicante.

Las celebraciones en su honor comienzan en el siglo XII con la bendición y presentación de los niños tras la eucaristía, que actualmente se celebra el 5 de diciembre, pues San Nicolás es especial protector de los mismos. Las fiestas en sí comienzan el 27 de noviembre con el Novenario y la Santa Misa y se prolongan hasta el día grande, el 6 de diciembre.

Ese día, durante la mañana, se celebra a las 10:30 horas y presidida por el obispo de la citada diócesis de Orihuela-Alicante, una eucaristía en la Santa Iglesia Concatedral tras la cual tiene lugar la tradicional procesión que tiene como itinerario oficial la Plaza del Abad Penalva, Labradores, San Isidro, Rambla de Méndez Núñez, Rafael Altamira y Plaza del Ayuntamiento, regresando por la Plaza de Santísima Faz, Mayor, Muñoz, Plaza del Abad Penalva y vuelta a la Concatedral.

En dicha procesión participa un San Nicolás viviente montando a su caballo y cerrando la misma, como es tradicional, un vehículo de la organización repartiendo juguetes a los niños. Cuando la comitiva llega al Ayuntamiento se realiza por parte del Consistorio Municipal el tradicional voto de la ciudad a su Patrón recordando así el hecho histórico ya citado de la entrega de la misma al entonces príncipe Alfonso. A partir del año 2000 y durante algún tiempo se celebró un desfile de Moros y Cristianos que discurría por Alfonso el Sabio, Constitución, Duque de Zaragoza, Rambla de Méndez Núñez, Rafael Altamira y Plaza del Ayuntamiento.

En todos estos actos participan además de las autoridades civiles, militares y eclesiales, todas las entidades festeras de la ciudad. Este año 2021, concretamente el día 2 de diciembre, y teniendo siempre en cuenta a los niños y niñas de nuestra ciudad, el Ayuntamiento inauguró la Casa de San Nicolás que está ubicada en la céntrica Plaza de Séneca.