El agua no es un recurso inagotable. Prácticamente todos los ciudadanos hemos interiorizado un mensaje de ahorro y eficiencia en su consumo que se nos ha ido inculcando desde que tenemos consciencia. «Cierra el grifo mientras te lavas los dientes», «utiliza la ducha en lugar de la bañera», «no pongas en marcha el lavavajillas hasta que no esté lleno»... Son consejos que se han ido repitiendo durante décadas a través de distintas campañas municipales, promovidas -en nuestro caso- por Aguas de Alicante, y encaminadas a concienciar a los distintos colectivos sociales de un consumo de agua responsable.

En los bloques de viviendas se consume menos agua que en zonas de chalets y adosados. | INFORMACIÓN

En Alicante hacemos los deberes y podemos presumir de ser un referente a nivel nacional en cuanto a eficiencia en el uso del agua se refiere. Y es que, el consumo de agua potable per cápita en la terreta ha descendido un 40% en los últimos 20 años, al pasar de los 200 litros por habitante y día que se utilizaban en el año 2000, a los 120 litros actuales- cifra que contrasta con los 142 litros de media en España (lo que supone 22 litros diarios menos). Pero, ¿a qué se debe este descenso continuado en el consumo? Varios son los factores fundamentales que lo explican.

El uso de agua en urbanizaciones es bastante óptimo. | PILAR CORTÉS

Cada vez más eficientes

Como indican desde Aguas de Alicante, una de las causas que ha contribuido a reducir significativamente el volumen de agua consumida es la implantación de dispositivos de ahorro en las viviendas -tales como aireadores en los sistemas de grifería o cisternas WC con doble descarga- y la instalación de electrodomésticos más eficientes. Y es que se estima que las lavadoras y lavavajillas de consumo eficiente suponen ahorros de agua de entre el 40 y 60% respecto a los modelos convencionales.

El puerto tiene la media de consumo más alta de Alicante. | PILAR CORTÉS

Además, un aspecto demográfico a tener en cuenta es el envejecimiento de la población. En todas las ciudades ha aumentado significativamente la proporción de personas mayores, siendo estas más conservadoras en el consumo de agua. Se estima que una persona en el segmento de más de 65 años, consume de promedio un 25% menos que un adulto joven, lo que sería otra de las causas de la bajada de litros por habitante y día en Alicante. Por otro lado, la disminución del tamaño medio de las unidades familiares -que, según el INE, desde la década de los 80 se ha reducido de 3,4 miembros a 2,5 en la actualidad- provoca, consecuentemente, una reducción de los consumos.

La concienciación ambiental y la cultura del ahorro es otro de los factores que explican este descenso en el consumo diario. La población cada vez está más sensibilizada con los temas ambientales y esto se ha traducido en la sustitución de una serie de hábitos de higiene personal o doméstica, en la reparación de fugas, en evitar el goteo de grifos y cisternas... Y precisamente, como se adelantaba antes, las campañas de ahorro y consumo responsable de agua de Aguas de Alicante han jugado un papel fundamental en la creación y arraigo de esta mayor conciencia, especialmente las que tienen como destinatarios a niños y niñas. «Hace muchos años que estamos trabajando a nivel escolar y realizando periódicamente formaciones, charlas con grupos de interés… Los niños son prescriptores, pensamos que focalizar la cultura del ahorro desde la infancia es fundamental, porque al final va calando y se refleja en la etapa adulta», señala Cristina Alonso, directora de Clientes de Aguas de Alicante.

En este sentido, César Vázquez, responsable de gestión de Ingresos y Telelectura de la empresa comenta que «al encontrarnos en una zona con pocas lluvias y escasez histórica de este recurso, se ha conseguido que la población no malgaste el agua porque entiende que es un bien finito, estamos más concienciados en este aspecto».

Las mejoras en la red de abastecimiento, que han determinado que las fugas y averías sean mínimas en la actualidad; el sistema de telelectura, que permite una gestión del agua mucho más eficiente; y la sustitución de agua potable por agua regenerada para uso municipal (riego de parques y jardines, limpieza viaria...), también han sido determinantes para la reducción del consumo y un uso mucho más eficiente de este recurso.

Radiografía por barrios

Si hablamos del consumo de agua en la ciudad de Alicante, no podemos pasar por alto que este presenta un patrón heterogéneo en función de los diferentes distritos o barrios, situándose en 101,1 m el consumo medio anual de la ciudad en 2021.

Sobre este dato, podemos analizar los barrios donde más y menos consumo medio de agua hay, siendo el Raval Roig (47,7 m³), el Pla del Bon Repós (53,5 m³) y Sidi Ifni – Nou Alacant (56,9 m³) los distritos que menos agua potable consumen. El centro tradicional también destaca por tener unos consumos anuales por debajo de la media (68 m³), junto al Mercado (62,7 m³) y Ensanche Diputación (77,9 m³).

Esto se debe, principalmente, a que en los edificios se consume menos agua que en zonas de adosados o chalets, que suelen contar con piscinas, patios, espacios verdes que regar... «Cuando hablamos de consumos domésticos en Alicante, hoy debemos diferenciar claramente entre las zonas residenciales o de urbanizaciones y los bloques de viviendas, que presentan notables diferencias según su tipología urbana», señala César Vázquez. Esto explica que los barrios donde la media de consumo de agua es más alta sean Ciudad Jardín (301 m³), Vistahermosa (245,2 m³) y Rabasa (233,5 m³), sin contar las partidas rurales.

Además, en los barrios más históricos de Alicante vive un porcentaje más elevado de personas mayores que, como hemos visto antes, tienen un consumo más moderado de agua. Y por último, los distritos del centro de la ciudad están perdiendo vecindario tradicional en beneficio de barrios nuevos como Playa de San Juan o los PAUS1 y 2 de San Blas.

Precisamente, un caso curioso en el consumo de agua se da en estas nuevas zonas: se trata de los barrios donde más metros cúbicos se gastan anualmente (por el gran número de contadores que concentra) pero, sin embargo, la media de consumo anual no es muy elevada. Así, en Playa de San Juan , la media es de 136 ,6 m³ , en Cabo de Huertas de 130,9 m³  y en la Albufereta, de tan solo 97,7m³  Por su parte, el Polígono de San Blas con 1.392.244 m³  consumidos en 2021, repartidos en 10.924 contadores, cuenta con una media de consumo de solo 127,4 m³ .

«Esto ocurre porque el consumo de agua en urbanizaciones es un consumo bastante eficiente. La piscinas y zonas comunes las disfrutan centenares de personas y, por tanto, se realiza un uso más óptimo del agua al compartir los recursos», explica Cristina Alonso desde Aguas de Alicante. «Además, se trata de viviendas de nueva construcción, por lo que son más eficientes y cuentan con mejores instalaciones de base».

Los consumos más altos

Convencionalmente, los usos urbanos del agua se suelen dividir entre domésticos, que tienen lugar en el ámbito de los hogares , y no domésticos, que engloba los ámbitos industrial, comercial y público, y que suelen suponer el mayor porcentaje de consumo de las ciudades.

En Alicante, sin duda, lo que dispara una media de consumo bastante moderada, son las partidas rurales y las zonas industriales, entre las que destaca el Puerto como máximo consumidor de toda la ciudad con una media anual de 3987,7 m³  en 2021, ya que requiere muchos litros entre muy pocas empresas/contadores. «En el resto de barrios se mezclan usos industriales con usos domésticos, pero en el Puerto tenemos un uso 100% industrial y de grandes consumidores, por eso se dispara tanto la media»- comenta César Vázquez- que destaca, además, que otros grandes consumidores de agua de la ciudad son el Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana, la Universidad de Alicante y el Centro Penitenciario de Fontcalent,- partida rural que, por cierto, consume de media 463,1 m de agua al año, justo por encima de otras como El Bacarot (429,1 m³) y La Cañada (324,1 m³). «Los usos de terrenos en zonas de campo para pequeños cultivos y plantaciones para el autoconsumo, sumado al llenado de piscinas particulares, hace que los consumos sean especialmente elevados en estas zonas», señalan desde la empresa suministradora.

Por último, cabe destacar que, aunque nuestra ciudad no es una urbe especialmente industrial, -como se refleja en el consumo medio anual de los polígonos Las Atalayas (310,9 m³) y Pla de la Vallonga (343, 8 m³) - sí que hay ciertas industrias que tienen consumos más altos debido a que utilizan el agua como materia prima en su actividad: es el caso de una famosa empresa de almendras alicantina, otra de envasado de aceitunas, y una dedicada a la producción de cementos, entre otras. «Al final, estos consumos de agua dependen mucho de la tipología de industria que se implante en la ciudad», concluye el responsable de gestión de ingresos y telelectura de Aguas de Alicante.

La lectura en remoto aporta al usuario información precisa de su consumo.

El doble de contadores inteligentes que en todo París

El proyecto de telelectura de Alicante es puntero a nivel europeo, con 180.000 dispositivos ya instalados

Avanzar por el camino de las denominadas «Smart Cities» (ciudades inteligentes) cuenta con múltiples retos, entre ellos, la gestión del ciclo integral de un recurso escaso y valioso como es el agua. La red de contadores por parte de las empresas gestoras juega en este recorrido un papel clave, y Aguas de Alicante apoya desde hace más de 20 años la transformación digital de las ciudades en las que opera, bajo la filosofía de que «una ciudad conectada es una ciudad mejor gestionada», entre otros ámbitos, mediante la gestión integral de la información de la red de telelectura. Así, hoy en día, en poblaciones como la ciudad de Alicante un 82% de los usuarios disfrutan ya de los beneficios de la lectura en remoto de su contador de agua. «El objetivo es llegar al 100% al finalizar el año 2023», señala el responsable de gestión de Ingresos y Telelectura de Aguas de Alicante, César Vázquez. «El proyecto de telelectura en Alicante es puntero a nivel europeo. Solo en la ciudad tenemos instalados casi 180.000 contadores con este sistema, mientras que el proyecto de telelectura para todo el área metropolitana de París contempla la instalación de 90.000 contadores, lo que significa que nosotros tenemos ya instalados el doble de los que se van a instalar en la capital francesa». Pero, ¿qué beneficios presenta este sistema inteligente? En relación con la ciudadanía, la lectura en remoto aporta al usuario información precisa de su consumo, con posibilidad de activar alarmas personalizadas que alerten de fugas, averías o consumos no controlados (por posibles ocupaciones no autorizadas de la vivienda); además, potencia la privacidad del hogar, eliminando la obligatoriedad de aportar las lecturas y suprimiendo las estimaciones. Junto a ello, el usuario tiene la posibilidad de elección de la periodicidad de su facturación, lo que le permite acompasar la factura de agua con los ingresos personales (mensuales, mayoritariamente) y facilita el pago a los colectivos económicamente más desfavorecidos con importes menores. «En Alicante siempre se ha cuidado mucho la calidad de los contadores, y tanto es así, que el año pasado se aprobó a nivel nacional una Orden Ministerial que obliga a las empresas suministradoras de agua a cambiar los contadores antes de que cumplan 12 años. Siendo una orden muy reciente y novedosa, en Alicante ya lo estábamos cumpliendo desde hace años sin ser una obligación legal», afirma César Vázquez. «Además, aprovechando este cambio por edad, ya instalábamos directamente en los hogares contadores con telelectura. Esto nos ha llevado a un despliegue homogéneo por toda la ciudad y a ser referentes en este sistema», concluye.