Hoy vamos a pasear una ruta circular, es decir, se comienza y termina aproximadamente en el mismo sitio. También es una ruta pensada para personas con movilidad reducida o cualquier discapacidad, para que les permita disfrutar de un paseo de una de las zonas más emblemáticas de nuestra ciudad. Comenzaremos la visita desde la Plaza de San Cristóbal, considerada una de las más antiguas de Alicante. Durante muchos años esta plaza se la conocía como la Plaza de las Huertas, pero tras la edificación de una nueva muralla a principios del siglo XIX y desaparecer la puerta que daba acceso por este lado del baluarte, la plaza pasó a llamarse de San Cristóbal. Desde esta plaza y sobre la muralla podemos observar la Ermita de la Santa Cruz.

Continuaremos el paseo por la Calle de Argensola donde llegaremos a la Plaza del Carmen. Es una de las plazas más emblemática de Alicante que data del siglo XVI cuando la ciudad nueva comenzó a crecer. Está enclavada en el mismo centro del Barrio de Santa Cruz y da acceso a las ermitas de San Roque y Santa Cruz. En esta plaza histórica se encontraba un convento de las Carmelitas Descalzas que con la desamortización de Mendizábal en 1873, pasó a ser en primer lugar un cuartel militar l y luego una escuela. Durante la Guerra Civil Española, su lamentable aspecto unido a los sucesos del 11 de mayo de 1931 cuando fue saqueada e incendiada, obligó a su demolición. A mediados de los años 60 se trató de recuperar al menos la iglesia, pero no prospero. Además de la iglesia se perdieron otros edificios de interés para la ciudad como fue la oficina de Correos y Telégrafos o la primera Sociedad Ciclista de Alicante. En su interior acoge un refugio antiaéreo construido en 1938 y con capacidad para 2.500 personas. Rodeamos la Plaza del Carmen para subir por la Calle Toledo y seguir nuestro paseo hasta el siguiente destino por esta hermosa vía. Llegamos a la Plaza del Puente, donde se encuentra ubicado el Museo del Agua, además de tener una magnifica imagen del Castillo de Santa Bárbara y ser uno de los accesos al Parque de la Ereta. En este museo se muestra la forma en la que se canalizaba el agua para abastecer a la ciudad, que prácticamente fue la misma desde época medieval hasta el siglo XIX. Junto al museo se encuentran los Pozos de Garrigós, donde se guardaba el agua de la lluvia o la nieve para después venderla en la ciudad. Antes de proseguir con nuestra ruta, haremos una breve pausa para degustar una típica tapa alicantina en Restaurante el Pont. Tras la pausa, continuaremos por la Calle de San Juan hasta llegar a la Calle Villavieja y situarnos frente a la Basílica de Santa María. Fue en origen una mezquita musulmana convertida en iglesia tras la conquista cristiana de la ciudad. Es otro de los edificios que se salvaron de los bombardeos de 1691. La actual iglesia es de estilo gótico, con arcos apuntados en su interior, aunque por fuera el edificio parezca un cuadrado debido a su vinculación con las murallas del frente del mar que la envuelve y de la que forma parte. Si bajamos por las escaleras hacia la calle inferior y nos acercamos a la parte baja de la iglesia se ven incrustadas señales de cañonazos.

San Nicolás. Pilar Cortes

Frente a esta iglesia, se encuentra ubicado el Museo de Arte Contemporáneo (MACA), el edificio civil más antiguo que se conserva en la ciudad. De estilo barroco, fue concebido inicialmente como almacén de cereales, aunque también tuvo funciones docentes, escuela de negocio y actualmente museo. En sus salas podemos encontrar una importante colección de arte del siglo XX formada principalmente por obras donadas por Eusebio Sempere. Cuenta también con obras de Chillida, Picasso, Dalí y Miró, entre otros.

Seguimos por la Calle Villavieja en dirección a la ciudad nueva, pasando por la Puerta Ferrissa, que son los restos de la muralla medieval y renacentista donde se situaba el límite entre ambas ciudades, hasta entrar al principio de la Calle Mayor y situarnos en la Plaza de Santa Faz, a espaldas del Ayuntamiento de Alicante, plaza donde se inicia la tradicional romería de Santa Faz que se celebra el segundo jueves posterior a Jueves Santo. Junto a la plaza podemos visitar la exposición de la Ciudad Descubierta que son las ruinas de diferentes casas que fueron destruidas en el bombardeo de 1691, así como parte de la muralla medieval del siglo XIII. En su interior, se pude andar por la primera calle moderna de Alicante, construida al levantar las nuevas murallas frente al mar en el siglo XVI.

Museo de Arte Contemporáneo. RAFA ARJONES

El primer Ayuntamiento de Alicante se construye tras recibir el título de ciudad en 1490 concedido por Fernando II de Aragón, el Católico. Sin embargo, ese primer edificio fue destruido por el bombardeo de 1691. Hay que tener en cuenta que nos encontramos muy cerca del mar, por lo que esta zona fue una de las más dañadas. El ayuntamiento que hoy podemos visitar es de principios del siglo XVIII. Si entramos y subimos al primer piso, veremos el Salón Azul, que fue decorado como un palacio para recibir a la reina Isabel II, cuando estuvo en la ciudad con motivo de la inauguración del tren Madrid- Alicante. Durante el siglo XIX se estableció la llamada Cota Cero en el primer escalón del consistorio, que sirve como punto de referencia para medir o calcular la altitud en el resto de España en relación con el nivel del mar. Salimos paseando por la calle Mayor hasta llegar a la iglesia más importante de la ciudad, la Concatedral de San Nicolás.

Este edificio comenzó a construirse en el XVII en estilo «herreriano», caracterizado por la sobriedad y la poca decoración. La fachada que observamos es la principal en la actualidad, pero cuando la iglesia se construyó, la fachada principal es la que ahora queda en el lateral, que fue construida en mármol negro y de ahí su nombre como «Puerta Negra». Si pasamos a visitar la Concatedral, las decoraciones interiores son posteriores a su construcción, al igual que la Capilla de la Comunión, de recomendable visita.

Finalmente accedemos por la Calle Labradores siendo una de las más importantes del Casco Antiguo que se desarrolló tras la construcción de San Nicolás. Tras el ataque de 1691, la gente pudiente se trasladó a esta calle, y en ella encontramos tres palacetes del siglo XVIII. Como curiosidad diremos que tienen las puertas y los zaguanes muy grandes debido a que los dueños tenían caballos y carruajes y éstos se guardaban dentro de la casa. Recomendamos una visita al Palacio del Portalet, en calle Labradores 15. En esta hermosa calle terminamos nuestro recorrido con una merecida tapa en el Mesón Los Labradores uno de los restaurantes más emblemáticos y con solera de la ciudad de Alicante.