Nuestro punto de reunión para esta ruta se situará en la Plaza del Ayuntamiento. El primer edificio del ayuntamiento de Alicante se construye tras recibir el título de ciudad en 1490 concedido por Fernando el Católico. Sin embargo, ese primer ayuntamiento fue destruido por el bombardeo francés de 1691. Nos encontramos muy cerca del mar por lo que esta zona fue una de las más dañadas en ese ataque. El ayuntamiento que hoy podemos visitar es de principios del siglo XVIII. Si entramos y subimos al primer piso veremos el Salón Azul, que fue decorado como un palacio para recibir a la reina Isabel II cuando estuvo en la ciudad con motivo de la inauguración del tren que venía de Madrid. Durante el siglo XIX se estableció la llamada Cota Cero en el primer escalón del edificio, que sirve como punto de referencia para medir la altitud en el resto de España en relación con el nivel del mar.

Cruzamos por el arco lateral del ayuntamiento y nos situamos en la Plaza de Santa Faz a espaldas del edificio consistorial, lugar donde se inicia la tradicional romería de Santa Faz . Junto a la plaza podemos visitar la exposición de la Ciudad Descubierta que son las ruinas de diferentes casas que fueron destruidas en el bombardeo de 1691, así como parte de la muralla medieval del siglo XIII. En su interior, se puede andar por la primera calle moderna de Alicante, construida al levantar las nuevas murallas frente al mar en el siglo XVI. Continuamos por la Calle Villavieja en dirección a la Basílica de Santa María pasando por la Puerta Ferrissa que son los restos de la muralla medieval y renacentista donde se situaba el límite entre la ciudad nueva y la ciudad vieja de Alicante. Esta iglesia fue en origen una mezquita musulmana convertida en iglesia tras la conquista cristiana de la ciudad. La actual iglesia es de estilo gótico, con arcos apuntados en su interior, aunque por fuera el edificio parezca un cuadrado debido a su vinculación con las murallas del frente del mar que la envuelven y de la que forma parte.

Frente a esta iglesia, se encuentra ubicado el MACA o Museo de Arte Contemporáneo, siendo el edificio civil más antiguo que se conserva en la ciudad. De estilo barroco, fue concebido inicialmente como almacén de cereales, aunque también tuvo funciones docentes, escuela de negocio y actualmente como museo. En sus salas podemos encontrar una importante colección de arte del siglo XX formada principalmente de obras donadas por Eusebio Sempere. Cuenta también con obras de otros artistas como Chillida, Picasso, Dalí y Miró entre otros.

Accedemos por uno de los callejones con una impresionante vista de la Cara del Moro emblema de la ciudad y que cuenta una hermosa leyenda, de un amor imposible, que alude sobre el nombre de Alicante. Tras un corto paseo bajo la imponente mirada del Castillo de Santa Bárbara llegaremos a la Plaza del Puente, donde se encuentra ubicado el Museo del Agua, además de tener una magnífica imagen del castillo y ser uno de los accesos al Parque de la Ereta. En este museo se muestra la forma en la que se canalizaba el agua para abastecer a la ciudad, que prácticamente fue la misma desde época medieval hasta el siglo XIX. Junto al museo se encuentran los Pozos de Garrigós, donde se guardaba el agua de la lluvia o la nieve para después venderla en la ciudad.

Fachada de la Ermita de San Roque

Fachada de la Ermita de San Roque Jose Navarro

Entramos por la Calle Lepanto, y recordamos la famosa batalla acaecida en el año 1571 donde participo el ilustre Miguel de Cervantes. En esta calle se sitúa un hermoso mirador con vistas al Casco Histórico de la ciudad. Paseando por estas hermosas calles del Barrio de Santa Cruz, entramos en la Calle de San Roque donde se ubica la Ermita. Localizada en el barrio de San Roque, a las faldas del Castillo de Santa Bárbara, la Ermita de San Roque fue construida en el año 1549 cuando un brote de peste asolaba la ciudad, y fue restaurada a finales del siglo XIX. Dice la tradición que tres obispos estaban afligidos en alta mar por un temporal y que cuando desembarcaron en Alicante cumplieron una promesa de votos a San Roque, de la cual dan fe las tres cruces situadas en la Ermita. Cabe destacar en su interior el Cristo de los Gitanos.

Proseguimos con nuestro paseo, callejeando hasta llegar a la Ermita del Barrio de Santa Cruz que está ubicada en la ladera del monte Benacantil, en el típico barrio de Santa Cruz. Construida sobre los restos de la muralla medieval en tiempos de Carlos IV, en torno a ella tienen lugar las fiestas de las Cruces de Mayo. Desde la misma sale el Miércoles Santo una de las procesiones más pintorescas de la Semana Santa alicantina. Justo al lado de la misma ermita se encuentra el mirador desde donde disfrutar de unas hermosas vistas de la ciudad de Alicante.

Bajamos desde la Ermita por la Calle San Antonio y la Calle San Rafael con casas de un blanco roto, decoradas con flores y macetas multicolores que engalanan estas pintorescas calles. Descendemos hasta la Plaza del Carmen, una de las plazas más emblemática de Alicante que data del siglo XVI cuando la ciudad nueva comenzó a crecer. Está enclavada en el mismo centro del Barrio de Santa Cruz. En esta plaza histórica se encontraba un Convento de las Carmelitas Descalzas que con la desamortización de Mendizabal en 1873, paso a ser en primer lugar un cuartel militar y luego una escuela. Durante la Guerra Civil Española, su lamentable aspecto unido a los sucesos del 11 de mayo de 1931 donde fue saqueada e incendiada, obligo a su demolición. A mediados de los años 60 se trató de recuperar al menos la iglesia, pero no prospero. Además de la iglesia se perdieron otros edificios de interés para la ciudad como fue la Oficina de Correos y Telégrafos o la primera Sociedad Ciclista de Alicante. Sin embargo, en su interior, acoge un refugio antiaéreo construido en 1938 y con capacidad para 2.500 personas. Seguimos por la Calle Argensola hasta desembocar en la Plaza de San Cristóbal donde finalizaremos nuestra ruta. La plaza está considerada como una de las más antiguas de Alicante. Durante muchos años esta plaza se la conocía como la Plaza de las Huertas, pero tras la edificación de una nueva muralla a principios del siglo XIX y desaparecer la puerta que daba acceso por este lado del baluarte, la plaza paso a llamarse de San Cristóbal.