La Guerra Civil Española es un punto de inflexión en la historia trágica de España, un enfrentamiento ideológico y sangriento que afectaría en gran medida en la evolución social, económica y política del país. Alicante será una de las ciudades más castigadas en el periodo de la Guerra Civil Española, hasta contabilizarse más de 83 bombardeos entre el periodo de 1936 a 1939, con lo que los refugios antiaéreos proliferaron por la ciudad.

La Asociación Oficial de Guías de la CV junto con el Ayuntamiento de Alicante promocionan las visitas con el objetivo de dar a conocer la importancia de la construcción de estos refugios en el contexto social e histórico del momento, así como en la recuperación y divulgación de la memoria histórica hoy en día.

General Marvá R.35

Nuestro punto de encuentro se situará a pie de las icónicas escaleras de acceso al Instituto Jorge Juan donde se iniciará la visita y la ruta. El refugio de Marvá fue construido cerca del Monte Tossal donde se situaba la Fuensanta, manantial de agua que data desde los orígenes de la ciudad, por lo que tenía continuas filtraciones de agua y por lo tuvo que pavimentarse el suelo, así como recrecer los pilares para que fuera funcional. El acceso, al igual que en el resto de refugios, tiene forma de recodo o zigzag para evitar que, en caso de una explosión cercana a la boca de acceso, la onda expansiva o la metralla afectara a las personas que accedían o estuvieran en al refugio. Está construido por pilares sobre los que se asienta una plancha de un metro y medio de hormigón y dos metros de tierra y tenía una capacidad para al menos 350 personas.

Todos los refugios estaban equipados con respiraderos que se accionaban manualmente y que eran fundamentales y vitales, para evitar la muerte de las personas por asfixia a causa del CO2 acumulado durante el tiempo que permanecían en su interior a causa de los bombardeos.

Plaza Músico Tordera R.38

Continuamos por la avenida de Benito Pérez Galdós hasta nuestro siguiente refugio ubicado en la plaza del Músico Tordera, conocida anteriormente como Hermanos Pascual o la plaza de los Punkies. Este refugio presenta un diseño similar al que podemos visitar en Palmeretes o en Séneca, conocidos como de losa de hormigón. Se construyeron más de 100 refugios en la ciudad para dar servicio a la población durante los ataques y en función de sus características y diseño conocemos los diferentes tipos de construcción tales como los de losa de hormigón, de galería y de bóveda. Este refugio tenía capacidad para unas 800 personas.

Durante el paseo se da una ligera explicación acerca de cómo se alertaba y se planeaba la defensa de la ciudad ante los ataques aéreos. Para alertar a la población se instalaron amplificadores de sonido y telescopios en puntos como el Castillo de Santa Bárbara, Puerto de Alicante, Agua Amarga y muchos otros puntos más. Para la defensa de la ciudad se ubicaron cañones antiaéreos como en el Cabo de las Huertas, Serra Grossa, Monte Benacantil... Muchos de los ataques se produjeron por la noche por lo que se instalaron también ocho proyectores fijos y móviles que iluminaban el cielo durante las incursiones a la ciudad de Alicante.

Esta plaza se sitúa cerca del Mercado Central, que se vio afectado por uno de los bombardeos más importantes que sufrió la ciudad, conocido como el bombardeo del 25 de mayo, afectada por más de 90 bombas que dejarían más de 300 muertos e infinidad de heridos. Este ataque se produjo en hora punta y si accedemos al mercado por su entrada principal, en la avenida de Alfonso X el Sabio, veremos el reloj que aún marca la hora del ataque a la ciudad, las 11 y 20 de la mañana. Los bombardeos tenían como objetivo minar la moral de la población y crear miedo entra las personas para restar apoyos apoyo al gobierno de la República. Como se ha demostrado a lo largo de la historia, muchos de estos ataques tenían el efecto contrario.

Tras la visita seguimos nuestro paseo y nos ubicamos en la Plaza de España frente al Monumento al Foguerer, homenaje a las personas que trabajan en las fiestas más importantes de la ciudad, las Hogueras de San Juan, que se celebran del 19 al 24 de junio y están consideradas de Interés Turístico Internacional. También vemos el Panteón de Quijano, uno de los parques más emblemáticos de la ciudad. Es un lugar que invita a realizar un descanso e incita a la reflexión. Su historia nace con la bondad de un hombre que luchó contra una epidemia que tuvo lugar a Alicante a finales del siglo XIX y que acabó también con su vida.

Interior del refugio ubicado en la plaza Músico Tordera, antes Hermanos Pascual. PILAR CORTÉS

Frente este parque se sitúa la Casa Cuartel de la Guardia Civil, una de las más antiguas de España. Fue un lugar emblemático conocido como el Hospital Militar del Rey, y que, durante la ocupación francesa, sirvió para organizar las fuerzas armadas contra las tropas de Napoleón durante la Guerra de Independencia.

A espaldas, la Plaza de Toros es uno de los cosos en activo más antiguos de la Comunidad Valenciana. En su interior se encuentra el Museo Taurino de Alicante con historia sobre la tauromaquia y de algunos de los grandes toreros alicantinos como José María Manzanares o Luis Francisco Esplá.

Refugio de Palmeretes R.36

Situado en la antigua Plaza de Castellón cuenta con una capacidad para 400 personas y es de estilo de losa de hormigón como el de Músico Tordera o Séneca. Este refugio comenzó a construirse por parte de las asociaciones vecinales, y al igual que el de Marvá, estaba cerca de un acuífero. Tras la guerra dejó de usarse y se encontraba inundado, las mujeres lavaban la ropa en las escaleras y había una bomba de achique a la que mandaban a los niños para que se divirtieran. Actualmente se exponen unos murales explicativos del origen y la gestión del agua durante la historia de la ciudad de Alicante.

Las Cigarreras R.69

Salimos por la calle Sevilla hasta llegar al último punto de nuestra visita, la antigua Fábrica de Tabacalera, conocida actualmente como Las Cigarreras, en honor a las mujeres que trabajaron en ella.

Fue la fábrica más importante de Alicante durante los siglos XIX y XX. Se abrió el año 1801 y se cerró el año 2001. En origen se construyó como palacio arzobispal y casa de misericordia, pero a lo largo de los años fue variando su distribución, ampliándose hasta llegar a ser el complejo que vemos hoy en día. Lo único que queda inalterado es la fachada principal decorada con motivos religiosos donde podemos ver a San Pedro y San Pablo flanqueando la entrada y a la Virgen María, cubriendo con su manto a la humanidad y el Sagrado Corazón de Jesús presidiendo la entrada. Además de su función como alojamiento para el obispo y eclesiásticos tenía otros usos más sociales, como casa de acogida de mujeres y viudas, matrimonios pobres, peregrinos, doncellas sin permiso para casarse, trabajadores, etc. De estas instalaciones apenas quedan unos pocos vestigios en forma de la fachada, dos claustros y algunos arcos de sillería.

La Fábrica de Tabacos, al igual que muchas otras empresas edificios e instituciones fueron incautadas y expropiadas, como el Asilo del Remedio situado en Campoamor y que se convirtió en el Centro de Reclutamiento Antifascista, Aguas de Alicante, el servicio de tranvías y, por supuesto, la Fábrica de Tabacos al ser uno de los elementos de más interés estratégico de Alicante. En la fábrica se aprovechó uno de los antiguos secaderos de tabaco para hacer un refugio para las trabajadoras. Es por este motivo que el refugio tiene un aspecto muy diferente a los anteriores. Las galerías estaban pensadas para poder proceder al secado de las hojas de tabaco, y al ser usado como refugio tuvo que ser reforzado y se construyó la bancada que vemos actualmente, para la comodidad de las personas y trabajadoras. Además se mejoró el sistema de ventilación para evitar problemas por acumulación de CO2 al igual que en los otros refugios. Como curiosidad, antes durante y después de la contienda, el contrabando y el robo de tabaco era bastante común, habiéndose encontrado cartas escritas por antiguos responsables de la fábrica criticando enormemente a los alicantinos por su tendencia a «sisar» tabaco. Uno de los métodos más curiosos, era el de excavar en el barranco cercano, de hecho, se cuenta que estas galerías llegaban hasta las inmediaciones de la Playa del Cocó, desde donde se empleaban para hacer contrabando.

Tras un pequeño audiovisual con un recorrido por la historia de nuestra ciudad finalizará la visita. Desde aquí animo a todo alicantino y turistas a participar en una de estas vistas para conocer un trocito de la historia de nuestra gran ciudad, Alicante.