¿Qué es mejor en estos momentos, comprar o alquilar?, ¿cómo están los precios?, ¿seguirán subiendo o empezarán a bajar?, ¿es más rentable la obra nueva o una vivienda de segunda mano?, ¿dónde puedo permitirme comprar un piso ahora mismo?, ¿el barrio que me gusta se está revalorizando?
Adquirir una vivienda es una de las decisiones más importantes de la vida de cualquier persona: no es algo que podamos tomar a la ligera y es normal que en el proceso nos asalten cientos de dudas. Y es que, antes de dar el paso, debemos tener en cuenta muchas variables, tales como el estado del sector inmobiliario en ese momento, la oferta y demanda en el lugar elegido o las hipotecas (tipo fijo o variable) que más nos convienen.
Como ya venimos observando desde hace un tiempo, la tendencia del precio de la vivienda es ascendente en términos generales, pero a un ritmo pausado. La demanda por comprar continúa muy fuerte y la oferta se va reduciendo paulatinamente, este factor es uno de los que explican los precios al alza. Sin embargo, todavía nos encontramos bastante por debajo del precio máximo alcanzado en tiempos de burbuja inmobiliaria, lo que significa que no estamos en una situación ni parecida a la de la crisis inmobiliaria y financiera de 2008. Aunque sí que es cierto que en la ciudad de Alicante algunos barrios han registrado este año su máximo histórico en el precio por metro cuadrado.
Este encarecimiento de los precios, así como el aumento en el número de compraventas está condicionado por la evolución de tres factores: la recuperación post-pandemia, la inflación y la escasez de suministros.
Aun así, la realidad es que seguimos comprando. En España, por ejemplo, tres de cada cuatro familias (75,1%) cuentan con una vivienda en propiedad, según los datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), una cifra que supera a la media de la Unión Europea (69,7%). Además, el número de operaciones de 2021 se recuperó e incluso superó las cifras de 2019, antes del inicio de la pandemia.
Coste por barrios en Alicante
Si hablamos de Alicante, se trata de una de las capitales de provincia donde más se ha incrementado el precio en el último año, lo que no significa que tenga las cifras más altas del país. De hecho, Alicante no se encuentra ni entre las 15 ciudades españolas que encabezan el ranking de viviendas más caras, según datos de la tasadora inmobiliaria Tinsa.
Centrándonos en el análisis por barrios, el portal inmobiliario Idealista arroja un dato muy llamativo en su análisis de agosto de 2022, y es que el distrito de Casco Histórico-Santa Cruz tiene el precio medio de vivienda más elevado de Alicante (2.754 €/m²), superando a Playa de San Juan (2.717 €/m²) y al Centro Tradicional (2.569 €/m² de media).
La zona del Raval Roig-Virgen del Socorro, con 2.481 €/m² de media, se sitúa como la cuarta zona más costosa para comprar una vivienda, tras registrar una de las mayores subidas de precio de la ciudad con un incremento del 28,3% respecto a agosto del año pasado. Además, su precio se encuentra, actualmente, en el máximo histórico del barrio.
Según el portal web inmobiliario, Cabo de las Huerta y la Albufereta ocupan el quinto y el sexto puesto de inmuebles más caros de Alicante, con 2.373 €/m² y 2.152 €/m² de media, respectivamente, y tras incrementos de precios del 6,9% en el primer caso y de 10,6% en el segundo con respecto a agosto de 2021.
Los incrementos más altos
En cuanto a las variaciones de precio más notables, destaca el caso de Princesa Mercedes, un barrio que cuenta con una media de precio relativamente asequible (1.294 €/m²), pero cuyo incremento ha sido el mayor de toda la ciudad, con una subida de precios del 29,4% desde agosto de 2021 al mismo mes de este año.
Las zonas de Benalúa y Divina Pastora también han registrado un fuerte ascenso, con aumentos del 25,9% y del 17,6% respectivamente en ese periodo de tiempo.
Por su parte, Vistahermosa, una zona en plena expansión inmobiliaria, también registra ahora su máximo histórico en el coste de una propiedad, con 2.073 €/m² y un incremento del 15,4 % con respecto al año pasado.
¿Dónde han bajado los precios?
Por otro lado, son pocos los barrios alicantinos que registran descensos en el precio medio de la vivienda, y están liderados por San Gabriel, con una bajada del 7,9%, seguido de Alipark, con un 7,5%, y Ciudad Jardín, con un descenso del 3,1%.
Según los datos que maneja Idealista, la zona norte de la ciudad sigue concentrando los precios más bajos por metro cuadrado en la venta de viviendas. Así, el lugar más barato para adquirir un inmueble sería Colonia Requena-Virgen del Carmen (541 €/m²), seguida de Virgen del Remedio-Parque lo Morant (720 €/m²) y Juan XXII (777 €/m² de media), pese a ser barrios que han experimentado subidas considerables de precio: 16,7%, 13,3% y 11,1% respectivamente, desde hace un año.
Situación de la ciudad
En cuanto a las cifras generales de Alicante, el precio medio por metro cuadrado se sitúa en 1.586 € (agosto de 2022), lo que supone un incremento del 7,5% respecto al mismo mes de 2021, y un aumento del 1,9% con respecto a julio de este año. La tendencia de los precios del mercado inmobiliario, por tanto, continúa en alza en la ciudad.
Otoño, el mejor momento para comprar
Si el aspecto económico es el factor más relevante a la hora de adquirir un inmueble y se prima encontrar las mejores ofertas del mercado, la estación más adecuada para comprar es, sin duda, el otoño. Así lo afirman expertos del sector inmobiliario: septiembre, octubre y noviembre son los meses perfectos para adquirir una propiedad inmobiliaria, ya no sólo casas, sino también locales comerciales, oficinas, garajes... Y tiene su explicación.
En estos meses desaparece la «fiebre estival» que afecta a muchas personas con ilusión por comprarse una casa de vacaciones, y aparecen los verdaderos inversores: aquellos que llevan tiempo buscando una vivienda. En esta época, la competencia disminuye, los precios son más bajos y los compradores están más interesados. Además, el acceso a crédito es mejor durante estos meses, ya que los bancos compiten entre sí por ofrecer buenas ofertas a sus clientes.
Además, dentro de un panorama de aumento de precios como el actual, es cierto que las viviendas no vendidas durante la primavera y el verano suelen realizar descuentos sobre su precio de salida al mercado de compraventa con el cambio de estación.
En cambio, si hablamos de la peor época para invertir en una vivienda, esta es el verano. Durante esta estación el número de inmuebles a la venta es menor que el resto del año debido, en parte, a que muchas casas y apartamentos se destinan como viviendas vacacionales. Esta situación provoca un aumento generalizado de precios.
