E l tren turístico «Limón Express» sigue abandonado en la estación de Benidorm desde hace ya dos años, donde permanece aparcado por el mal estado de sus bojes - ruedas - desde que la propia empresa encargada de su explotación decidiera cesar el servicio ante el riesgo existente, ya que el tren había descarrilado en los últimos años hasta cinco veces, según informaron sus responsables.

Pese a que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana licitó su reparación hace ya ocho meses, destinando un millón de euros para la actuación, y pese a que anunció que esta sólo sería la primera fase de una rehabilitación integral del tren para volver a ponerlo en marcha, éste sigue en desuso y sin que nadie haya pasado por su lado más que para graffitearlo y tirarle alguna piedra, como informaron los propios trabajadores de la estación.

El que fuera el primer tren turístico de España, es ahora un conjunto de vagones de época que combina su encanto de antaño con un cúmulo de pintadas, desperfectos, cristales y asientos rotos, polvo, óxido y otras huellas que el paso del tiempo y los actos vandálicos han dejado sobre sus hierros y maderas.

Debía estar funcionando a principios de 2007, como anunciaron desde FGV hace ya 15 meses y, ya bien entrado el año, el tren sigue en su agonía a la espera de un próximo viaje. También hace más de un año aseguraron los responsables que varias empresas pujaban por hacerse con los trabajos de remodelación y a día de hoy, en la estación sigue estando quieto y «nadie ha venido por aquí nunca a hacer nada», señalaron los empleados.

El Limón Express ha estado 30 años recorriendo la Costa Blanca por los acantilados, desde Benidorm hasta Gata de Gorgos, realizando un itinerario por las principales poblaciones costeras de 40 kilómetros. Se compone de 12 coches de balconcillos de madera de los años 20 y 30 - cada uno de los vagones tenía antes un nombre de mujer - y de tres locomotoras que constituyen una reliquia para los amantes del ferrocarril. Nació de la idea de un ciudadano inglés afincado en Benidorm que rescató material ferroviario en desuso y lo rehabilitó para darle vida al tren que por su color inicial, pintado de amarillo limón, se llamó «Limón Express».

Un tren con alma que ahora se desarma poco a poco y que además cuenta con un problema añadido, ya que no encuentra adjudicatario por los problemas que presenta su adaptación al nuevo sistema del TRAM, el tranvía metropolitano, que discurre por vías electrificadas frente al sistema diesel del Limón Express, según informaron los trabajadores de la estación. Esto obliga a modificar el recorrido e impide que el tren pueda partir de Benidorm, que es su principal fuente de pasajeros, ya que los clientes han sido siempre extranjeros en su mayoría y principalmente británicos.