El arquitecto Carlos Ferrater, Premio Nacional de Arquitectura en 2009, ha afirmado hoy en Toledo que el panorama de la arquitectura "va a cambiar radicalmente" por la "purga" que ha supuesto la crisis económica y ha dicho que Benidorm es el modelo urbanístico "más sostenible" de toda la costa española.

Ferrater, que ha participado en la I Muestra de Arquitectura Española de Toledo, ha vaticinado "el panorama de la arquitectura va a cambiar radicalmente", así como las estructuras profesionales, "porque no son válidas para los tiempos que vivimos" y ha considerado también que deben cambiar las escuelas de arquitectura.

"La arquitectura actual está en un impasse y en España todavía se nota más, básicamente porque se plantea un nuevo escenario, porque la crisis más allá de ser una crisis económica, financiera y con un coste social terrible, desde el punto de vista de la arquitectura no ha venido mal".

Según el arquitecto "es lo que llama una purga y las purgas a veces van bien".

A su juicio, "lo que estaba mal era aquella situación de hace cuatro o cinco años que era absolutamente de locura, de construirlo todo, de no importar el precio y el coste de las cosas y ahora estamos pagando un poco las consecuencias".

En este nuevo escenario, "los arquitectos deben responder a una condición mucho más social de la arquitectura, a tener más en cuenta la ciudad y el paisaje y los temas de rehabilitación, que hasta ahora eran como una etiqueta de sostenibilidad medioambiental y a partir de ahora no lo podrán ser", ha añadido.

Asimismo, ha abogado por la necesidad de que se minimice el coste de los edificios y por "eliminar cosas superfluas".

Ferrater ha impartido una conferencia sobre el nuevo paseo marítimo de Benidorm, que diseñó su estudio y ha recibido ya más de diez premios internacionales.

En este sentido, ha destacado que Benidorm es "una ciudad de rascacielos, atípica", que durante muchos años encargó un "urbanismo denostado, de la especulación masiva, de todo lo malo", pero que "visto hoy en día es el modelo más sostenible de toda la costa española".

Es un modelo que "consume poquísimo territorio", porque "en unas poquitas hectáreas entra medio millón de personas", ha apuntado Ferrater, quien ha subrayado también que "los edificios no han sellado el territorio y se ha construido sobre la topografía, con lo cual las aguas siguen yendo al mar".

Además, los edificios son "reciclables" de forma que cuando los hoteles se hacen viejos "se cambian por otros porque ya están amortizados" y "todo el mundo ve el mar desde su pequeña torre".

Tampoco hace falta el coche, "todo el mundo está a diez minutos de la playa" y la ciudad está ocupada "doce meses al año", lo que según Ferrater contrasta con el modelo "de urbanizaciones diez u once meses vacías, que no pueden ser mantenidas, etcétera", del resto de la costa española.