Biólogos de la Universidad de Alicante, en colaboración con la naviera dianense Baleària, estudian las poblaciones de medusas del Levante español y sus repercusiones sobre el Turismo y la pesca en la zona. La investigación busca detectar posibles variaciones en el número de medusas frente a la costa levantina y de Baleares, así como conocer su distribución en un estudio pionero, que pretende además valorar el impacto pesquero y turístico de estos organismos urticantes tan molestos e incluso peligrosos para los bañistas, según explicó uno de los biólogos del proyecto, César Bordehore.

De hecho, esta misma semana, una plaga de medusas obligó incluso a prohibir el baño en las playas de Benidorm. Afortunadamente, los servicios de limpieza de playas y el cambio en las corrientes marinas consiguieron alejar ayer a estos organismos de la costa de Benidorm, donde se pudo retirar la bandera de alerta de medusas después de tres días de plaga. El pasado martes, se avistaron las primeras medusas de la temporada en la capital turística, por ser la única playa que cuenta con servicios de vigilancia y salvamento todo el año, lo que activó de inmediato los protocolos de limpieza manual y un dispositivo especial de trabajo nocturno con maquinaria. Se recogieron en tres días 1.200 kilos de medusas de la especie "Chrysaora hysoscella", más conocida como "medusa de compases" cuyas picaduras producen quemazón y lesiones en la piel que pueden durar varios días.

El proyecto científico

La investigación se inició hace casi año y medio y ha realizado ya una primera fase de observación y muestreo en aguas de la Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña, según informó el biólogo César Bordehore, aunque todavía no hay conclusiones. El estudio prevé extenderse por todo el Mediterráneo español hasta Cádiz y no sólo abordará el aspecto biológico sino el económico y social. "Queremos establecer contactos con todos los Ayuntamientos posibles para que nos faciliten datos de la evolución de las picaduras de medusa en los últimos diez años", así como del aumento de turistas para tener otro aspecto más con el que cuantificar la presencia de estos organismos en las playas. "Para que los datos tengan consistencia habrá que esperar varios años para poder compararlos", ya que hasta ahora no hay ningún estudio precedente, informó Bordehore.

La investigación, que no sólo estudia las medusas sino todos los organismos gelatinosos, quiere además conocer el impacto negativo que pueda tener la pesca sobre la medusas y estas sobre el sector pesquero. "La pesca puede influir en las poblaciones de medusas por la sobrepesca de peces grandes que se las comen" pero además, estos y otros organismos gelatinosos "se comen todo el plancton y los peces pequeños se quedan sin nada que comer".

Tecnología para detectar las manchas por satélite

El equipo de biólogos de la Universidad de Alicante que se encarga del estudio de las poblaciones de medusas trabaja actualmente con observadores que recorren las costas a bordo de los barcos de Baleària, gracias a un convenio de colaboración entre la Universidad y la naviera de Dénia, según informó el biólogo del proyecto César Bordehore . Así, los observadores detectan y registran los bancos de medusas sobre el terreno. El equipo de expertos trabaja ahora en el desarrollo de una aplicación informática que sea capaz de interpretar de forma automática las manchas de medusas mediante imágenes vía satélite, según informó Bordehore, lo que supondría un gran avance en este estudio y en futuras investigaciones.