Con una virulencia casi insólita en su trayectoria política, el alcaldable del PP de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, advirtió ayer de que no renunciará a su acta de concejal como exige el CDL para que ambas formaciones alcancen un pacto de gobierno. "Yo no admito chantajes", dijo Pérez Fenoll, quien también aseguró que su partido no entregará la Alcaldía a Gema Amor tal como demanda la líder centrista, quien presidió el PP hasta el pasado mes de abril. Aunque los populares aún no dan por rotas las negociaciones -"vamos a seguir reuniéndonos con quien nos lo pida"-, la comparecencia de ayer deja el camino abierto a un gobierno en minoría del socialista Agustín Navarro o a un pacto -menos probable- entre el PSOE y el CDL. En este sentido, el alcaldable popular fue categórico: "Si hemos de irnos a la oposición lo haremos, porque anteponemos la dignidad al chantaje de los que escriben barbaridades en los periódicos".

Pérez Fenoll y los suyos comparecieron en la sede local del partido 24 horas después de que fracasara la primera y única reunión que, a nivel más o menos oficial, el PP ha celebrado con el CDL. Y lo hicieron en piña, haciéndose incluso una foto de familia para arropar a su líder y demostrarle su apoyo. No era un gesto gratuito: pretendían acallar las voces que apuntan a que algunos miembros del partido sí están porfiando por una salida de Fenoll-por ejemplo hacia la Diputación- que permita al PP aproximarse al CDL. "¿Están todos unidos?", preguntó un periodista: "¡Sí!","¡claro!", "¡aquí estamos!", respondió en la sala al unísono un coro de voces de destacados miembros del partido ante la sonrisa de su alcaldable, quien achacó los rumores de discrepancias internas a "otra mentira más" de Amor.

En la mesa, junto a Pérez Fenoll se sentaron Lourdes Caselles, Antonio Pérez y David Devesa, los tres miembros de la candidatura que se reunieron el martes con gente del CDL. Precisamente, Devesa ha sido señalado como uno de los supuestos críticos con la actual dirección del partido, pero él mismo lo negó: "todos jugamos en el equipo del PP y nuestro candidato es Manuel Pérez Fenoll". Por su parte, Antonio Pérez señaló que la reunión con el CDL "pudo acabar en un minuto porque ellos (los centristas) no querían discutir sobre un programa de gobierno, sino que de forma robótica sólo repetían que Pérez Fenoll renunciara a su acta y que Gema Amor fuera la alcaldesa, lo que supondría además su regreso al PP". "Y no tiene sentido marcharse del partido para hacerle daño y después volver a él". Aún así, Antonio Pérez añadió con ironía que "prolongamos la reunión y hablamos hasta de fútbol".

Sarcasmos al margen, Pérez Fenoll insistió en que no se marcha: "¿Marcharme de mi pueblo? ¿Pero cómo voy a marcharme después de todo el esfuerzo y dedicación que, gracias a los ciudadanos, he podido brindar a Benidorm en los últimos años? ¿Pero a qué niño me he comido? "

Además, el alcaldable popular fue tan crítico con Amor que parece improbable ya que ambos líderes puedan configurar un gobierno conjunto.

En primer lugar, dudó de que la líder del CDL pretenda realmente llegar a una alianza: "no se empieza a negociar pidiendo la cabeza del interlocutor, es como si nosotros hubiéramos pedido la cabeza de Amor para entendernos con su partido". Y volvió a tirar con bala al repetir: "no me someto a chantajes de nadie y menos de alguien que antes pertenecía al PP y que cuando tenía 3 sueldos gracias al partido no tenía estos problemas". Ahora bien, ya fuera del PP, Amor "no puede mandar sobre quien tiene 11 concejales cuando ella sólo tiene 3 para imponer su proyecto personalista que no respeta a Benidorm ni quiere trabajar por el futuro de la ciudad". Pérez Fenoll también censuró que los centristas hayan esperado 9 días para empezar las negociaciones y que después de la reunión del pasado martes no hayan fijado la siguiente hasta la próxima semana.

A juicio del líder popular, este comportamiento confirmaría que la líder del CDL pretende a través de "pactos ocultos" que el candidato socialista Agustín Navarro sea alcalde el próximo 11 de junio "y si eso sucede será por culpa de Amor". Y si sucede, agregó Fenoll, hasta los propios votantes del CDL resultarán engañados: "muchos de ellos me han llamado preguntándose qué está haciendo Gema Amor; ellos también se sienten chantajeados".

¿Y el futuro inmediato? Pues a pesar de la que está cayendo, el número uno popular insistió en que "queremos pactar con el CDL, pero de forma razonable", por lo que hizo una "llamada a la sensatez ya que nos estamos jugando el futuro de Benidorm y un gobierno del PSOE significará más paro para los vecinos". Fenoll exhortó además a que el pacto con el CDL sea con "luz, taquígrafos y notarios". "¿O es que hay cosas que pactar que el pueblo no puede saber?", volvió a preguntarse. Ahora bien, si al final no se produce el tan ansiado "acuerdo del centro-derecha", los populares ejercerán un acuerdo, otra vez, "desde la dignidad". "Dignidad de los que quieren que su pueblo sea más próspero y vuelva a convertirse en un referente mundial del turismo". Además, se comprometió a seguir trabajando para que lleguen inversiones a la ciudad desde Valencia y Madrid aunque no tenga la vara de mando.

Eso sí, Fenoll insistió en que el PP cumple con los resultados electorales, algo de lo que, según él, no pueden presumir otros políticos locales: "cuando gané las elecciones en 2007 creí que iba a gobernar durante 4 años y llegó una estrella fugaz llamada José Bañuls (ex edil popular) y nos quitó la Alcaldía". Al respecto, aprovechó también para lanzarle un dardo al actual alcalde en funciones: "Es curioso que Agustín Navarro, que sigue perdiendo elecciones, pueda ser alcalde primero gracias a un tránsfuga y después con alguien que abandonó el PP, como Gema Amor".

¿Y el futuro a más largo plazo? En referencia de nuevo a Gema Amor, Fenoll contestó que "dentro de 4 otros años será el PP y no otro el que decidirá mi futuro porque nadie me habrá echado de mi pueblo; después veremos si sigo como militante de base del PP o tomando el sol en nuestras maravillosas playas", ironizó al final de su larga alocución.