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Tormenta en el feudo rojo

El PSOE se provoca una crisis interna en l'Alfàs, una de las pocas plazas donde arrasó el 22-M, con su intención de expulsar a la concejala Genoveva Tent

Genoveva Tent y otros ediles del PSOE, el jueves.

Genoveva Tent y otros ediles del PSOE, el jueves. / david revenga

arturo ruiz

L'Alfàs del Pi es uno de los grandes feudos rojos de la provincia. La población más importante donde el PSOE logró mayoría absoluta (12 concejales sobre 21 y el 51,3% de los votos) y la tercera en censo, por detrás de Benidorm y Xàbia, donde la lista del puño y la rosa fue la más votada. Y sin embargo, los socialistas ya no están, en l'Alfàs, brindando con champán. Porque hay tormenta.

Es además un lugar cómodo para el líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte. En precampaña y campaña, Alarte viajó a l´Alfàs en numerosas ocasiones para apoyar al alcalde Vicente Arques, a quien nombró en prueba de máxima confianza diputado autonómico. Pero si ahora Alarte regresa a la localidad, deberá abrir el paraguas: hay tormenta.

Las ejecutivas nacional (la del propio Alarte) y provincial se han escudado en los estatutos para ordenar la expulsión del partido de la edil socialista de l´Alfàs y desde el jueves flamante diputada provincial, Genoveva Tent, por atreverse a plantar cara a la candidata oficial para ese puesto en la Diputación, la regidora de La Nucía Pepa Iborra. Puede ser que Blanquerías y Alicante se hayan apresurado en aplicar de forma un tanto dogmática los estatutos; o puede que la agrupación de l'Alfàs se haya mostrado demasiado ambiciosa al pretender acaparar también al diputado provincial cuando ya tienen uno autonómico y pronto contarán con otro estatal. Pero, independientemente de quien sea la culpa (que eso depende de los cristales y de las miradas), con este conflicto el PSOE se ha metido, él solito y sin ayuda, en un auténtico embrollo donde menos debía: en uno de los escasos lugares donde las urnas le habían bendecido. Al provocar la tempestad de marras se han aguado su propio champán.

En la Diputación, Tent ya no podrá formar parte del grupo socialista. Deberá irse al grupo mixto. Y no se sabe -no se ha dicho- si debe hacer lo mismo con su acta de regidora, llevando el epicentro de la tormenta al propio Ayuntamiento y al propio gobierno municipal de Arques. Porque sus compañeros ediles están dispuestos a apoyarla. Así lo dejó entrever la presidenta del PSOE de l'Alfàs, Esperanza Delgado, quien dijo ayer que se personarán en el proceso de expulsión para respaldar a Tent. Delgado insistió además en que la designación de la candidata oficial fue "una imposición" de la ejecutiva provincial. Y ahí es donde quiere llevar el debate l'Alfàs, que considera que éste no es un simple pulso entre agrupaciones de la comarca para lograr más cuotas de poder, sino una batalla de la guerra a mayor escala que mantiene desde Alicante la ejecutiva de Ana Barceló con Alarte y que se ha trasladado a la Marina Baixa. Eso explicaría que la agrupación de Benidorm, cuyas relaciones con Blanquerías están casi rotas, apoyara a Iborra. En contra de Alarte. Y de l'Alfàs.

Ahora bien, entonces ¿por qué la ejecutiva de Valencia ha firmado también la orden de expulsión contra Tent? Dos posibles respuestas: uno, l´Alfàs se extralimitó al plantar batalla contra una candidata que estaba también ratificada por la ejecutiva federal de Madrid y Alarte, contra Ferraz, no puede ir. O dos: Alarte no ha tenido más remedio que firmar esa orden para no abrir más frentes con Barceló, pero prefiere ahora que las cosas se enfríen y que la expulsión de Tent se postergue "sine día". Porque si no puede ir contra Ferraz, tampoco puede hacerlo contra sus propios amigos. Y Arques lo es.

Tormenta en el feudo rojo

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