Fue lo más parecido a un milagro, incluso para quienes poco creen en los designios divinos. Trece obreros resultaron ayer por la tarde heridos de diversa gravedad tras desplomarse el montacargas en el que viajaban en las obras de una de las torres que formarán el mayor rascacielos de Benidorm, el conocido como edificio InTempo, ubicado en la zona de Poniente y que, una vez construido, será el residencial más alto de Europa. El elevador cayó desde la planta 20 cuando los operarios se disponían a bajar a tierra, después de realizar su jornada laboral, en la que habían estado trabajando por encima del piso 25. Pero, por suerte, el sistema de frenado de emergencia pudo amortiguar la velocidad de la caída y, si bien no logró frenar en seco el habitáculo, si logró que se precipitara a mucha menor velocidad de la normal, lo que evitó que el golpe contra el suelo fuera mortal.

Los operarios, de distintas nacionalidades y edades, fueron evacuados del lugar del accidente por efectivos del cuerpo de Bomberos, estabilizados sobre el terreno por numerosos equipos de emergencia y posteriormente trasladados a diversos hospitales de la provincia. Fuentes sanitarias indicaron que, de los trece, sólo dos se encuentran en estado grave aunque, en principio, no se teme por la vida de ninguno de ellos, gracias a que el golpe no afectó a ninguno de sus órganos vitales.

Los hechos ocurrieron minutos después de las siete de la tarde de ayer en la llamada "Torre Levante" del complejo, cuando estaba a punto de concluir la jornada laboral de los operarios del edificio InTempo. Los afectados se disponían a bajar del inmueble cuando, por causas que ahora investiga la Policía Nacional, el montacargas se desplomó desde la altura de la planta 20, según indicaron diversas fuentes oficiales. El sistema de frenado de seguridad tipo "cremallera" se activó varias plantas más abajo, aunque no logró parar en seco la caída y, por tanto, no pudo evitar que el elevador acabara chocando contra el suelo.

El accidente causó un gran revuelo tanto entre los operarios que en ese momento seguían trabajando en sus puestos como en los que ya habían bajado a tierra. "Ha sido un susto grandísimo, por poco me pilla a mi dentro", explicó uno de los obreros más jóvenes, minutos después del accidente pero aún tan nervioso que apenas podía articular palabra.

El temor a que pudiera haber ocurrido una tragedia mayor llevó al 112 a activar un dispositivo especial, en el que participaron decenas de efectivos de las policías Local y Nacional, tres camiones de bomberos y hasta once ambulancias, incluyendo todas las públicas o privadas que en ese momento estaban disponibles en la zona. También participó un helicóptero de rescate del 112, que fue el encargado de realizar el traslado de los dos heridos más graves hasta el Hospital General de Alicante.

El revuelo de vehículos y efectivos de emergencia hizo que en torno al edificio también se congregaran decenas de curiosos, alertados sobre lo que podía haber ocurrido en el InTempo. Y, también, a las autoridades municipales, que siguieron el rescate desde el punto de control habilitado junto al edificio. "Podría haber sido una tragedia", explicó el alcalde, Agustín Navarro, pocos minutos después de que fuera trasladado el último de los heridos, una opinión a la que se sumaron también los representantes de los grupos de PP y CDL; el arquitecto de la obra, Roberto Pérez Guerras; así como uno de los promotores, el constructor Isidro Boronat.

52 pisos y un diseño espectacular

El edificio InTempo comenzó a construirse en el año 2006 y, una vez finalizado, tendrá un total de 52 plantas de altura, cinco técnicas y 47 de viviendas. El hecho de ser el residencial proyectado más alto de Europa -200 metros de altura y 269 viviendas-, así como su espectacular diseño -dos torres en forma de 1 enfrentados y unidas en su vértice superior por un bloque en forma de diamante- han convertido a este complejo en uno de los más emblemáticos del futuro Benidorm. Su conclusión está prevista para finales de 2012 y sus promotores mostraron ayer su intención de retomar los trabajos "lo más pronto que nos sea posible".

Pérez Guerras asegura que el ascensor se revisó ayer mismo

El arquitecto del edificio InTempo, Roberto Pérez-Guerras, declaró ayer tras el incidente que lo más importante "es haber tenido la suerte de que no hay graves desgracias personales", en alusión a que el golpe no causó el fallecimiento de ninguno de los trabajadores de la obra. En todo caso, el accidente es para el arquitecto lo suficientemente importante como para que hoy mismo se continúe revisando toda la instalación a fin de detectar cuál fue el problema que desembocó en la caída del ascensor. "El montacargas, que había sido revistado esta misma mañana, una semana después de que la empresa de mantenimiento revisara también el de la segunda torre, falló en la planta 20, y hay que averiguar porqué". Además, según añadió, "aunque estos montacargas tienen un retén, de forma que si se estropea, a los dos o tres metros de caída paran, en este caso ese retén ha ido bajando todas las plantas, desde la 20, con retención, pero ha sido así en el último tramo, a partir de la primera planta o de la baja, cayendo mucho más deprisa unos seis metros", sin motivo aparente tras el primer reconocimiento del lugar realizado tras el accidente. "El montacargas está en su sitio, ni ha volado ni se ha salido de sus guías", apuntó el arquitecto, tras comprobarlo personalmente con los técnicos de la empresa encargada del mantenimiento, ATES, con sedes en toda la Comunidad Valenciana.

Roberto Pérez-Guerras es un afamado arquitecto internacional, ganador de varios concursos, Premio Línea de Oro del Diseño y Premio Extraordinario de la Cámara de Comercio de Alicante, entre otros./ R.L.