Con un profuso carrusel de cifras, dos organizaciones ecologistas, la Plataforma Callosa Sostenible y la Coordinadora d´Estudis Eòlics del Comtat, esgrimieron ayer un estudio que asevera que no hay suficientes recursos hídricos para llevar adelante el plan parcial de Anibits-Margequivir. Este proyecto, en plena sierra de Bèrnia, prevé la construcción de 2.178 vivendas, un hotel y dos campos de golf, uno de 18 hoyos y otro de prácticas.

Los dos grupos ecologistas se muestran convencidos de que está en peligro "la supervivencia de Callosa d´en Sarrià, de sus habitantes y de su agricultura". Para llegar a esta conclusión, recuerdan que el informe emitido el pasado 18 de julio por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que avala la macrourbanización -y que ha servido al Ayuntamiento para aprobarla- no asegura expresamente que existan recursos hídricos: matiza por el contrario que la disponibilidad de agua en la zona puede estar sujeta a otros estudios más detallados y sobre todo aclara que su escrito "no presupone autorización administrativa para realizar las obras".

Ahora bien, sí que es cierto que la CHJ aporta una serie de números que a su entender garantizarían el abastecimiento para Callosa si se realiza la urbanización; sin embargo, los ecologistas sostienen que esos cálculos son erróneos. Así, la CHJ establece que el consumo actual en Callosa es de 1.745.600 m3 anuales, lo que sumado al consumo generado por el proyecto supondría una demanda de 2.121.223m3, inferior a la estimada en 2015 -cuando finalicen las obras-, que sería de 2.1453.500m3. Pero los ecologistas alertan de que estos números se basan en la población actual de Callosa -7.888 vecinos- a la que suman los nuevos habitantes que irían a vivir a la urbanización -4.574-, lo que arrojaría una población total de 12.462 habitantes. Sin embargo, el propio PGOU de la localidad calcula que en el futuro la población de Callosa será mucho mayor y alcanzará los 23.166 habitantes, toda vez que antes del plan de Bèrnia deben desarrollarse casi una decena más de planes parciales cuya tramitación está mucho más avanzada que la de Anibits-Margequivir. O en otras palabras: que la CHJ ha considerado en más de diez mil habitantes menos la verdadera población que Callosa tendrá cuando finalice la futura macrourbanización.

Pero es que además, los ecologistas sostienen que la CHJ sólo ha tenido en cuenta el consumo que generarán los habitantes de la vivienda; en cambio, no ha valorado el de los clientes del hotel -compuesto por 60 villas y 80 habitaciones- y que necesitarán 26.280 m3 más; y tampoco el de los jugadores de golf que no se alojen el hotel, ni el de los 1.500 empleados que según el Ayuntamiento trabajarán en las instalaciones. Por si fuera poco, el estudio de ambos grupos asevera que la CHJ sólo ha tenido en cuenta el consumo de un campo de golf cuando en realidad son dos. Es más, sostiene que del único campo sí estudiado sólo se ha establecido el 45% del consumo real.

Así, las dos organizaciones ecologistas consideran que el plan parcial es "nulo de pleno derecho", por lo que ya han presentado un recurso contra el mismo.