Las torres In Tempo de Benidorm, proyectadas como el rascacielos más grande de Europa con 180 metros de altura, «cumplieron todos los requisitos para su viabilidad», según un comunicado oficial conjunto del despacho de arquitectos que diseñó el edificio, la firma Pérez Guerras, y la promotora Olga Urbana.

El comunicado reitera que la promotora, creada por el empresario José Ignacio de la Serna en 2004, no tiene ninguna deuda pendiente con la firma estructurista, la mercantil Kono. Y respecto a la afirmación de esta última empresa sobre un cambio en los forjados, el director facultativo, el arquitecto Roberto Pérez Guerras, señala que se debió al cambio de empresa de los ascensores.

Roberto Pérez Guerras, según señala el comunicado, recogió en su proyecto desde el inicio, en 2006, todos los elementos necesarios «para una obra perfecta, que está nominada precisamente al premio mundial Bombay en febrero de 2014 en el marco de los premios internacionales FIB, por su estructura única en el mundo».

«Torres In Tempo, proyecto que pese a la crisis furibunda que padece la construcción en España, sigue en construcción y se prevé terminar en unos meses, es un ejemplo arquitectónico y basado en criterios de sostenibilidad medioambiental únicos en el mundo, que ha sido destacado en estos años por los más importantes semanarios y magazines del mundo de la arquitectura internacional», continúa el comunicado.

El arquitecto destaca que «Torres In Tempo es una obra viva, evolutiva y que como todo ha tenido elementos de mejora, que no errores de cálculo de ningún tipo». El profesional expresa su sorpresa por las «afirmaciones de empresas proveedoras de esta obra, orgullo de todos nosotros, y que carecen de fundamento alguno ni son en absoluto ciertas». «Es triste», añade, « que en tu tierra y tras un gran esfuerzo Olga Urbana con José Ignacio de la Serna al frente y nuestro despacho durante muchos años, muchas veces sintamos que lejos de ser espejo de esfuerzo y sacrificio, parece que hemos hecho poco o no perfecto».

Estas declaraciones del arquitecto vienen a colación de la afirmación de la mercantil Kono sobre un supuesto impago de un millón de euros. «Tiene [Kono] liquidadas desde el 3 de julio de 20012 todos y cada uno de los pagos de sus trabajos de forjado y cálculos del mismo, realizados para la obra y concluidos el mes de julio reconociendo ellos mismos [en un documento que se adjunta en el comunicado] que se había satisfecho correctamente su trabajo por parte de la dirección facultativa y Olga Urbana. En esa fecha de 3 de julio se firma así el finiquito de la relación de ambas, Kono Estructuras y Olga Urbana, tras la puesta en bandera de conclusión de estructura de obra el 15 de julio de ese mismo año 2012», explica el comunicado. Kono, no obstante, ha anunciado una demanda para reclamar esa supuesta deuda.

Forjados

En cuanto al asunto del forjado de casetas que albergan la maquinaria de ascensores sobre la cubierta final «es obvio que al cambiar de proveedor, sustituyendo Orona ascensores por la internacional y prestigiosa Kone, hubiese un cambio mínimo de elevación de forjados». La nota puntualiza que esos forjados estaban incluidos en el finiquito de Kono y «nunca supusieron un olvido, sino una evolución de mejora sobre plano inicial, donde evidentemente sí se contemplaban». «Es decir, al cambiar de proveedor la nueva maquinaria, todavía mejor para unas torres de lujo que están sobreviviendo a estos tiempos de crisis y que se están vendiendo a grandes clientes e inversores internacionales, evidentemente hubo que rediseñar en parte las medidas nuevas de los casetones», argumenta el comunicado.

Finalmente, el comunicado afirma, en nombre de Olga Urbana y del arquitecto Roberto Pérez Guerras, que «Torres In Tempo es ante todo un motivo de orgullo para ambos y para la provincia de Alicante que puede tener un premio mundial que situará esta obra como un ejemplo de arquitectura moderna, sostenible, de forjado único en el mundo, estructuralmente singular y que será ejemplo de superación de una crisis que con Torres In Tempo todavía no ha podido».

In Tempo incluye 269 apartamentos en sus dos torres paralelas, separadas 20 metros y unidas en sus últimos 30 metros de altura mediante un cono de vértice inferior y base elíptica. A su finalización será el quinto edificio de mayor altura y la construcción residencial más alta de España y segunda de Europa.