En la España católica y gris de los años 50, un alcalde se atrevió a romper todos los moldes. Se atrevió a enfrentarse a Franco y a la Iglesia, que había iniciado un proceso para excomulgarlo a raíz de la denuncia de varios vecinos. Y, además, se atrevió a coger una Vespa para viajar a Madrid con el fin de hacer entender al mismísimo dictador su propósito. Aquel alcalde fue Pedro Zaragoza Orts y el motivo de todo el escándalo, un decreto para autorizar el uso del bikini en las playas de un pueblo que aspiraba a convertirse en una potencia turística de primer orden. Ahora, coincidiendo con que se cumplen seis décadas de todo aquello, la productora alicantina Nakamura Films llevará este crucial episodio de la historia de Benidorm a la gran pantalla a través de un cortometraje titulado «Bikini. Una historia real».

«Tuve conocimiento de todo aquello a través de mi suegro. Un día me contó la anécdota y me pareció espectacular la forma que tuvo aquel hombre de enfrentarse al problema que había surgido en su municipio», explica Óscar Bernàcer, el director y alma máter de un proyecto que se inicia con el rodaje de este corto basado principalmente en la entrevista entre Zaragoza y Franco en El Pardo, pero con proyección de ir a más en un futuro próximo, agregando la grabación de un documental y de otro formato más amplio de ficción, con el objetivo de dar mayor difusión a «la obra de este visionario que fue Pedro Zaragoza».

Porque, sin duda, pese a que aquel alcalde fue el «constructor» de la ciudad que hoy es Benidorm, sólo el episodio del bikini marcó un antes y un después en la historia del municipio. A principios de la década de los 50, las primeras veraneantes del norte de Europa que elegían este destino para pasar sus vacaciones, comenzaron a vestir la prenda de dos piezas inventada sólo cuatro años antes por el francés Louis Reard para tomar el sol, ante la estupefacción de muchos vecinos y turistas nacionales. Una multa impuesta por la Guardia Civil a una viajera inglesa por llevar bikini precipitó que en 1952 Pedro Zaragoza, consciente de la importancia turística que tendría para Benidorm ser permisivo en este aspecto, firmara un decreto mediante el cual el municipio se convirtió en el primero en España en autorizar por escrito el uso del bañador de dos piezas.

El decreto del alcalde establecía sanciones contra aquellos que insultasen o importunasen a las mujeres que llevaran bikini tanto en las playas como en la calle, hasta que en 1953 comenzaron los problemas. Algunos vecinos denunciaron los hechos ante el arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, que inició el proceso para excomulgar al alcalde. Y entonces, consciente de los problemas que la excomunión le podían generar, el alcalde cogió su Vespa y, tras un viaje de ocho horas, se presentó ante el propio Franco para que mediara en su favor.

El encuentro entre ambos, en el que también estuvo Carmen Polo, esposa de Franco, es el eje central sobre el que gira el corto, que tendrá unos 18 minutos de duración y cuenta en clave de humor cómo pudo ser la reunión que puso fin a la que el propio general denominó como «guerra del bikini». Para llevarlo a cabo, además de hablar con personas de la localidad que conocieron directamente los hechos, Bernàcer también se ha entrevistado con uno de los hijos de Zaragoza Orts para conocer anécdotas más íntimas de aquella reunión.

La cinta, en la que participan los actores Rosario Pardo, Sergio Caballero y Carlos Areces, se está rodando en exteriores de la provincia y en El Pardo. El objetivo de la productora es poder estrenarla de cara a la primavera, con un pase en Benidorm y otro en Valencia, y a partir de ahí mover el corto en cerca de un centenar de festivales del sector, como explicó ayer su responsable.

«Es una historia apasionante, que explica el desarrollo de esta ciudad, pero también de todo el país», indicaron el director y el actor Sergio Caballero, que da vida a Pedro Zaragoza. Ayer, como hizo el alcalde hace seis décadas, Caballero se subió a la Vespa para reproducir aquel viaje con destino a la gran pantalla.