Con la melodía de «La Muixaranga» tocada por la xirimita y el tabalet y una plaza de la Constitución de Benidorm llena de curiosos turistas, tuvo lugar ayer la «penjà», el momento en el que la Festa La Carxofa iza sobre la plazoleta una enorme alcachofa realizada por sus miembros que será quemada esta noche como broche final a los festejos. Éstos, aun escuetos, tienen una larga tradición en el municipio, remontándose a final de los años 20 cuando unas mujeres que regentaban una verdulería, llamadas «las filomenas», decidieron alargar un poco más la fiesta «al ver que se quedaba triste el barrio» tras finalizar los festejos Patronales.

Así lo recordó ayer el presidente de la comisión de este año, Ramón García Marín, quien añadió que tras la Guerra Civil estas fiestas dejaron de celebrarse no retomándose hasta los años 70.

Desde entonces hasta ahora la Festa de la Carxofa se ha celebrado ininterrumpidamente, arrancando los viernes con la «penjà de banderetes» y la degustación de los típicos «bollos» elaborados por los miembros de la comisión en el Casal del Fester.

Ayer, además de colgar la enorme alcachofa, organizaron a medio día y por la tarde una degustación de sardinas, alcachofas y vino. Los pequeños disfrutaron también participando en el ya tradicional concurso de dibujo infantil en la plaza, donde por la noche se celebraría la verbena.

Hoy, a las 12.30 horas, realizarán su ofrenda de flores a la Virgen del Sufragio para continuar después con la degustación de sardinas y vino, que repetirán a partir de las siete de la tarde.

El punto final lo pondrá la gran traca que dará lugar a la «cremà» de la Carxofa tendrá lugar a partir de las 22.30 horas .