No pudo ver terminada la que ideó como su gran obra. José Ignacio de la Serna de la Garma, constructor y promotor del edificio InTempo de Benidorm, falleció ayer a los 77 años de edad víctima de un cáncer contra el que llevaba luchando desde hace tiempo y que finalmente no ha podido vencer. Los restos del empresario, que fue el autor de algunos de los edificios más altos de la ciudad, fueron trasladados al Tanatorio de la Marina Baixa, ubicado en La Vila Joiosa, hasta el que durante buena parte de la jornada se desplazaron numerosos empresarios, amigos y políticos de la ciudad para acompañar a sus familiares en estos duros momentos. En este mismo lugar se oficiará hoy una misa funeral, a las 16 horas.

A lo largo de su trayectoria empresarial, De la Serna escribió algunos de los hitos del urbanismo local. Vizcaíno afincado en Benidorm, entre las numerosas promociones que realizó tanto en la ciudad turística como en l'Alfàs del Pi, destacan dos por encima de todas. En 2002, con la promotora Grupo Arcentales, finalizó la construcción de uno de los edificios más emblemáticos por su altura y diseño, el Neguri Gane, con 145 metros de altura y 40 plantas, ubicado en la intersección entre las avenidas Comunidad Europea, Valenciana y de Europa.

Tras éste, llegaría el proyecto en el que De la Serna puso toda la carne en el asador y que ha acabado por llevar a su constructora, Olga Urbana, prácticamente a la quiebra y al concurso de acreedores en el que se encuentra en la actualidad: el rascacielos InTempo. Ideado para ser el edificio residencial más alto de Europa, con dos torres encaradas de 200 metros de altura y engarzadas con una estructura en forma de diamante en su parte más alta, comenzó a construirse en 2007 y su finalización estaba prevista para 2012. Sin embargo, lleva paralizado cerca de un año, después de que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), popularmente conocida como «banco malo», se hiciera en 2013 con el crédito de 93 millones que en su día concedió Caixa Galicia a Olga Urbana para levantar las torres y agotara los créditos para acabar la obra.

Ante la imposibilidad de insuflar más fondos para finalizar las dos torres y encontrar un inversor a quien venderle en lote el edificio, el «banco malo» solicitó el pasado noviembre la declaración de concurso de acreedores para Olga Urbana, debido a su imposibilidad para atender las deudas que tiene contraídas con decenas de agentes. A esto se suman algunas polémicas que han salpicado la construcción de las torres en los últimos años, como el abandono de sus principales arquitectos por sus desavenencias con el «controlador» impuesto por la Sareb.

Fuentes cercanas a la familia recordaron ayer que estos hechos y el fallecimiento de su mujer hace un par de años, unidas a su enfermedad, acabaron por mermar enormemente la salud de De la Serna.