El día de ayer pasará a la historia como uno de los más importantes de Altea. La conmemoración del cuarto centenario del otorgamiento de la Carta Puebla a las primeras sesenta familias que se asentaron en el municipio a principios del siglo XVII, reunió en el mismo lugar donde se firmó el documento el 11 de enero de 1617 a una extensa representación política, académica y artística de la Comunidad Valenciana, además de a cerca de medio millar de vecinos que acudieron a la plaza de Carmelina Sánchez Cutillas, junto al Portal Nou, una de las puertas de entrada al recinto amurallado y la fortaleza que construyó el primer Marqués de Ariza, Francisco de Palafox, reinando Felipe II, que había mandado construir el Fort de Bernia.

La celebración de los 400 años de la Carta Puebla se inició a las 12 en punto de la mañana con un volteo de campanas en las dos iglesias de Altea y el disparo de 400 salvas desde el mirador de la plaza de la iglesia. En este espacio se concentraron las autoridades invitadas entre las que estaban el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera; la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador; el subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Gómez; el diputado del Parlamento español, Joan Baldoví; el director artístico del ADDA, Josep Vicent; los rectores de las universidades de Alicante y Miguel Hernández, Manuel Palomar y Jesús Tadeo respectivamente; el director del MARQ, Manuel Olcina; los ex alcaldes de Altea, Bautista Borja, Andrés Ripoll y Miguel Ortiz; la corporación municipal actual en pleno con el alcalde Jaume Llinares; y otros 62 ex concejales del Ayuntamiento de Altea, además de los alcaldes de Benidorm, L'Alfàs, La Vila, Polop y Xaló.

Tras un breve recorrido por las calles que conformaban los intramuros del pueblo en 1617, la comitiva se dirigió a la plaza de Carmelina Sánchez Cutillas para asistir al pleno extraordinario de la conmemoración institucional del 400 aniversario de la Carta Puebla. El acto lo iniciaron 20 escolares del municipio en representación de la mayor parte de las nacionalidades que conviven en los centros educativos de Altea. Todos leyeron el pasaje del libro «Coses de la meua terra», de Carmelina Sánchez Cutillas, que dice «mi patria era toda la tierra cercada por Aitana y por Bernia y por Puigcampana, y todo el semicírculo del mar que temblaba entre la ralla del horizonte y la Sierra Helada y el Morro Toix».

La profesora titular de Arqueología en la Universidad de Alicante, Feliciana Sala, leyó el texto institucional en donde dio una lección magistral sobre la historia de Altea y de cómo hay vestigios de íberos, romanos y árabes; y de cómo en 1279 hubo otra Carta Puebla otorgada por el rey Pedro III El Grande pero que hasta 1617 no se asentó definitivamente el nuevo pueblo de Altea, ya que hubo a lo largo de esos casi 400 años muchos despoblamientos; y de cómo en agosto de 1705 Altea fue escenario de un hecho histórico destacado: la proclamación del archiduque Carlos (Carlos III) como rey en la Guerra de Sucesión cuando desembarcó junto al rio Algar la flota anglo holandesa que lo apoyaba contra los Borbones.

El alcalde Jaume Llinares afirmó que «celebramos el nacimiento de la actual Altea que hoy conocemos aunque nuestro pueblo es más antiguo. Celebramos, por tanto, el renacimiento de la Altea moderna».