Altea fue el pasado sábado la capital de las letras valencianas contemporáneas con la celebración de la gala de la primera edición de los Premios Altea de Literatura e Investigación en lengua valenciana que tuvo lugar por la noche en el espacio Mirador del Palau Altea, donde se dieron a conocer los autores de las obras ganadoras de las tres modalidades en que consisten estos galardones literarios: "Premio Carmelina Sánchez-Cutillas de Novela i Prosa Creativa", "Premio Altea de Literatura Infantil i Juvenil" y "Premio Francesc Martínez i Martínez de Ensayo e Investigación". Además, se rindió un homenaje a la figura del historiador e investigador alteano Ramón Llorens Barber, que murió en 2004 a los 73 años de edad.

El "Premio Carmelina Sánchez-Cutillas de Novela i Prosa Creativa", el más importante por su dotación económica de 5.000 € concedidos por la Fundación Caixaltea lo recibió la obra "Tast de salobre", de Joan Lluís Moreno Congost. El "Premio Altea de Literatura Infantil i Juvenil", dotado con 3.000 euros aportados por el Ayuntamiento de Altea, fue para la obra "L´àmfora fenícia", de Ivan Carbonell i Iglesias. Y el "Premio Francesc Martínez i Martínez de Ensayo e Investigación", dotado por el Ayuntamiento de Altea con 2.000 euros, se le otorgó a la obra de investigación "La gestió d´un municipi de la rereguarda republicana en la Guerra Civil", de Alberto Miralles Martínez.

A la gala asistieron más de 250 personas que llenaron por completo el espacio habilitado en el Mirador del Palau Altea. El acto se desarrolló amenizado con la música en directo interpretada por la Orquestra Blava, heredera de la mítica Orquesta Azul de Altea presente en la década de los 50 del siglo XX. Precisamente las piezas musicales se ejecutaron con las partituras originales de la orquesta primigenia gracias al archivo personal de Vicente Lloret, uno de sus fundadores que aún vive.

Además de las de los ganadores de los premios, estuvieron presentes el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deportes de la Generalitat Valenciana, Vicent Marzà; el alcalde de Altea, Jaume Llinares; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Altea, Diego Zaragozí; el director de la Càtedra Enric Valor de la Universidad de Alicante, Joan Borja; Cristina Llorens, hija del homenajeado con el Premi Estela d'Honor, Ramón Llorens; José Ferrándiz, director del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert; Verònica Cantó, secretaria de la Acadèmia Valenciana de la Llengua; Carles Cortés, vicerrector de Cultura, Deporte y Lenguas de la Universidad de Alicante; Tatiana Sentamans, vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad Miguel Hernández; José Miguel Cortés, presidente de la Fundació Caixaltea; el director del MARQ, Manuel Olcina; el artista Pepe Azorín, autor de la escultura que recibió el ganador del premio Carmelina Sánchez-Cutillas; las familias descendientes de Ramón Llorens, de Francesc Martínez i Martínez y de Carmelina Sánchez-Cutillas; y el alcalde de Castalla, cuna de Enric Valor, Antonio Bernabeu, entre otras personalidades del mundo universitario, social y de la cultura.

Como mantenedor y presentador del acto actuó el profesor Joan Borja, uno de los artífices de estos Premios Altea que ha hecho una gran labor de convencimiento tanto hacia la Fundación Caixaltea, según afirmó su presidente José Miguel Cortes durante su discurso previo a la entrega del premio que patrocina esta entidad, como con las universidades de Alicante y Miguel Hernández o con la Acadèmia Valenciana de la Llengua.

Con un hilo conductor basado, e inspirado, en la obra "Materia de Bretanya", de Sánchez-Cutillas, Joan Borja afirmó que el acto que se celebraba en el Palau Altea es "el amor a las palabras y al arte de las palabras. La seducción por la Literatura. La pasión por el conocimiento. La... -perdonen que lo diga así- la deliciosa pornografía de la curiosidad humana, felizmente voraz e insaciable. Las ganas de soñar, de imaginar, de saber, de fantasear. En definitiva: de vivir, en la que tenemos, otras vidas de propina".

Con las esculturas de los premios que se descubrirían después en un lugar preferente del escenario, el conseller Vicent Marzà inició el acto con un discurso en donde felicitó al Ayuntamiento de Altea por esta iniciativa y calificó a estos premios como "muy importantes para poner en valor nuestra cultura". Marzà aprovechó el micrófono para reivindicar mayor financiación del Estadio español en la Comunidad Valenciana.

Por su parte, el concejal de Cultura de Altea, Diego Zaragozí, recordó que la historiadora Julia Campón, presente en el acto, en 1991 ganó el Premio de Investigación Villa de Altea con su obra "Història Medieval d´Altea" y que por alguna razón desconocida "ese premio quedó en el olvido". El edil señaló que este año "celebramos el 400 aniversario de la refundación de Altea, y por esa rezón hemos querido resucitar este premio de investigación". Zaragozí afirmó que los actuales Premios Altea "son una idea de Joan Borja con la que el Ayuntamiento, la Fundación Caixaltea, las universidades de Alicante y de Elche, el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y la Acadèmia Valenciana de la Llengua nos hemos embarcado porque vemos que es un gran proyecto ilusionante para poner en énfasis nuestra cultura y la lengua valenciana". El concejal alabó "la valentía de la joven editorial Aila Edicions, que editará las obras ganadoras de literatura" y piropeó la labor del alteano Pau Urios como diseñador del cartel de estos premios. Acabó su disertación con unos aportes biográficos sobre la vida y la obra de Ramón Llorens, "investigador y escritor alteano al que le debemos la creación de la biblioteca municipal entre otros logros". Posteriormente le entregó a la hija de Ramón, Cristina Llorens, la Estela de Honor, una reproducción fiel y a escala hecha por Teresa González de la estela funeraria del guerrero íbero encontrada en la necrópolis ibérica de Altea la Vella en 1972, y que ha sido expuesta en el MARQ recientemente.

Cristina Llorens agradeció en nombre de su familia la recepción de "este honor y homenaje que se le hace a mi padre. Un hombre que dejó un legado de investigación sobre la historia de Altea y otros pueblos de la comarca que recogerán sus nietos". Llorens afirmó que la familia se sentía "feliz, emocionada y agradecida" por el reconocimiento hacia su padre.

Entregada la Estela de Honor, premio concebido "para reconocer la memoria de los creadores o los escritores alteanos que, ya desaparecidos, han destacado y sobresalido vitalmente en el ámbito de la literatura o de la investigación", se celebró una cena de gala amenizada por la Orquestra Blava. Tras los postres, se procedió al descubrimiento de los galardonados con los premios convocados, que en lengua valenciana son los mejor dotados económicamente y más ambiciosos de la provincia de Alicante con un total de 10.000 euros. Joan Borja calificó el acto como "la fiesta de la palabra".

El primer galardón que se iba a descubrir era el correspondiente al Premio Francesc Martínez i Martínez de Ensayo e Investigación. "Un premio que lleva el nombre del folclorista valenciano, puede ser, más importante de todos los tiempos, que ha hecho del pueblo de Altea el epicentro de la fantasía valenciana. Si quieren, al lado de la Castalla de las maravillas del señor Enric Valor". Borja leyó un pasaje de "Materia de Bretanya" previamente a la entrega del Trofeo Penell acreditativo de este premio que, realizado por Serafín Cortés, es la veleta que corona la conocida Casa Cervantes ubicada en la calle Santa Bárbara del casco antiguo de Altea, residencia del floclorista alteano. Con este "penell" se representa "la culminación y la parte más elevada del legado de Francesc Martínez i Martínez, así como también la divulgación del conocimiento a los cuatro vientos que señala la veleta en todas las direcciones del mundo", según dijo Joan Borja. De entregar el premio se encargó el director del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert, José Ferrándiz Lozano. Antes de descubrirse el ganador, Ferrándiz mostró su satisfacción "porque nuestra institución editará la obra ganadora de este premio", y felicitó al Ayuntamiento de Altea "por la creación de estos premios que han estimulado la creación literaria infantil, juvenil y adulta, y la investigación", y por que ha conseguido "la implicación en este proyecto de distintas instituciones públicas que estamos obligadas a difundir el conocimiento de la investigación y trasladarlo a la sociedad", pues "sin la transferencia del conocimiento no hay progreso". Acabado el discurso, se leyó el acta del jurado formado por Mari Ángeles Abellán López, Feliciana Sala Sellés y Emilio Casanova Herrero que otorgaban el premio de investigación a la obra "La gestió d´un municipi de la rereguarda republicana en la Guerra Civil", cuyo autor es Alberto Miralles Martínez.

El ganador agradeció la colaboración del historiador alteano Juan Vicente Martín y explicó que su obra "es un esfuerzo para conocer aspectos en los que se vio implicada la sociedad de Altea en el contexto de la Guerra Civil. Refleja la situación y la problemática propia de una localidad de la costa mediterránea valenciana del primer tercio del siglo XX, con la exigencia de una contribución que la obligó a un sobreesfuerzo a partir de sus propios recursos materiales y personales". Miralles Martínez, nacido en Valencia en 1967, es Licenciado en Historia por la UNED, y actualmente ejerce la de ELE en el Reino Unido. El autor afirmó que "he querido indagar en la toma de tierra de la Historia en mayúscula con una investigación de diferentes esferas del universo alteano en el marco de una época de extrema tensión como es la de la Guerra Civil, aportando conocimiento a un vacío historiográfico de la Marina Baixa".

La música de la Orquestra Blava continuó con piezas de las Big Band de los años 40 y 50 para dar paso al descubrimiento del ganador del Premio Altea de Literatura Infantil i Juvenil. Joan Borja mostró el Trofeo Aila, una recreación escultórica realizada por el Área de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la UMH en Altea inspirada en una de las figuras representadas en las pinturas rupestres de la Penya de l´Ermita del Vicari, en la sierra de bernia, declarada por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad en 1998. Este trofeo "evoca la mágica simplicidad de la creatividad infantil protagonista del premio". Para entregárselo al ganador o ganadora, subieron al escenario tres representantes de las instituciones que han colaborado en estos premios: Verònica Cantó, secretaria de la Acadèmia Valenciana de la Llengua; Carles Cortés, vicerrector de Cultura, Deporte y Lengua de la Universidad de Alicante; y Tatiana Sentamans, vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad Miguel Hernández. Tras unas palabras de Verònica Cantó se leyó el acta del jurado que daba como ganadora de este premio a la obra "L´àmfora fenicia", de Ivan Carbonell i Iglesias. El autor, nacido en València en 1979, es licenciado en Filología Catalana, licenciado en Humanidades y graduado en Historia por la Universitat de València. Actualmente es profesor de Valenciano en Secundaria. Sobre la obra ganadora, Carbonell explicó que cuenta como Juli y su grupo de amigos de Cocentaina pretenden pasar unos días de desconexión en el Portet de Moraira, antes de ir a estudiar a València. "Sin embargo, el hallazgo de una ánfora fenicia mientras Hipòlit y Juli bucean en el Portet hará que se enreden, sin proponérselo, en una historia de secuestros, fotografías ilícitas y asaltantes nocturnos". Por si no era suficiente, un amor estival sacude también el grupo de amigos, "que seguirá pistas entre novelas de Chester Himes, rastros de nazis franceses, torres de vigía y cuevas de cenizas, y el misterio de un paraje de Teulada, la fuente de la Jana, en la que seis siglos antes San Vicent Ferrer conjuró la magia que dominaba el lugar". Para Ivan Carbonell, "ganar la primera convocatoria de un certamen que nace ya siendo importante es una sensación única. Si el lugar del certamen es Altea, el sentimiento no puede ser más especial. Altea es literatura y es erudición, es Francesc Martínez i Martínez, es Carmelina Sánchez-Cutillas y es Joan Borja. Creo que estos premios remachan el clavo de este vínculo entre la localidad y las letras. Altea es con estos premios más que nunca una ciudad literaria". Como profesor que es, el autor indicó que la novela juvenil "tiene que entretener al lector joven, pero también enseñar. Y además, debe partir de la premisa de que los jóvenes no son estúpidos: el misterio de este libro no se resuelve hasta el final, pero los lectores quedan ya desafiados para resolverlo desde la primera página", concluyó.

Finalmente le llegaba el turno al descubrimiento de la obra ganadora del premio estrella de esta convocatoria: el Carmelina Sánchez-Cutillas de Novela i Prosa Creativa. El presidente de la Fundación Caixaltea, José Miguel Cortés, que dota a este premio con 5.000 euros, indicó que la fundación que preside forma parte de la entidad Caixaltea integrada en el grupo Cajamar, y afirmó que "actos como el de hoy son los que confirman que ha valido la pena crear una institución como la nuestra para colaborar en el engrandecimiento de nuestra cultura". Cortés señaló que el símbolo de este premio "es la escultura de Pepe Azorín ´La mà del sol´ que hace referencia a un pasaje de la obra de Carmelina ´Materia de Bretanya´ y representa el gozo, la alegría y la plenitud vital, tal y como queremos que siga simbolizando durante la, sin duda, larga vida de los hoy iniciados Premios Altea de Literatura". Tras leerse el acta del jurado formado por Anna Esteve Guillén, Víctor Gómez Labrado y Josep Martines Peres, se dio a conocer que la obra ganadora es "Tast de salobre", de Joan Lluís Moreno Congost, atendiendo no solo a la calidad estilística, sino también al planteamiento de una temática de actualidad: la crisis de valores en una familia acomodada de Alicante", según refería el jurado.

Moreno Congost, nacido en Alicante en 1961, es profesor de Secundaria en el IES El Pla de Alicante. Su trayectoria literaria comienza en 2003 con la novela "Jack no va passar pel purgatori", editada por Columna Edicions, ganadora del XII Premi de Narrativa Ciutat de Badalona, ??XVI Premi Solstici d´Estiu. Aparte de otras obras literarias, también es autor teatral, una de cuyas obras, "Els dies de la nit", fue Premi de Teatre Evarist Garcia 2006, representada por la compañía Elisa Teatre y editada por la Diputación de Alicante. "Tast de salobre" es su segunda novela. El ganador explicó que "le dije a mi amigo poeta Joan Andreu Gascó, de Oliva, que necesitaba un poema de amor en el que estuviera muy presente el mar, para la novela que estaba escribiendo. Joan Andreu compuso y me regaló un poema precioso, ´Tast de salobre´. Me gustó tanto que, incluso, decidí que aquel debía ser el título de la novela. Entonces me lo regaló también. Cosas de los amigos" (risas). Sobre la obra, su autor señaló que "cuenta como Vicent, un anciano en las postrimerías de la vida, y Luz Marina, una joven colombiana que lo cuida, son dos de los protagonistas. El tercer protagonista es el mar, omnipresente a lo largo de toda la obra. Los paseos y las conversaciones de Vicent y Luz Marina nos permiten ir conociendo aspectos de la vida de ambos: Vicent, patriarca de una de las familias más acomodadas de la ciudad de Alicante, mantiene una relación tortuosa con uno de sus tres hijos, que marcará el devenir de los acontecimientos. Conserva una mente lúcida, sarcástica y sensible, aprisionada en un cuerpo decrépito y achacoso; Luz Marina, madre de dos hijos que ha tenido que dejar su país para buscar una vida más próspera para los tres, conserva bajo la piel las marcas indelebles de los golpes que ha recibido. Dos personas, dos vidas, dos mundos que se necesitan mutuamente". En "Tast de salobre", Joan Lluís Moreno dijo que cuenta una historia "sencilla a partir de la relación entre un anciano y una joven colombiana que lo cuida, en la que aparecen temas de lo más actuales, como la inmigración o la violencia machista, y otros universales, tales como el amor, las pérdidas, la muerte o el paso del tiempo". La obra transcurre en estos tiempos de crisis "donde nos han sumergido los que deciden cuándo y dónde debe haber una crisis; y en una ciudad, Alicante: la ciudad de donde soy y donde he vivido siempre", aseveró Moreno. Y añadió que "en realidad la novela tiene tres protagonistas: Vicent y Luz Marina, el anciano y la joven que lo cuida, y el mar, el mar de aquí, el del Postiguet y el puerto de Alicante, esta ciudad que amamos y maltratamos a partes iguales".

Cerró el acto el alcalde de Altea, Jaume Llinares, felicitando en primer lugar a los ganadores de cada modalidad y a la familia de Ramón Llorens. A estos les dijo "tenéis el honor de inaugurar el palmarés de estos premios. Gracias por volcar vuestro talento, trabajo y tiempo en la creación de tres obras que engrandecerán la bibliografía de nuestro pueblo". Llinares aseveró que mediante estas tres propuestas ganadoras "el municipio promocionará el ensayo, la novela y la prosa en valenciano en un año muy especial para Altea en que celebramos el 400 aniversario de la Carta Puebla. Creo que estos premios son un regalo que Altea se merecía". Llinares reivindicó la importancia de estos premios "que nacen con la voluntad de convertirse en imprescindibles de las letras valencianas contemporáneas", y recalcó que "humildemente, pero con convicción, estamos decididos a ser un referente que impulse la creación literaria y la investigación en nuestra lengua". El alcalde dedicó palabras de agradecimiento a todas las instituciones y organismos que apoyan estos Premios, y enfatizó el agradecimiento hacia el conseller Vicent Marzà "por haber reservado un espacio en tu apretada agenda para estar esta noche entre nosotros".