El callejón de La Almadrava, que une la calle de La Mar con la calle de Sant Pere junto a la actual oficina de Turismo, está cortado al tráfico peatonal desde hace cerca de un mes por el estado de ruina en que se encuentra el edificio que forma el voladizo sobre el vial.

La concejala de Urbanismo, Imma Orozco, informó ayer que «a raíz de unos recientes desprendimientos del edificio, la Policía Local decidió cerrar inmediatamente el acceso por precaución y seguridad». Además, la posterior inspección realizada por los técnicos municipales «constató la gravedad de la situación, ya que consideran que el inmueble que configura el voladizo sobre el callejón es insalvable». La edil señaló que el callejón «está incluido como Bien de Interés Etnológico en el Catálogo de Bienes a Proteger», razón por la que «debemos tener un cuidado especial en las decisiones que se toman sobre los inmuebles que lo configuran. Desgraciadamente, los técnicos coinciden en el estado de ruina en que se encuentra esta construcción y la necesidad de demolerla para exigir una fiel reconstrucción, y así se lo hemos hecho saber a los propietarios». De momento, el Ayuntamiento ha procedido a realizar un apuntalamiento «para que los técnicos puedan documentar detalladamente el inmueble para su futura reconstrucción con la mayor fidelidad posible», añadió Orozco, pues «somos conscientes de la belleza e importancia de este rincón».

Orozco recalcó que el compromiso de su concejalía y del resto del gobierno municipal «es la adecuada conservación de nuestro patrimonio». Según la edil, la riqueza del inmueble «no radica en su calidad constructiva, sino que es su estética la que aporta al entorno», pues los materiales utilizados en la época de posguerra «son muy pobres».

La concejala añadió que «hemos intentado que la demolición fuera la última alternativa, pero el criterio de los técnicos es muy claro al respecto: Apuntalar 'sine die' esta edificación no aportaría nada bueno, y sí gastos innecesarios a la propiedad ya que obligatoriamente habría que efectuar una posterior demolición para garantizar una reconstrucción fiel y en condiciones de absoluta seguridad del pasadizo». Orozco explicó que se está intentando coordinar desde Urbanismo que esta actuación «vaya de la mano de la que próximamente se realizará en la edificación de al lado y que pertenece a otra propiedad. Este inmueble, cuyo estado también nos preocupa, está tramitando una licencia de intervención para garantizar la seguridad que ya ha sido informada favorablemente por la unidad de Patrimonio de la Conselleria. Solamente faltan dos informes de otras administraciones sectoriales afectadas para poder actuar lo antes posible y al mismo tiempo en las dos edificaciones, ya que la una podría perjudicar a la otra», concluyó la edil.