Altea se ha declarado «Ciudad libre de circos con animales». En el último pleno del Ayuntamiento celebrado la pasada semana, la corporación municipal aprobó por unanimidad prohibir en el municipio la instalación de circos que utilicen animales en sus espectáculos.

La iniciativa partió de una moción elevada al pleno el pasado día 13 por más de cien alumnos de Primaria del CEIP L'Olla en la que pedían que el Ayuntamiento «tome las medidas convenientes en contra de los espectáculos de circos con animales que han sido sacados de su hábitat y que tienen un trato antinatural».

En el pleno, el alcalde, Jaume Llinares, señaló que dicha propuesta «es de un gran interés para Altea» y destacó que los alumnos del colegio L'Olla, a los que felicitó públicamente, «tienen una gran conciencia ecológica y trabajan en defensa de los derechos de los animales», razón por la que «nos han pedido que Altea se una a la lista de localidades que prohíban la instalación de circos que utilizan animales en sus espectáculos».

En el escrito redactado por los alumnos se afirma que algunos circos utilizan animales salvajes en cautividad. «Estos animales sufren un continuo maltrato, bien sea por el tratamiento que reciben en los entrenamientos, o bien por las condiciones de vida dentro de camiones que viajan enjaulados y encadenados cientos de kilómetros y después los obligan a actuar bajo la amenaza de castigos».

Los escolares remarcan que el público de estos espectáculos «son en su gran mayoría niños y niñas como nosotros que desconocen lo que hay detrás de estos circos ambulantes. Los niños queremos que se trate a los animales con respeto y dignidad. Por ello, como ciudadanos y ciudadanas de Altea presentamos esta moción con el apoyo de ONGs como Anima Naturalis y Circos.org a nuestro Ayuntamiento para que tome las medidas convenientes en contra de los espectáculos con animales», pues «el estado de cautividad de estos animales no aporta valor educativo alguno. Por el contrario dan una visión distorsionada de la realidad», apostillan el centenar de alumnos a los que los concejales apoyaron con la decisión de convertir a Altea en una ciudad libre de circos con animales.