El desmadre y la juerga a la que sucumben algunos turistas extranjeros en Benidorm no es nada nuevo. Tampoco las molestias que estas actitudes generan ante los vecinos. Por ello, hace cosa de un año, el pleno de Benidorm aprobó una moción presentada por el grupo municipal Ciudadanos (Cs) para crear una ordenanza cívica que buscaba poner coto al turismo de borrachera que existe en la capital de la Costa Blanca.

La intención era redactar un documento que aglutinase todas las leyes ya existentes para regular comportamientos y actitudes que perjudican a la imagen de la ciudad y su marca turística, como explicó en su momento el portavoz de Cs, Rafael Gasent. Su propuesta fue apoyada por los partidos que en la actualidad componen el gobierno local, PP y Ciudadanos por Benidorm (CBM). El voto favorable de ambas agrupaciones permitió sacar adelante esta controvertida medida que, en cambio, no fue respaldada por el resto de grupos de la oposición como el PSOE, Liberales o Compromís-Los Verdes.

En su momento, la aprobación de esta medida causó un gran revuelo pero lo cierto es que un año después nada se ha hecho al respecto. Por ello, el portavoz adjunto de Cs, Juan Balastegui, solicitó que se inicie de forma inminente la redacción de la misma y además planteó una batería de medidas para frenar estas prácticas. Por una parte, el edil reivindicó la necesidad de «incrementar el control y la presencia policial para evitar la inseguridad que ofrece a día de hoy la playa de Levante».

Además, el concejal planteó la opción de solicitar un informe para conocer la viabilidad jurídica de poder cobrar las sanciones impuestas por la Policía Local durante su estancia a los turistas extranjeros.

Balastegui también propuso campañas en el país de origen así como reuniones con los empresarios del sector para pedir su colaboración en la lucha contra el bautizado ya como «turismo de borrachera». Precisamente, el edil se mostró muy crítico contra este colectivo al considerar que «no velan porque sus clientes acaten un mínimo de civismo». «Viven del pan para hoy generando hambre para mañana», consideró el regidor de Cs a la vez que también hizo alusión a la Fundación de Turismo VisitBenidorm ya que, a su juicio, está promocionando el destino «sin hacer nada para cambiar la tendencia en la que se está transformando» la oferta de la ciudad de los rascacielos.