El Ayuntamiento de Benidorm acogió ayer el inicio de las reuniones preparatorias de cara a la llegada del primer crucero a la ciudad, el buque MS Amadea, con capacidad para 880 personas -620 turistas y 260 miembros de la tripulación- y que en poco más de quince días prevé atracar en la ciudad. El acuerdo para albergar una escala de esta embarcación, cerrado meses atrás, representa para Benidorm toda una oportunidad para poder abrir un nuevo mercado turístico hasta ahora inédito, por lo que desde el Consistorio manifestaron ayer que no quieren dejar «ningún cabo suelto». El objetivo es que, después de éste, sean más las compañías que opten por programar la ciudad en sus rutas.

El pasado abril, fuentes del gobierno local ya avanzaron su intención de poner «todas las facilidades» a las navieras para fondear en la bahía, principalmente en lo que respecta al tema de tasas. De hecho, entonces, aseguraron que no cobrarían ningún tipo de «peaje» para intentar competir con otros puertos, principalmente el de Alicante.

En el encuentro de ayer participaron el alcalde, Agustín Navarro; la concejal de Turismo y primera teniente de alcalde, Gema Amor; la gerente de la Fundación de Turismo Benidorm, Leire Bilbao; el responsable de Puertos de la Generalitat, Fernando Piris; el jefe de la Policía Local, Juan Fuertes, y los responsables de la empresa que hará escala en la ciudad. El alcalde calificó de «hito en la historia del turismo de la ciudad lo que ocurrirá dentro de unos días», ya que desde su punto de vista, «si lo hacemos bien, puede abrir paso a un nuevo nicho de mercado, el de los cruceristas, gente con alto poder adquisitivo que en su viaje por el Mediterráneo va a realizar escala en nuestra bahía para contemplar el skyline y desplazarse hasta el puerto para visitar el casco antiguo y hacer compras en la ciudad».

Esta prueba piloto, pactada desde hace meses, viene de la mano de Pérez y Cía, que es uno de los principales consignatarios del Puerto de Alicante y tiene su sede principal en Barcelona. El crucero Amadea, nombre comercial de este gran barco vacacional, fondeará en las inmediaciones de la isla sobre las 7.30 horas, desde donde trasladará a los viajeros hasta el puerto con botes propios. La hora fijada para la partida es la una de la tarde, por lo que se espera que cientos de cruceristas, en su mayoría alemanes, recorran la ciudad durante las cinco horas que durará la escala, según trasladaron fuentes municipales.

La reunión de ayer fue la primera de una serie de encuentros que se realizarán para preparar el dispositivo de seguridad, y también para informar a los diferentes sectores empresariales de la ciudad, con el fin de poder organizar la llegada y que los empresarios locales «puedan sacar el máximo rendimiento» a esta primera escala.