El pleno de Benidorm se convirtió ayer en un espejo de lo que hace más de una semana sucedió en las Cortes. Así, los Liberales de Gema Amor presentaron una moción para rechazar ante el Consell la tasa turística. Una propuesta que apoyaron todos los grupos políticos de la ciudad turística a excepción de Compromís y el PSOE. El portavoz nacionalista, Josep Bigorra, voto en contra mientras que el grupo socialista, se abstuvo. La liberal Ángela Berná reclamó su voto favorable. «Desmárquense de València y voten pensando en Benidorm», les recriminó la número dos de Amor. Pero sus peticiones cayeron en saco roto y tanto Bigorra como el exalcalde del PSOE Agustín Navarro defendieron el diálogo en torno a cómo aplicar este nuevo impuesto, siempre con consenso, eso sí.