Nuevo actor invitado en la controvertida historia que pesa sobre la torre In Tempo, el edificio residencial más alto de Europa, cuya construcción se inició hace ahora una década en Benidorm como un signo de la fiebre por el ladrillo para terminar convertido en un símbolo del exceso urbanístico propio de aquella época dorada. Las deudas que fue adquiriendo la promotora del rascacielos, la mercantil Olga Urbana, obligaron a paralizar el proyecto que terminó en manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), la entidad conocida como «banco malo» en el argot financiero. Así, la Sareb heredó hace cinco años el préstamo hipotecario de la extinta Caixa Galicia valorado en 108 millones de euros -intereses aparte- que pesaba sobre el edificio y que ahora ha colocado por 60 millones de euros a un fondo de inversión extranjero, como confirmaron a este diario fuentes cercanas al proceso de compra. Un paso con el que el «banco malo» se desliga del futuro del In Tempo que ya ha sido traspasado a la firma SVP Global.

La última novedad sobre el icónico rascacielos fue hecha publica ayer a través de un comunicado emitido por la Sareb donde se dejaba entrever que con esta operación el desenlace de la polémica torre de viviendas está cada vez más cerca. «La venta del préstamo al nuevo acreedor privilegiado permitirá asegurar la finalización de las obras pendientes, paralizadas desde 2014, y la posterior comercialización de los apartamentos», se apuntaba en el escrito.

«Acreedor privilegiado»

No obstante, no hay que olvidar el proceso judicial abierto de forma paralela por pequeños acreedores, entre los que se encuentran desde compradores de viviendas hasta empresas que suministraron materiales durante la construcción del edificio, para intentar retirarle la condición de «acreedor privilegiado» a la Sareb. O dicho de otra forma, que el «banco malo» se pusiera a la cola para cobrar la deuda pendiente. El futuro del In Tempo, por ende, sigue siendo una incógnita.

Pese a todo, la firma de inversión SVP Global ha decidido lanzarse a la piscina y adquirir la deuda que pesa sobre el icónico edificio de Benidorm con el fin de poder concluir el mismo. Este fondo internacional está especializado en operaciones con elevados descuentos. De hecho, es importante remarcar que la compañía, con sede en Estados Unidos, ha adquirido el préstamo por 60 millones, cerca de la mitad de lo que costó inicialmente. Además, es la primera vez que el fondo de inversión extranjero que ha comprado la deuda del In Tempo irrumpe en el mercado inmobiliario español, como destacaron fuentes consultadas por este periódico.

Antecedentes

Cabe recordar que hace algo más de un año dos grupos inversores mostraron su interés en pujar por este edificio residencial, el más alto de España, dentro del concurso de acreedores en el que aún está inmersa la mercantil Olga Urbana, promotora del In Tempo. Sendas ofertas no alcanzaban los 60 millones de euros, como ya avanzó este diario. Así las cosas, una de ella ascendía a 47 millones de euros, mientras que la otra propuesta económica rondaba los 58,8 millones de euros.

Ambas cantidades eran muy bajas teniendo en cuenta que la tasación que se realizó en su día del edificio alcanzó los 90 millones y la deuda global de Olga Urbana, que superaría los 140. No obstante, el juez introdujo en el plan de liquidación de Olga Urbana la posibilidad de mejora por parte del acreedor privilegiado, que en este proceso se corresponde a la Sareb. Con esta estipulación, la Sareb podría presentar su propia oferta para adjudicarse el inmueble si el proceso culminara sin ofertas reales sobre la mesa o si éstas no llegasen, al menos, a un 70% del precio de la tasación.

Obra a medias

La construcción, que se inició en 2006, ha sufrido varias paralizaciones. La última y definitiva hace casi tres años, tiene por ejecutar todavía en torno a un 5% del proyecto, principalmente en lo referente a la urbanización de los accesos, jardines y exteriores.