Reprimenda del Síndic de Greuges al Ayuntamiento de Benidorm por no haber tomado ninguna medida aún para regularizar la situación de siete hoteles de la ciudad turística que excedieron su edificabilidad hace ahora tres lustros sin pagar compensación alguna a las arcas locales, una situación que denunció un particular, a principios de este año, ante el Defensor del Pueblo valenciano. La queja llevó al ente autonómico a abrir una investigación en torno a los alojamientos que se acogieron al conocido como «premio hotelero», implantado en el año 2000, pero que nunca llegaron a cumplir con su parte del acuerdo: compensar con suelo o con dinero al Consistorio.
Tras concluir con la investigación, el Síndic de Greuges ha remitido un escrito -fechado a 1 de diciembre- al Ayuntamiento de Benidorm en el que recomienda que, teniendo en cuenta el dilatado periodo de tiempo transcurrido desde la aprobación del «Primer Premio Hotelero», en el año 2000, «se acelere la adopción de las medidas necesarias para que los siete hoteles beneficiados por el mayor aprovechamiento urbanístico autorizado compensen al Ayuntamiento con la cesión del suelo dotacional correspondiente a dicho incremento de aprovechamiento lucrativo». O, dicho de otra manera, que la administración local se ponga manos a la obra para exigir a los alojamientos que edificaron de más sin dar nada a cambio que paguen, ya sea a través de una transferencia económica o con terrenos para uso dotacional.
En ese mismo documento, el Síndic de Greuges da un mes al Ayuntamiento para aceptar o no la recomendación. No obstante, la edil de Urbanismo de Benidorm, la popular Lourdes Caselles, ya adelantó ayer que van a tomar cartas en el asunto y que, de hecho, «nos estamos dirigiendo ya a los hoteles para que cada uno de ellos presente su Plan de Reforma Interior (PRI) y se pueda calcular la compensación que debe abonar a la administración local, señaló ayer la concejal.
En definitiva, los hoteles en cuestión deben presentar ahora su proyecto de PRI para que los técnicos municipales calculen las compensaciones, como si se tratara de una nueva reforma de ampliación, con la diferencia de que en estos siete casos las compensaciones llegaran con más de quince años de retraso. Cabe destacar que sólo uno de los alojamientos afectados -el hotel Deloix- ha iniciado estos trámites por iniciativa propia sin esperar el requerimiento del Consistorio. El resto de afectados, en cambio, todavía no se han pronunciado ante el Ayuntamiento.
Como se recordará, el «premio hotelero» fue un conjunto de bonificaciones urbanísticas que el gobierno popular de Vicente Pérez Devesa introdujo a principios de la pasada década a través de una modificación puntual del Plan General, la número 1, con el visto bueno de una Generalitat gobernada entonces por Eduardo Zaplana. El objetivo era beneficiar la construcción de hoteles de cuatro y cinco estrellas en la ciudad y se ciñó única y exclusivamente al ámbito de Benidorm, sin que el Consell diera luz verde a esta misma normativa en ningún otro municipio, debido a la idiosincrasia turística de la ciudad.
