Puede sonar a tópico, pero es cierto: la elaboración de sobrasada no es únicamente uno de los rasgos que Tàrbena conserva de su pasado mallorquín a nivel gastronómico, sino que además es un producto afamado en la zona. Antaño era habitual que los vecinos la elaboraran en sus casas, aunque hoy son pocos los que siguen haciéndolo para su propio consumo. Uno de éstos es Nazari Lledó, quien produce también aceite en su almazara. «No tiene secretos: carne de cerdo picada, pimiento rojo, sal, clavo y otras especial al gusto de cada cual», señala. «Y le hacemos un agujero en medio, igual que en Mallorca», agrega. Ahora que no se pueden hacer matanzas caseras, no obstante, la tradición «se ha perdido mucho». Hay, eso sí, una fábrica de embutidos que sigue «la receta tradicional», y que «tiene fama», según apunta su gerente, Elena Ramírez. «Vienen bastante desde Alicante sólo para comprarla».