El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, dio ayer un golpe sobre la mesa ante las supuestas irregularidades que pesan sobre el proceso selectivo convocado en el Consistorio para cubrir 15 plazas de agente para la Policía Local. Para intentar aportar algo de luz y depurar las responsabilidades que sean oportunas, el primer edil decidió ayer ir un paso más allá del propio tribunal de la prueba y no sólo dejar sin efecto el último examen, sino también suspender temporalmente todo el proceso selectivo y encargar a los técnicos jurídicos del Consistorio informes sobre las «medidas que jurídicamente procedan» a partir de ahora. Entre ellas, incluso, la revocación de todos los miembros de este tribunal bajo sospecha por la supuesta filtración.

Como ya publicó días atrás este diario, el proceso se encuentra marcado después de que uno de los opositores denunciara el pasado jueves que las respuestas del tercer examen, el tipo test, podrían haber sido filtradas a algunos de los más de 300 opositores que acudieron al examen. En concreto, el denunciante afirmaba que, al menos, una de las personas que estaba realizando el test «sin tener el examen ya estaba contestando las preguntas», tras lo cual relató que el mismo opositor, que ahora ocupa una plaza de interino en la Policía Local, «poseía algún tipo de elemento físico situado bajo la pierna derecha» y que «estaba copiando claramente», algo que, según relata en su denuncia, habrían visto otros de los aspirantes a las plazas. «Reunido con varios miembros del tribunal en el pasillo, los cuales desconozco nombres, rangos o departamentos, sólo que uno de ellos es el jefe de Personal, les he transmitido lo ocurrido», añade el escrito pero, no obstante, a continuación lamenta: «Una vez que dicho opositor ha salido del aula, le han preguntado si se estaba dedicando a copiar, cosa que lógicamente ha negado. Tampoco dichos miembros han incidido más en saber al respecto». Por ello, ante todo lo descrito, el denunciante acaba añadiendo que, en su opinión, «algunos miembros del tribunal» podrían tener «un claro interés en que esta persona obtenga una de las plazas en propiedad», como así augura que será. Por último, también manifiesta desconocer «a cuántas personas» se podrían haber filtrado las respuestas correctas para que obtuvieran mejor puntuación que el resto, pero que «es una realidad que así ha sido».

Ante la gravedad de los hechos denunciados, el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB) exigió de manera inmediata el esclarecimiento de los hechos y las acciones judiciales pertinentes.

Un paso más allá

Después de dos días de deliberaciones, el tribunal calificador de este proceso selectivo acordó ayer «anular y dejar sin efecto alguno» el examen tipo test y volver a repetir la prueba «con nuevo cuestionario». Sin embargo, a pesar de que era la decisión que, como mínimo, podría esperarse de este tribunal tras el revuelo generado entre la mayoría de opositores, el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, decidió ir todavía un paso más allá «en aras a garantizar la observancia de los principios constitucionales de participación, igualdad y transparencia» en dicho procedimiento.

Según pudo saber a última hora de ayer este diario, el primer edil no sólo ha dado por buena la decisión del tribunal, sino que, además, ha optado por dejar en suspenso todo el proceso selectivo hasta que los servicios jurídicos municipales informen y aporten propuestas sobre las acciones que a partir de ahora legalmente se pueden tomar. Y no sólo eso. Porque Pérez también ha decidido, si la ley se lo permite, revocar a todos o a parte de los miembros del tribunal, al ser las únicas personas que podrían conocer previamente el contenido del examen y, por tanto, las respuestas, «para mayor garantía de la imparcialidad y transparencia». Por último, el Consistorio dará a los más de 300 aspirantes que aún están en la oposición un plazo de audiencia de diez días «para que manifiesten lo que a su interés convenga».

El «basta» pronunciado ayer por el alcalde tiene mucho que ver con este último proceso selectivo, pero va más allá. Porque no es la primera oposición de la Policía Local que se ve salpicada de irregularidades. Como ejemplo, basta con recordar que el pasado año la oposición para cubrir diez plazas de interino para el verano ya tuvo que ser anulada después de que el examen que se entregó a los aspirantes viniera con las respuestas marcadas.