Benidorm se prepara para decir adiós a toda una generación, los hoteleros del «boom». Son todos aquellos empresarios que durante el despegue turístico vivido entre los años 60 y 70 se encargaron de levantar algunos de los grandes alojamientos que fueron clave en el desarrollo de la capital de la Costa Blanca. Y, ahora, los grandes emprendedores de aquel momento deben afrontar su retirada. Se trata de uno de los retos más importantes a los que el sector tendrá que enfrentarse en el corto y medio plazo. De ahí que desde la asociación empresarial Hosbec se hayan puesto ya manos a la obra para abordar este importante relevo generacional que, antes o después, llegará a sus miembros.

Hay que tener en cuenta que gran parte de los hoteles que operan en la actualidad en Benidorm nacieron a la sombra del «boom» turístico que la localidad experimentó durante las décadas de los 60 y 70. De ahí que la mayoría de los dueños estén ahora al borde la jubilación. Una retirada que no es baladí ya que antes de su partida deben traspasar sus negocios. Hay dos alternativas, que la familia siga al frente o vender el alojamiento. Sea cual sea la opción elegida, lo importante para el destino es que la actividad turística no se vea afectada.

Charlas informativas

Por ello, desde Hosbec han iniciado una serie de charlas para ayudar a afrontar ese relevo generacional dentro de una economía moderna y un sistema fiscal complejo como es el actual. «Las empresas hoteleras de Benidorm son de un corte eminentemente familiar pero que han desarrollado una amplia actividad y expansión, llegando a constituir importantes grupos hoteleros con un relevante activo patrimonial», describen desde la asociación empresarial.

«Cada situación debe ser analizada al detalle para establecer las medidas exactas que permitan abordar este relevo con éxito y con garantías para todos los integrantes de la empresa y del organigrama familiar vinculado a la misma», consideran desde la asociación empresarial que, junto con Gesem -una de las empresas de consultoría y asesoramiento jurídico especializado más importante de la Comunidad Valenciana (Tempe, Pikolinos o Hawkers figuran entre sus clientes)- ha organizado ya una jornada para una treintena de empresarios y directivos en la que se han debatido importantes detalles de la sucesión familiar muy adaptada a la empresa hotelera con sus particularidades.

La directora general de la consultora Gesem, Laura Vicente, fue la encargada de informar de las medidas legales para abordar con éxito el relevo generacional en las empresas hoteleras. Una de las primeras decisiones que se tiene que tomar en el organigrama familiar es determinar si los futuros herederos de los propietarios actuales están capacitados para tomar el relevo con éxito.

¿Heredar o vender?

En función de la respuesta, se puede plantear que una de las herramientas que mejor se adapta a la estructura del sector, caracterizado por un alto porcentaje de empresas familiares, es compartir la sucesión con un equipo gestor del hotel, en caso de que los herederos no sean capaces de tomar el relevo. Esta fórmula propone la entrada del equipo gestor en el capital de la empresa, sin perder totalmente la primera generación la capacidad de decisión. Para ello, según Laura Vicente, es necesaria una valoración de mercado del hotel y un contrato para directivos con cláusulas vinculadas a la permanencia y crecimiento del negocio. Otra fórmula de salvaguarda es la contratación de seguros que permitan a la compañía la protección en caso de fichaje del directivo por otra cadena.

No obstante, también existen otros mecanismos para un relevo generacional exitoso, como acuerdos entre los socios, sean familia o no, y su elevación a público a través de estatutos. Esta fórmula permite alcanzar acuerdos de obligado cumplimiento para todos sus miembros, con penalizaciones en caso de incumplimiento, así como dar a conocer la situación a otras cadenas hoteleras que pudieran estar interesadas en la absorción de hoteles más pequeños.

Ejemplos

Con todo, algunos emblemáticos hoteles de Benidorm ya han afrontado el relevo generacional. Hace cosa de un lustro, los alojamientos como el Victoria y el Royal fueron vendidos mientras que otros establecimientos, en cambio, se han quedado en manos de la familia.