Desde 2010 no se ha movido una piedra dentro del esqueleto de hormigón del Centro Cultural de Benidorm. Ayer, por primera vez en mucho tiempo, los operarios se afanaban por limpiar ese edificio que quedó a medias. Era el reinicio de las obras de este espacio prometido para la capital turística y que comenzaban de nuevo después de nueve años parados, y a sólo cinco meses de las elecciones autonómicas, con la limpieza y desinfección de todo el recinto de la avenida de Europa.

El director general de la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), Antonio Rodes, daba ayer por reiniciados esos trabajos de construcción de este espacio cultural con esas tareas de adecuación. Así explicó que, sin ellas, la empresa pública Tragsa no puede comenzar las obras para concluir una primera fase del Centro Cultural. Con todo, Rodes indicó que «en tres o cuatro semanas» se terminará la limpieza y se seguirá con la construcción.

Unas obras que, tras la firma del último convenio del Ayuntamiento con la SPTCV en junio de 2018, concluirán solo una parte de todo el edificio que se proyectó en un principio. Era el año 2007 cuando el presidente de la Generalitat en aquel momento, el popular Francisco Camps, anunciaba una inversión de 45 millones de euros para un Centro Cultural de 43.500 metros cuadrados entre los que, además de varias salas y servicios, se incluía un Palacio de Congresos de 1.139 butacas. La falta de liquidez del Consell dejaba el edificio a medias y sin una fecha de conclusión. Finalmente, las obras que se harán ahora serán de una primera fase y solo incluirán los conservatorios de música y danza, una sala de conferencias con 546 butacas y una cafetería. En total 10.5 millones de euros que se sumarán a los casi 20 millones de euros que ya se han gastado en lo que ya hay construido.

Pero para llegar a la situación actual, el Centro Cultural de Benidorm ha pasado por varios procesos administrativos farragosos y por más de un anuncio de que se iban a retomar las obras en poco tiempo. El último de ellos hace un año, cuando el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, decía que los trabajos arrancarían el pasado mes de octubre de 2018.

Sin embargo, según explicó Rodes, varios escollos han retrasado este inicio. Primero la negativa de la empresa constructora a continuar los trabajos por lo que, hasta que no se ha asegurado «la posesión de la obra», no se podía hacer nada. La UTE Dragados Rover Alcisa comunicó que no seguiría adelante con las obras al no aceptar cobrar los trabajos cuatro años después «por no tener liquidez suficiente», explicó el director de la SPTCV. Así que, como ya publicó este diario, se rescindió el contrato con la misma y será la empresa pública Tragsa la que retome los trabajos, por lo que «no ha habido necesidad de licitarlos de nuevo».

Montones de basura y enseres

Antes de nada, la empresa OHL realizará los trabajos de preparación y limpieza de las instalaciones. Y estos no son pocos. Vegetación, hierros, enseres, ropa o restos de comida y bebida se acumulan prácticamente en cada rincón. Hay un hueco de ascensor que tiene varios pisos de basura acumulada. Rodes explicó ayer que el edificio se ha tenido que desalojar en varias ocasiones por la presencia de una docena de okupas. Los últimos abandonaron el espacio hace apenas unos días con maletas.

Por algunos huecos se pueden ver latas, botellas, restos de comida, tendederos aún con ropa y hasta una parabólica enganchada a un hierro. Los okupas habían hecho de este esqueleto de hormigón su casa. Ahora todo eso será retirado, lo que supondrá varios días de trabajos. Luego se retranquearán las vallas en la calle para ampliar la zona de seguridad, para lo que la SPTCV ya ha pedido permiso al Ayuntamiento. A partir de ahí, las máquinas, grúas y camiones volverán, o eso es lo que está previsto, para que en un año y medio se terminen los trabajos.

Con todo, la visita de ayer pillaba por «sorpresa» al Ayuntamiento. El alcalde Toni Pérez indicó que no sabía nada de la misma y que «me hubiera gustado acompañar» a Rodes. Por su parte, Ciudadanos (Cs) calificó en sus redes sociales el anuncio como un «chiste» ya que «lo único que han empezado es a limpiar».