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La reexcavación de las termas de Allon de la Vila Joiosa

El Plan Director para hacer visitable los restos llega 13 años después de descubrir uno de los yacimientos mejor conservados que permanece actualmente bajo tierra. El proyecto incluye una cubierta y un monumento abierto, accesible e inteligente

La parcela donde están los restos de las termas y la tierra que las cubre para garantizar su conservación. DAVID REVENGA

Caminar entre piscinas de agua caliente, muros antiguos y restos de calles empedradas u hornos de leña. Los restos arqueológicos de las termas romanas de Allon, en La Vila Joiosa, guardan entre sus piedras la historia de una ciudad que se convirtió en una de las importantes de su época. Desde que se encontró el yacimiento, su historia está bajo tierra, algo que podría cambiar en los próximos años.

Las termas romanas, situadas al final de la actual calle Colón, se descubrieron en 2006 y son una de las obras civiles urbanas romanas mejor conservadas. El complejo que salió a la luz era un balneario monumental tras declararse Allon como municipium por el emperador Vespasiano hacia el año 74. A su alrededor se alzaba todo un centro comercial de la época con una de las calzadas romanas más importantes Sin embargo, estos restos llevan más de una década tapados para conservarlos.

Ahora, trece años después de que se localizaran, el Ayuntamiento de La Vila, por medio de Vilamuseu, y la Diputación de Alicante, han puesto sobre la mesa un Plan Director para la Conservación y puesta en valor de las Termas Públicas del Municipium Romano de la Vila. Un proyecto que tendrá que establece cómo recuperar las mismas y el uso que darles para que sean visitables. El director de Vilamuseu, Antonio Espinosa, explicó que este plan «ha tardado un poco» pero que se trata del documento clave para «poder poner en valor» este yacimiento y convertirlo en un monumento abierto, accesible e inteligente.

¿Y cómo se hará esto? Pues el proyecto recoge una recreación de cómo serían las termas en época romana. Por tanto, todos los elementos que la envuelven estarán relacionados con hacer creer a los visitantes que se han trasladado de época. Para ello, la intención «no es restaurarlo» sino «hacerlo visitable para poner en valor todo el espacio». Así que no habrá ni rampas por encima del yacimiento o pasarelas sino que el propio espacio será visitable. «La intención es poder proyectar en la piscina de agua fría que está bien conservada a gente bañándose como entonces»; o «añadir efectos que hagan trasladarse a los visitantes».

A todo ello se une una de las partes más costosas y por la que hay que empezar: la cubierta. El proyecto contempla cubrir todo el yacimiento antes de poder acabar de excavar las pequeñas partes que quedan o reexcavar todos los restos que permanecen cubiertos. «Hay que hacer los pilares para esa cubierta», apuntó, una de las partes más complicadas. En esa labor de excavar nuevas partes, Vilamuseu espera poder «resolver alguna incógnita». Y es que los expertos tienen la hipótesis de que allí se encuentra también parte de la «fossa fastigata» del gran campamento romano.

Nuevos hallazgos

Algunas tramas de este foso del campamento se encontraron en la plaza de la Generalitat donde se localizó una agujero de forma triangular característico de estas instalaciones militares que había sido tapado posteriormente para cubrirlo. «Si en las termas hubiera otra parte, tendríamos ya tres puntos para saber la extensión del mismo» además de que «sería más grande de lo que pensábamos».

Con todo, el yacimiento está previsto que se convierta en un espacio abierto como otros como el parque de la Barbera. «No queremos que sea un museo sino que haya espacios abiertos donde la gente pueda pasear por dentro de las termas. Es un monumento muy potente, bien conservado y muy fotogénico que es lo que busca la gente ahora». Es decir, que en un principio no se contempla cobrar una entrada sino que funcione como una plaza o similar que se pueda cerrar por las noches por seguridad y que esté iluminada. Todo ello conservando los restos. Además, según explicó el directo de Vilamuseu, las medianeras que tienen varios metros de altura se pintarán y adecuarán para que se pueda ver en ellas cómo era la ciudad en esos años. «La pared que mira al río puede pintarse con escenas típicas de lo que se veía entonces» y así «quitar las vistas de cosas modernas actuales».

Y a todo ello lo acompaña la intención de que sea un «monumento inteligente e hiperconectado». Está previsto que el espacio cuente con «un wifi muy potente» que permita desde cargar el móvil a poder acceder a cualquier contenido «on-line» sobre la historia o el yacimiento. Pero además, la intención es que sea una prolongación de Vilamuseu y un espacio para revitalizar la zona. «Tenemos a los dos extremos de la calle Colón dos espacios muy importantes. La intención es que los visitantes vayan de uno a otro y sea beneficioso para la ciudad y los negocios.

Con este Plan Director ya hecho, la previsión es que en tres años todo el proyecto podría ser una realidad. Todo ello si las administraciones públicas se involucran y no vuelven a pasar 13 años sin movimiento. Con todo, Espinosa reconoció que este plan «es necesario. Sin él, nadie te hace caso». Así que espera que sea el primer paso para sacar a la luz y dar a conocer parte de la historia romana de la ciudad.

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