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Cs pide recuperar la ordenanza para controlar el turismo de borrachera en Benidorm

La formación naranja lleva casi tres años solicitando que se desempolve el borrador de la norma que se creó en 2018 - El sector turístico benidormí también cree necesaria una normativa en la ciudad

Una de las calles principales de la conocida como «zona guiri» de Benidorm llena de turistas y bares. david revenga

El gobierno de Baleares ha aprobado un decreto ley para prohibir en las zonas de Palma y Magaluf (Mallorca) y el West End de San Antonio (Ibiza) el «turismo de borrachera». Una medida que en Benidorm ha suscitado diferentes opiniones y ha vuelto a poner sobre la mesa si es necesario o no recuperar «del cajón» la ordenanza cívica que hace dos años el Ayuntamiento elaboró a modo de borrador. Parte del sector turístico considera que sería bueno contar con este tipo de normativa y desde Ciudadanos (Cs) siguen reivindicando que el documento debería retomarse para intentar frenar algunas conductas incívicas de una parte de los visitantes.

La capital turística benidormense «no es Magaluf». Esta es la primera frase que se oye de boca de todos. Sin embargo, algunas fuentes relacionadas con el sector turístico sí apuntan a que algunos de los turistas que llegan a la ciudad lo hacen con intención de pasar unos días en el que el alcohol y la fiesta es lo único que forma parte de sus agendas, entre las que destacan las «desenfrenadas despedidas de soltero».

El decreto de Baleares, aprobado ayer mismo, prohíbe en estas tres zonas turísticas de Mallorca e Ibiza la publicidad referida al consumo de alcohol y las barras libres, las excursiones etílicas, las promociones «happy hours», los «2x1» o «3x1», los autodispensadores de alcohol, así como la venta de bebidas alcohólicas en tiendas entre las 21.30 y las 8.00 horas. Además, las bebidas deberán cobrarse a un precio unitario, sin posibilidad de promoción alguna.

También se refieren al «balconing»: cualquier hotel de Baleares podrá expulsarlos «inmediatamente» del establecimiento a alguien que lo practique y se enfrentará a multas de entre 6.001 a 60.000 euros. El decreto limita además las «party boats» (fiestas en barcos); entre las restricciones, no se podrán embarcar ni desembarcar a los turistas en ninguna de estas tres zonas.

Tras conocer la aprobación de este decreto, el portavoz de Cs, Juan Balastegui, indicó a este diario que «está enfocado a la prevención» y quizá «haya que empezar por ahí» aunque el problema real es «qué hacemos después». Es decir, cuando los turistas ya están en la ciudad y algunos de ellos no se comportan como deben lo que genera molestias al resto de visitantes pero también afecta a la imagen de la ciudad. Por ello, la formación naranja lleva desde 2018, cuando se aprobó el borrador de la ordenanza cívica, reclamando que sea una realidad y no solo un documento. «Hace un mes volvimos a plantearlo» ya que la ciudad volverá a llenarse de despedidas de soltero» y volverán a producirse problemas. «Lo de Baleares nos parece interesante. Si se puede hacer allí quizá la Generalitat debería plantearse apoyarlo y así atajar un problema que no es solo de Benidorm, sino que se produce en otros municipios».

El sector turístico también apuesta por tomar medidas que controlen este tipo de turismo. Así, según las fuentes consultadas por este diario, algunos bares o restaurantes rehuyen de las reservas de grandes despedidas de soltero, sobre todo, por las molestias que generan al resto de clientes. Sin embargo, en la conocida como «zona guiri» es una práctica habitual. Por su parte, el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, indicó que «es complicado ponerle puertas al campo», es decir, conseguir un modo de controlarlo. «El incivismo tendría que tener consecuencias en todos los aspectos», añadió, como por ejemplo, sanciones.

Medidas municipales

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, apuntó sobre esta nueva normativa de Baleares que «hay que ver el recorrido que tiene y las posibilidades» que ofrece y que «todas las medidas que contribuyan a la conciencia y al civismo de las personas son bienvenidas». Así apuntó que ya se trabaja en la ciudad desde hace tiempo «para reconducir esas actividades que se producen en los establecimientos con el apoyo del sector empresarial».

Por su parte, el portavoz del PSOE, Rubén Martínez, argumentó a que una ordenanza «tiene un impacto limitado porque los que vienen unos días no se preocupan de conocerla» por lo que sería bueno controlar algunas cuestiones como «los todo incluido» y que este tipo de turismo «no nos conviene a nadie». Con todo, las partes implicadas esperarán a ver cuál es el futuro del nuevo decreto que se va a aplicar en Baleares y si realmente frena el «turismo de borrachera».

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