Más del 65 por ciento de los socios que la Cooperativa Agrícola de Altea tenía registrados en diciembre de 2019 han abandonado la entidad en este último mes desde que el pasado 14 de febrero se presentó un pre concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante, tras cesar completamente la actividad el día anterior a causa de su situación financiera con unas deudas cercanas a los 8 millones de euros.

La entidad, fundada el 30 de septiembre de 1948, tenía en diciembre de 1998 un total de 1.300 socios de casi todos los pueblos de las marinas Alta y Baja y varios de la provincia de Valencia. En diciembre de 2019 habia 397 socios de Altea y comarca. Y este pasado viernes, dia en que se celebró la asamblea general, quedaban 136 socios, la mayoría de Altea, que han suscrito su apoyo expreso a la continuidad de la sociedad atendiendo a la petición que se hizo en la asamblea extraordinaria del 24 de febrero pasado donde se informó que se había presentado el pre concurso de acreedores mencionado anteriormente. Es llamativo el impacto que ha tenido en un corto espacio de tiempo la evolución, tanto en el negocio de la Cooperativa Agrícola como en el número de socios. En 2015, los 553 socios que había de Altea y comarca aportaron del orden de los 20 millones de kilos de fruta. Al final del ejercicio de 2019, los 397 socios que quedaban aportaron un volumen de unos 4 millones de kilos de fruta. Y actualmente se mantienen 136 cooperativistas con algo más de un millón de kilos de fruta para esta campaña de 2020.

La asamblea de la Cooperativa fue tensa desde el primer minuto pues los ánimos de los cooperativistas estaban muy alterados dada la situación económica a la que se ha llegado con 8 millones de euros en deudas a pesar de que se cuenta con unos activos de 10 millones de entre los que destacan los más de 70.000 metros cuadrados de sus instalaciones y terrenos que ahora están hipotecados. Así se puso de manifiesto "en la tensa asamblea ordinaria celebrada en la noche del viernes, a la que acudieron 98 socios, entre asistentes físicos y representados", según explicó este sábado a INFORMACIÓN el socio V.Z.M.

Acusaciones de irresponsabilidad al Consejo Rector

La asamblea se preveía tensa desde días antes de su celebración. Y así fue, pues empezó con duras acusaciones al Consejo Rector de "irresponsabilidad" por mantener la convocatoria "en pleno estado de alerta por la crisis del coronavirus Covid-19". Aunque es cierto que la dirección preparó el salón social colocando cintas de embalar en los asientos de modo que no se pudieran sentar dos personas juntas y dejaran el espacio de una silla entre ambas.

La asamblea registró momentos de enfrentamientos verbales elevados, "especialmente a la hora del debate para aprobar las cuentas del ejercicio anterior, y a la hora de clarificar el plan de viabilidad presentado por el gerente de la sociedad, Manuel Delgado", según indicó V.Z. Por un sector de los cooperativistas también se criticó que no hubiera ningún técnico para explicar el informe de auditoría.

Los datos ofrecidos ante la asamblea por el presidente del Consejo Rector, Francisco Devesa, son muy significativo ya que el último balance de cuentas que fue dado a conocer con fecha del 30 de septiembre de 2019 "indica que los cooperativistas locales (Altea y comarca) aportaron 3.750.000 kilos de fruta, frente al 1.150.000 kilos que producen actualmente". Además, el máximo responsable de la entidad ofreció otros datos "complicados de entender por parte de la mayoría de los asistentes" y hubo conceptos y preguntas sobre la situación real de la institución que no fueron despejadas, "como, por ejemplo, la maquinaria que se está desmontando de las instalaciones, de la que se dijo en un momento que 'estaba en depósito', y al instante siguiente nos decían que se vendía para sacar dinero", afirmó V.Z.M.

Sobre ello, el gerente Manuel Delgado puntualizó que "hay maquinaria en depósito que teníamos que devolver y maquinaria nuestra que no es necesaria para el proyecto futuro de una cooperativa más pequeña, como anunciamos el 24 de febrero".

Acusación contra el ex gerente

Nervios, malestar, impotencia, tristeza. Estos fueron algunos de los estados anímicos en los que entraron los cooperativistas durante una asamblea larga que reflejaba "la caída en picado de la Cooperativa Agrícola de Atea, aunque unos pocos queremos salvarla de la muerte", afirmaron algunos socios.

Una de las intervenciones, que fue muy ovacionada por los asociados presentes, fue cuando uno de los asistentes criticó que en la mesa presidencial no estuviera "un tal Chema", en referencia al ex gerente de la entidad, José María Pérez García, al que se acusó de ser "el responsable de toda la difícil situación en la que ahora está inmersa la Cooperativa, y que ahora debía estar ahí con vosotros [al Consejo Rector] dando la cara".

En este sentido, una fuente de la dirección de la Cooperativa señaló este sábado que Chema Pérez "no es el único culpable del estado actual de la Cooperativa, tal como quieren algunos socios que crea la gente. Si no lo hubiera hecho bien no habría estado 17 años como gerente hasta septiembre de 2019". La misma fuente indicó que a Chema "lo despedimos el pasado 24 de febrero junto a los otros 105 trabajadores de la cooperativa que fueron al paro". Añadió que el ex gerente "no tenía firma ni en los bancos". Aseveró que "culpables somos todos, desde los socios que nos han abandonado al Consejo Rector pasando por los trabajadores", pues " hay consejeros que nos dijeron hace dos meses que no iban a traer sus nísperos a la cooperativa, y hay mayoría de consejeros que compraban el abono fuera de la cooperativa para pagar en negro. Mientras que nosotros lo hacemos todo legal y con todo lo de sanidad al día". Se quejó de que "de los 80 trabajadores que había en la cooperativa, ni 20 compraban en nuestra tienda 'charter'. Si hubieran comprado todos ahí en vez de ir al Valu o a Mercadona, aún tendríamos abierta nuestra tienda de consumo". Y añadió que "todos los miembros del Consejo han firmado siempre por unanimidad las cuentas de la Cooperativa, aunque ahora haya una consellera que no quiere firmar el informe de la auditoria de forma inexplicable". Por esas razones, "no se puede culpabilizar a una persona solamente", puntualizó.

Cuentas aprobadas

Las cuentas del ejercicio anterior, que ascendían a ocho millones de euros frente a los 10 millones en los que se valora el patrimonio de la Cooperativa Agrícola, fueron aprobadas por un estrecho margen de 48 cooperativistas a favor, 39 en contra y 11 abstenciones. Según estas cuentas, "el volumen de negocio de la sociedad agrícola alteana fue de 23 millones de euros. Y de los 8 millones de euros en los que se estima la deuda a bancos y proveedores, 800.000 euros corresponden al impago a los socios de la fruta de la campaña de 2019".

Plan de viabilidad

Una vez aprobadas las cuentas se presentó el plan de viabilidad para la Cooperativa Agrícola de Altea. La dirección de la entidad decidió externalizar la comercialización de la fruta de los agricultores alteanos, "con el fin de que el cobro de la producción que se aporte no se vea afectada por los procesos del pre concurso y un previsible concurso de acreedores en el que está inmersa la Cooperativa Agrícola". Así las cosas, la empresa de Alginet (Valencia), Safirfruits S.L., será la encargada de comercializar el níspero que aporten los agricultores alteanos a la Cooperativa en esta campaña, que tiene prevista una producción de 700.000 kilos de 72 cooperativistas que han firmado su aportación.

De este modo, el agricultor alteano podrá seguir aportando sus nísperos a la Cooperativa tal y como venía haciéndolo hasta ahora, envasado o en cajas de campo, y será Safirfruits quien lo comercializará y facturará directamente al agricultor, siendo éste "el único cambio que habrá", a criterio del gerente Manuel Delgado, además del pago que se garantiza semanalmente con un anticipo de 20 céntimos por kilo en la facturación de la semana, y el cobro íntegro de la producción en los 30 y 60 días siguientes. Con esta medida, "el socio tiene asegurado el cobro y la Cooperativa unos ingresos extra", señaló Delgado. En este sentido se indicó que el principal cliente de consumo de níspero es Italia, y que en la actualidad se está demandando este tipo de fruta. Por parte del gerente se explicó que los problemas de restricción en el transporte con el país transalpino no tendrían problemas "ya que la fruta es un artículo de primera necesidad a la que no afectarían estas restricciones de tránsito actuales por el coronavirus".

El futuro de los cítricos

Finalmente, respecto a los cítricos, el dirigente de la sociedad señaló que se está negociando con dos o tres empresas "para externalizar también la comercialización de las naranjas y limones, y está previsto que en los próximos días "se suscriba el contrato".

Básicamente este contrato señala que "será la propia empresa la que compre directamente en el campo la naranja y la cosecha". La Cooperativa se quedará con un céntimo por kilo de la producción, más el 3% de la facturación de la finca, y el agricultor también tendría asegurado el cobro de la fruta dentro de un plazo máximo de 60 días. A esta línea de producción de cítricos se han adherido 64 socios, con un total de 450.000 kilos.