Turistas que salen a la calle de sus hoteles a pesar de las medidas decretadas por el estado de alarma. Y aunque ayer eran grupos reducidos, parece que aún hay ciudadanos que no se han concienciado sobre la situación actual por el coronavirus. Por ello, la Policía Local y la Policía Nacional trabajaban ayer sin descanso en la conocida como «zona inglesa, en el Rincón de Loix de Benidorm, para confinar a los visitantes en sus alojamientos y que no caminaran por las calles en una zona donde se ubican la mayor parte de hoteles con gran capacidad de habitaciones.

Los agentes de ambos cuerpos de seguridad estuvieron durante varias horas en las puertas de los alojamientos para avisar a los turistas, la mayoría británicos, de que debían permanecer en el interior de los establecimientos. Algunos de ellos se mostraban reticentes aunque al final, resignados, volvían a entrar a sus hoteles. Cabe recordar que Benidorm, como ocurre en otras ciudades turísticas, cuenta con miles de visitantes, sobre todo en esta época del año cuando casi arranca la primavera y con la celebración de Sant Patrick esta semana, aunque se haya cancelado cualquier tipo de evento.

Desde que se decretó el orden de cierre de bares, restaurantes y cafeterías el pasado viernes, la Policía Nacional y la Policía Local han trabajado conjuntamente para confinar a los visitantes en los hoteles. Sin embargo, muchos de ellos se resistían y decidían pasar sus días comprando alcohol en los supermercados y estando en la calle. Desde el pasado viernes circula megafonía por las calles para avisar de que las medidas tomadas y de que se «queden en casa». Si bien es cierto que ayer ya había pocos visitantes extranjeros por las calles de esta zona, aún algunos salían a las mismas, aunque muchos de ellos saludaban e intentaban pasar el tiempo en las terrazas y balcones.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, realizó ayer una llamada a la «concienciación y solidaridad para salir de esta situación cuanto antes». Así indicó que, en general, «la gente está respondiendo como se espera en una situación de este tipo» y ha resaltado que «apenas se han producido incidentes» sino casos «aislados» y «sin importancia» porque la Policía los ha localizado pronto y los ha enviado a sus alojamientos. También ha agradecido el trabajo del sector turístico.

Primeras multas

Y mientras se confina a los turistas, la Policía Local ya ha comenzado a sancionar a residentes que no estaban cumpliendo con las restricciones con multas de 700 euros. Además se han levantado las primeras actas en algunos locales que han quebrantado la orden de cierre. Unas actas que se envían a la Generalitat, quien tiene la competencia. Las multas pueden ir hasta los 1.500 euros en los casos leves; de 1.501 a 30.000 euros en los graves; y de 30.001 a 600.000 euros en los muy graves.