El taller de Conchi Fernández lleva tres años cosiendo los trajes regionales que lucen las damas de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm en sus actos oficiales. También son especialistas en confeccionar faldas de foguerera, de fallera, de andaluza o vestidos de gala a medida de sus clientas. Ahora, sin embargo, tienen entre manos una misión que hasta hace poco más de un mes jamás habrían imaginado: armar batas especiales para ayudar al personal sanitario de la Marina Baixa a no contagiarse por el Covid-19.

Una docena de modistas que habitualmente cosen trajes regionales para la infinidad de fiestas que se celebran en la Benidorm y otras personas aficionadas a la costura están desde hace semanas dándole duro al pedar de sus «singer» para dotar de estas piezas a los trabajadores del Hospital Comarcal de la Marina Baixa y de otros centros sanitarios de la ciudad turística.

Lo hacen coordinados por la Concejalía de Fiestas de Benidorm, que dirige Jesús Carrobles, y que, conscientes de la escasez de equipos de protección individual (EPIs) que arrastran médicos, enfermeros y otro personal sanitario desde que se desató la pandemia por el coronavirus, decidió aportar su granito de arena implicando a todas estas profesionales del dedal, que trabajan en esta cruzada de forma gratuita y totalmente desinteresada.

La concejalía adquirió un primer lote de telas, tanto plastificadas como de TNT (tejido no tejido) y lo puso a disposición de estas modistas. Se sacó un primer patrón y, tras recibir el visto bueno y la aprobación del propio Hospital Comarcal, Conchi, Ana, María, Tifa, Gala, Sara, Eduardo, Rosi, Inés, Gladi, Montse, Reme, Manolo, Rafi, Tere y otras voluntarias se pusieron manos a la obra.

"Una vez que desde el Hospital nos dijeron que el modelo de batas y de mascarillas era seguro, empezamos a coser. Lo que hacemos es repartir la tela ya cortada y cada uno, en su taller o en su casa, confecciona las batas. Una vez a la semana se recogen todas, las desinfectamos en una lavandería especializada y después se reparten", explica Conchi Fernández, quien coordina a las modistas.

Para su confección se toman todas las medidas de seguridad que están al alcance de estas profesionales. Por ejemplo, utilizando mascarillas y guantes durante el proceso para garantizar la mayor asepsia posible.

Reparto del primer lote

La dedicación de estas voluntarias ya ha dado sus primeros frutos. Hace unos días, el edil Jesús Carrobles, acompañado de otros participantes y colaboradores de esta inciativa, como el presidente de la Asociación de Vecinos de Els Tolls, Juan Antonio Lizancos, entregó las primeras 2.000 batas elaboradas: 500 de tela plastificada y otras 1.500 de TNT. Los destinatarios: el Hospital de La Vila y las residencias de la Tercera Edad de esta ciudad y Callosa d'en Sarrià, según indica el edil.

Y su labor no acaba aquí. También se han sumado a la confección de mascarillas que inició poco después de decretarse el Estado de Alarma la asociación vecinal que preside Lizancos. Ahora, estas modistas trabajan ya en una segunda remesa de batas para sanitarios, gracias a una donación de telas realizada por el Club de Opinión.

"Creíamos que teníamos que aportar de alguna forma nuestro granito de arena y se nos ocurrió que ésta era la mejor forma. La mayoría de modistas con todo esto han visto reducido su trabajo y nosotros teníamos sus contactos. Esperábamos que la respuesta fuera buena, pero la ha superado con creces", afirma el edil. Además, tienen en mente ampliar aún más su aportación.

"Todavía no hemos acabado la segunda partida y ya lo tenemos todo prácticamente organizado para hacer una tercera", avanza el concejal de Festejos. Ésta será gracias a la colaboración de la Comisión de Fiestas Mayores Patronales de 2019, que ha decidido aportar el dinero necesario para la adquisición de nuevo material para que las máquinas de coser no paren.