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Altea vuelve a oír el tañido de las campanas de su iglesia parroquial

El templo ha estado mudo durante tres meses desde que el 13 de febrero se desmontaron para su restauración y refundición en Torredonjimeno (Jaén)

Altea vuelve a oír el tañido de las campanas de su iglesia parroquial

El tañido de las cuatro campanas de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, en el casco antiguo de Altea, vuelve a escucharse en todo el término municipal desde este pasado miércoles después de algo más de tres meses en que el templo ha permanecido mudo sin la posibilidad de anunciar las horas, o informar sobre las celebraciones religiosas, festividades o entierros.

El 13 de febrero se desmontaron las cuatro campanas de la iglesia parroquial para proceder a su restauración y refundición después de que los operarios de la fábrica de fundición Hijos de Manuel Rosas, en Torredonjimeno (Jaén), “observaran durante una operación de mantenimiento este pasado diciembre que la campana más grande, que se ubica en la vertical de la fachada principal del templo, estaba rajada y con riesgo de caer trozos de la misma a la calle cuando volteaba”, según indicó el cura párroco José Abellán.

A partir de ahí, “los técnicos de la fábrica de fundición, que se encarga del mantenimiento de las campanas dos veces al año, emitieron un informe aconsejando refundirla completamente, pues existía peligro de que se rompiera completamente con el consiguiente peligro para las personas. Y también informaron que era necesario restaurar las otras tres campanas dado el estado de deterioro que tenían por las inclemencias del tiempo y, sobre todo, por el salitre de la brisa marina”, señaló Abellán.

Cuando se llevaron las campanas a Torredonjimeno estaba previsto que para el Domingo de Pascua volviera, al menos, una campana “para anunciar la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo”, según dijo entonces el sacerdote. Pero la llegada de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento por el Estado de Alarma lo paralizó todo, y no ha sido hasta la entrada en la Fase 1 de la desescalada cuando han podido regresar de nuevo las campanas a su sitio en el campanario de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo.

El retorno

El miércoles pasado fue una fiesta para los vecinos del casco antiguo. Al filo de las 7:30 horas de ese día volvían las campanas a la plaza de la Iglesia y durante toda la mañana los operarios de Hijos de Manuel Rosas estuvieron montándolas en el campanario con la colaboración de la empresa local Grúas Solbes. Las campanas estaban completamente remozadas y tenían un color dorado cobrizo que destacaban con su brillo sobre el ocre y las ventanas de la torre. Incluso el sonido de su tañido era más potente.

José Abellán se mostraba emocionado y satisfecho “porque ya tenemos una parte importante de nuestro templo, y porque su restauración y refundición han sido posibles gracias a los donativos de muchos de nuestros feligreses a quienes agradezco su colaboración, porque sin su ayuda no habría podido realizarse”.

Las campanas y su historia

El templo actual acabó de construirse en 1910, pero las campanas que hay se construyeron entre 1943 y 2005, ya que las anteriores fueron destruidas durante la Guerra Civil. Cada una tiene un nombre distinto. La más antigua es la que está en el hueco que mira hacia El Albir, lleva por nombre “San Blas”, pesa 216 kilos y mide 60 centímetros de altura y 72 centímetros de diámetro. La que se ubica sobre la el reloj del templo se hizo en 1948 (ahora se ha inscrito en ella “refundida en 2020”), su nombre es “Santísimo Sacramento”, pesa 835 kilos, y mide 90 centímetros de altura con 113 centímetros de diámetro. En el año 2000 se fundió la que mira hacia la cúpula, con el nombre “Santíssim Crist del Sagrari” pesa 512 kilos y mide 80 centímetros de altura con 96 centímetros de diámetro. Y la que se construyó en 2005 está situada mirando a la calle Mayor, con el nombre de “Mare de Déu del Consol” mide 75 centímetros de altura y 90 centímetros de diámetro.

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