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Benidorm incluye en el contrato de mobiliario los telescopios turísticos

Estos iconos históricos llevan 30 años en funcionamiento solo con una autorización y sin reportar nada al Ayuntamiento - Hay 16 por el municipio

Uno de los 16 telescopios turísticos de Benidorm. david revenga

No hay turista que no haya pasado por Benidorm que alguna vez no haya puesto su ojo en uno de los telescopios azules que se extienden por los enclaves más visitados y, por un euro, haya mirado a la lo lejos la Isla o el Tossal de la Cala. Sin embargo, esta actividad que al año realizan los visitantes sigue en funcionamiento con una autorización de hace más de 30 años y sin un contrato. Todo a pesar de que el Ayuntamiento ha intentado sacar a licitación en alguna ocasión para regular su uso, pero quedó desierto.

Estos iconos azules son ya un clásico del municipio. Se cuelan en fotos y vídeos y existen en pocas ciudades turísticas. En la actualidad, hay 16 de ellos repartidos por el municipio, sobre todo en el Castell desde donde se pueden ver varios puntos de la ciudad como la conocida Isla, las dos bahías o el «skyline». Así, según las fuentes consultadas por este diario, datan de 1986 cuando se concedió la primera autorización por un decreto de Alcaldía para su uso; un permiso que sigue en vigor pero que nunca se ha renovado. Además, tampoco reportan nada al Ayuntamiento y la empresa que los mantiene solo entrega al consistorio un importe simbólico de unos 1.200 euros al año por ocupación de vía pública, según las mismas fuentes.

En los últimos años, el gobierno local del PP ha intentado cambiar la situación. La última vez en 2017 cuando se sacó a licitación un contrato por cuatro años que tendría que reportar al Ayuntamiento unos 2.000 euros al año. Pero ese concurso quedó desierto, dejando la gestión de estos conocidos telescopios en el mismo punto que estaba desde hacía más de tres décadas.

Así que el gobierno del PP ha decidido volver a intentar regular su uso y, sobre todo, su mantenimiento. Por ello, según explicó el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate, «hemos incluido la gestión de estos históricos telescopios en el contrato global de mobiliario urbano». Es decir, pasan a formar parte del conjunto de elementos que llenan las calles de Benidorm como mupis o marquesinas, y se añaden a este contrato junto a otros nuevos que han llegado a la ciudad como el «tecnohito» que habrá en la avenida del Mediterráneo, las «tecnoparadas» de autobús, los tótems digitales, los sensores ambientales, las estaciones meteorológicas, los puntos de acceso Wifi o los de vehículos eléctricos. «De esta forma regulamos su uso», añadió.

Pero además, se los protege de algún modo ya que se consideran una parte importante de la imagen turística de Benidorm. De hecho, en el pliego de condiciones del contrato de mobiliario se recoge que es un «elemento diferenciador del lugar en el que están ubicados y muy valorados por visitantes y residentes». Así apuntan los técnicos a su «carácter icónico y su potencial como elemento comercial», razón para incluirlos en esa concesión.

Modernización

Pero además, incluyéndolo en este contrato, el Ayuntamiento pretende modernizarlos e incluso que se pueda ampliar su número en otras zonas de la ciudad. «Hay muchos sitios que no hay y que se podrían poner», indicó el edil. Por ejemplo, en el Tossal de la Cala o en la zona de la Cruz. Pero además, los existentes podrían mejorarse y ser acordes al nuevo aspecto de zonas como el remodelado Castell de Benidorm. De hecho, el pliego recoge que «se permitirá la sustitución de los mismos por otros modelos más avanzados y de mayores prestaciones que permitan el pago telemático para su uso». Ahora solo se puede acceder a las vistas con monedas.

Con todo, el nuevo contrato de mobiliario urbano ya está en licitación. Así, la duración será de 10 años y prevé una inversión de al menos 1,5 millones de euros que la empresa adjudicataria deberá hacer el primer año. A cambio, el Ayuntamiento percibirá un canon fijo de cómo mínimo 150.000 euros al año y otro importe anual destinado a inversiones por la explotación de elementos comerciales a partir de 131.000 euros.

La nueva concesión tiene como objetivo cumplir con los parámetros de Benidorm como Destino Turístico Inteligente (DTI) de ahí que se hayan añadido elementos tecnológicos como las tecnoparadas o conexiones wifi que antes no estaban. Cabe recordar que el actual contrato se encuentra prorrogado desde diciembre de 2018 cuando caducó esa concesión a la espera de una nueva. Además, el Ayuntamiento también ha decidido sacar de la concesión del mobiliario la gestión del servicio de alquiler de bicicletas públicas, que también está en licitación ahora mismo.

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