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Benidorm

El desplome del turismo británico precipita el cierre de hoteles días después de abrir

Los establecimientos reubican a los clientes o adelantan su regreso por la cuarentena impuesta en Reino Unido

Seis días. Ese es el tiempo que ha permanecido abierto el hotel Río Park de Benidorm, de la cadena Med Playa, en esta atípica temporada alta. La cuarentena de 14 días impuesta por el Gobierno de Reino Unido por el covid-19 para todas las personas que lleguen desde España y, con ella, el desplome del turismo británico, han precipitado el cierre de este establecimiento apenas seis días después de reabrir sus puertas. No es el único. Como el Río Park, la mayoría de establecimientos de la ciudad que tenían previsto comenzar a operar a partir del 1 de agosto también han optado por retrasar su calendario y no volverán al mercado, en el mejor de los casos, hasta septiembre. Tras la suspensión de unas 300.000 pernoctaciones hoteleras por parte de los grandes turoperadores, los empresarios afectados dan por perdida la temporada e incluso en algunos hoteles ya no dejan opción de efectuar reservas hasta la temporada alta de 2021.

Un simple paseo por el barrio del Rincón de Loix es la mejor radiografía de la situación por la que atraviesa Benidorm. Esta área, conocida popularmente como la «zona guiri» por ser el núcleo donde se aloja mayoritariamente el turismo procedente de UK, apenas tiene abierta una quinta parte de su planta hotelera, trabajando ahora con turismo nacional. Riviera, Rosamar, Flash, Ambassador I y II, Venus, Calypso, Mediterráneo, Levante Club, Caballo de Oro, Castilla, Don Pancho, Pueblo, Flamingo Oasis u Orange son algunos de los hoteles del Rincón que en un verano «normal» estarían atestados de clientes y que, sin embargo, siguen sin subir la persiana desde el cierre obligado el pasado mes de marzo, cuando se declaró el estado de alarma. A ellos, a partir de hoy mismo, se volverá a sumar el hotel Río Park.

«Abrimos el sábado por la mañana y unas horas después Reino Unido anunció que sacaba a España de la lista de países seguros. Ese día entraron grupos de británicos pero fueron los primeros y los últimos», explica Miguel Ángel Correa, director de este establecimiento. Con una capacidad próxima al millar de clientes, de los que en verano cerca del 70% vienen en paquetes vacacionales desde Gran Bretaña, el Río Park estaba estos días operando en torno al 30% y con previsión de que la ocupación se fuese incrementando de manera paulatina. Sin embargo, el «mazazo» del ejecutivo de Boris Johnson al turismo ha llevado a la cadena Med Playa a replantearse este escenario. «Un día antes de abrir nosotros también pusimos en marcha el Riudor y, además, también teníamos ya abiertos el Regente y el Agir. Al caer el turismo británico, y con la situación tan inestable que hay en España, era muy difícil mantener cuatro hoteles solo con turismo nacional», reconoce Correa.

Ahora, el establecimiento ha visto cómo muchos de sus clientes han decidido adelantar la vuelta a casa, mientras que otros serán realojados en otros establecimientos del grupo. «Nosotros estábamos hasta el viernes y, por un día, pedimos que nos realojaran en un hotel que tienen en Salou, así ya nos pilla a mitad de camino», explicó ayer Elena González, una turista procedente de Castelldefels, mientras apuraba las últimas horas bailando en la piscina del Río Park. Como ella, otros clientes tanto nacionales como británicos se lamentaban del cierre: «Hemos estado muy a gusto. Lo que ha hecho nuestro gobierno está muy mal para los turistas», aseguraba una pareja de Manchester.

Por lo que se refiere a los trabajadores, la mayoría de los que habían sido rescatados volverán al ERTE en el que estaban desde marzo, mientras que una pequeña parte seguirá activa en trabajos de mantenimiento en el hotel o se redistribuirá en los otros establecimientos de la cadena. «Con lo que ha costado poner todo otra vez en marcha, es una pena tener que cerrar. Pero esperamos poder reabrir muy pronto», concluyó el director.

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