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Benidorm reduce un 30% su consumo de agua por el cierre turístico durante el confinamiento

La demanda hídrica en la Marina Baixa se sitúa en mínimos históricos por el drástico descenso de la población flotante desde la declaración del estado de alarma en marzo. El Consorcio de Aguas estima que en los meses de verano la bajada sera aún más acusada

Pese al descenso de la demanda por el turismo, el consumo doméstico se mantuvo en cifras de 2019. DAVID REVENGA

El inédito cierre de hoteles, bares y restaurantes vivido durante los meses más duros del confinamiento por el covid-19 provocó que Benidorm y el conjunto de la Marina Baixa redujeran a mínimos históricos el consumo de agua potable durante los seis primeros meses de 2020. Así se desprende de un estudio realizado por el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, del que forman parte los siete municipios con mayor población de esta comarca costera -Benidorm, La Vila Joiosa, l'Alfàs del Pi, Altea, La Nucía, Polop y Finestrat-, y que refleja que en este primer semestre del año sus habitantes «bebieron» 1,4 hectómetros cúbicos menos que en el año inmediatamente anterior. O, dicho de otra manera, consumieron alrededor de un 20% menos de agua que en la media de un año «normal».

Benidorm, por su importante industria del turismo, fue el municipio donde más se notó la reducción del consumo, con cifras que rozan el 30 por ciento entre enero y junio y que, según el Consorcio, serán aún más acusadas cuando se cierren los consumos totales de julio, agosto y septiembre, tradicionalmente los meses de mayor ocupación turística hasta la irrupción del coronavirus. Como se observa en la tabla que acompaña esta información, la demanda hídrica se mantuvo en cifras estables durante los dos primeros meses; y en marzo inició su bajada -el Gobierno central declaró el estado de alarma el día 14- para tocar suelo en abril, coincidiendo con el confinamiento más duro, cuando se alcanzó un desplome del 35%.

¿Cómo se traducen estos datos en términos reales? Como muestra la estadística elaborada por el Consorcio, la ciudad turística ha cerrado la primera mitad de 2020 con un «gasto» de 3,4 hectómetros cúbicos de agua potable, la que se emplea para uso doméstico en hogares, hoteles y hostelería. Esta cantidad es un 27,80 por ciento inferior al consumo del año anterior, cuando la demanda en este mismo periodo alcanzó los 4,3 hectómetros cúbicos. Y durante el mes de julio el descenso ha sido aún mayor. Una estimación avanzada por el ingeniero director del Consorcio de Aguas, Jaime Berenguer, en la Junta General de la entidad, celebrada esta semana, apunta a que el consumo en la ciudad turística durante la primera quincena del mes pasado no superó los 352.872 metros cúbicos, frente a los 538.912 que se bebieron del 1 al 15 de julio de 2019. Esto es, un 34,52% menos que el año anterior, una cifra extrapolable al conjunto del mes y que en agosto, tras decretarse la cuarentena obligatoria para los turistas procedentes de Reino Unido y con los confinamientos parciales que se están produciendo en algunas autonomías, podría ser todavía mayor.

300.000 estancias menos

No en vano, basta con observar las cifras negativas que está registrando el turismo. El «cerrojazo» del Gobierno de Boris Johnson en el mercado inglés ha provocado la cancelación de unas 300.000 estancias vacacionales de turistas británicos que ya no vendrán a Benidorm este verano.

A ello se suma el hecho de que los hoteles están operando muy por debajo de las cifras de ocupación de años anteriores, cuando la media en julio y agosto superaba el 90%. Ahora, en el mejor de los casos, los establecimientos que han abierto sus puertas están cubriendo el 40% de sus plazas, con ligeros incrementos durante los fines de semana, mientras que casi un 40% de la planta turística ni siquiera ha llegado a abrir. Y, con ellos, el amplio volumen de apartamentos de alquiler turístico que tampoco están encontrando inquilinos para la temporada. Todo ello, unido, se traduce en que la comarca, lejos de multiplicar su población hasta el medio millón de personas entre vecinos y turistas como es habitual en verano, se sitúe en este 2020 en torno a las 350.000 personas.

Solo una excepción

Aunque Benidorm, por sus obvias características, es el municipio de la Marina Baixa donde más acusado ha sido el descenso del consumo hídrico, esta situación se ha repetido con cifras desiguales prácticamente en todos los municipios consorciados, tal y como puede observarse en la tabla anexa a esta noticia. Solo uno, Polop, ha incrementado durante el primer semestre de 2020 su demanda de agua: un 1,86 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, algo que el director del Consorcio atribuye a la propia coyuntura de la localidad. «El descenso ha venido marcado principalmente por el peso turístico de cada población, por lo que en el caso de Polop el consumo se ha mantenido en cifras estables, dado que no es un receptor de turistas como sí lo son en mayor o menor medida el resto de poblaciones vecinas», señala Jaime Berenguer.

Finestrat fue el segundo municipio, por detrás de Benidorm, que «bebió» menos agua: un 24,47% menos, mientras que para este mes de julio la estimación de bajada se sitúa en un 26,68%. La Vila, l'Alfàs, La Nucía y Altea, por este orden, fueron los siguientes pueblos consorciados donde más se redujo el consumo, con porcentajes medios que oscilan entre el -13,37 y el -2,84 por ciento, según el mismo informe.

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