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Las restricciones acaban con las sombrillas «abandonadas» en primera línea de playa

Benidorm ataja este problema en Levante con la plataforma web al no poderse acceder sin una reserva de parcela

En la playa de Levante de Benidorm, los usuarios eligen su parcela vía «online» y pueden dejar sus enseres el tiempo de reserva. david revenga

La pandemia ha cambiado las costumbres de los usuarios en muchos sentidos. Ir a la playa ya no es lo mismo y tampoco se hace de la misma forma ya que hay que pasar por controles de aforo, se han establecido horarios en los arenales o, incluso, hay que reservar parcelas. Pero además, las medidas sanitarias y de seguridad tomadas para hacer frente al coronavirus también han acabado con ciertas costumbres que traían problemas cada año a los ayuntamientos, la Policía Local y los propios bañistas. Es el caso de las sillas y sombrillas que cada mañana quedaban «abandonadas» en primera línea, a apenas unos pasos de la orilla, durante horas hasta que los usuarios que habían «reservado» ese sitio de buena mañana decidían acudir a pasar unas horas en la playa. Ahora, con las restricciones y controles de aforos, esos elementos de playa ya no se quedan solos en la arena por mucho tiempo.

Y es que las medidas impuestas por los ayuntamientos en las playas de aforos u horarios no permiten que los bañistas puedan escoger dónde quieren poner su sombrilla o hamaca y dejarlas en ese espacio para no volver en horas. Este verano, los espacios en la playa se han reducido para guardar las distancias de seguridad y poner la toalla o una hamaca está más controlado que nunca.

Las restricciones acaban con las sombrillas «abandonadas» en primera línea de playa en Benidorm

Las restricciones acaban con las sombrillas «abandonadas» en primera línea de playa en Benidorm

En Benidorm, donde cada año se repetían las imágenes de decenas de personas bajando a la playa a las 7.00 horas cargados con todos esos elementos de playa para lograr el mejor hueco para toda la familia que bajaría horas más tarde, se han acabado. La división en parcelas de los arenales de la capital turística, el control de aforos y la plataforma web de reserva de espacio en la playa de Levante, unido a un horario de apertura y cierre de la playa (de 9.00 a 21.30 horas) hacen que esa costumbre popular haya desaparecido. «En Levante, con la plataforma web, ya no tenemos esa problemática», explicó a este diario el concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez. Ese sistema «online» de reserva hace que cada uno que entre en la playa tenga su parcela reservada para toda la mañana, la tarde o el día completo, por lo que no se dejan los enseres sin orden. En Poniente, aunque sí hay sistema de parcelas, se controla que tampoco ocurra. «Entre la Policía Local y los controladores de playas se vigila», añadió. Además, como hay un control de acceso, esos auxiliares «saben quién entra y quién sale». Cuando «se observa una anomalía o un vecino alerta de ella, la Policía Local actúa y se retiran esos enseres que se dejan con los controladores», explicó el concejal.

Unas sillas y sombrillas que normalmente siempre son recuperadas por los usuarios pero que este año no pasan horas y horas sin nadie usándolas en la arena. Un problema con el que Benidorm lucha desde hace años y que se ha intentado atajar más de una vez por medio de la ordenanza de Playas.

Finestrat y La Vila

Otras playas de la comarca también están retirando estos elementos de playa de sus arenales. En la Cala de Finestrat, la Policía ha realizado unas seis intervenciones de este tipo en la que se han quitado de la arena aquellos enseres que se dejan durante mucho tiempo sin darles uso. Fuentes municipales explicaron que «algunos se devuelven en el mismo día en la playa y otros en la Policía Local en los días siguientes». Cabe recordar que la playa de Finestrat cuenta con un aforo de 1.000 personas por las restricciones de la pandemia, por lo que se intenta que todo el mundo pueda disfrutar de la playa.

En La Vila, según explicaron fuentes municipales, también se retiran las sillas, hamacas o sombrillas que permanecen mucho tiempo en la arena sin sus dueños. Pero especificaron que, sobre todo, se realiza en las playas o calas más pequeñas donde hay un aforo más reducido. En los arenales más amplios no ha sido necesaria esta medida al haber más espacio para los bañistas.

En otras playas de la comarca, como la del Albir, en l'Alfàs del Pi, la situación es diferente. «No hemos tenido nunca ese problema y ahora tampoco», indicó el concejal de Playas, Luis Morant. El tipo de playa y de perfil de bañistas hace que no sea habitual que se reserven espacios a primera hora para volver más tarde, añadió.

Con todo, la frase que repiten tanto ayuntamientos como los agentes es que «este año no es año de guardar sitio e irse». Y es que con una pandemia encima y con aforos restringidos «hay que intentar ser solidarios» entre todos. Y es que las medidas sanitarias han cambiado las costumbres de los bañistas, en algunos casos a la fuerza, como la de reservar la primera línea para tener el mejor hueco para disfrutar de un día de playa. Las sillas y sombrillas ya no se quedan solas.

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