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Gente en pintura para evitar atropellos en Benidorm

La localidad señaliza con siluetas de personas varios cruces peatonales tras cursar 14 denuncias por conflictos entre caminantes y conductores

La nueva señalización horizontal pintada en el suelo por el Ayuntamiento de Benidorm en uno de los cruces catalogado como travesía, a escasos metros del Consistorio. DAVID REVENGA

A finales del pasado abril, cuando empezábamos a salir del confinamiento más duro, el Ayuntamiento de Benidorm sorprendió a sus ciudadanos pintando en la calle Ruzafa el que, perfectamente, podría considerarse el paso de peatones más largo del mundo. Después, vinieron unas extrañas marcas en forma de teclas de un piano unos metros más arriba de esta misma calle. Y ahora, en pleno agosto, lo han vuelto a hacer.

Vecinos y turistas que pasan estos días sus vacaciones en la ciudad se han sorprendido al ver cómo, de la noche a la mañana, dos de los cruces más transitados por vehículos y peatones se llenaban de siluetas de personas, pintadas en el suelo, cruzando de un lado a otro de la vía. Uno, el de la confluencia de las calles Herrerías y del Puente, la plaza del Doctor Fleming y la avenida de L'Aiguera; el otro, en donde se unen la avenida de los Almendros con el Passeig de la Carretera, el Paseo de Colón y la calle del Alcalde José Such Ortega. Se trata de una nueva señalización, hasta ahora nunca vista, con la que el Consistorio pretende poner fin a los conflictos entre caminantes y conductores por dirimir quién tiene prioridad de paso.

Según el departamento de Movilidad, desde que se remodelaron recientemente ambos espacios, la oficina municipal de Atención al Ciudadano ha registrado hasta catorce denuncias por este motivo. A ello se unen también las peticiones de los dos grupos de la oposición municipal -PSOE y Cs- que, conocedores del problema que generaban ambos cruces, también reclamaron que se habilitaran pasos de cebra para restar peligrosidad a estos dos espacios. Todo ello llevó a los técnicos a idear la forma de dejar claro que, al tratarse de un espacio señalizado como «travesía», es siempre el caminante quien tiene la preferencia en todo el perímetro. «En su día se colocaron las señales verticales, de color azul, que advierten de que se trata de una travesía, pero mucha gente no conoce estas señales y, al no ver un paso de peatones como tal, cree que son zonas por donde no se puede cruzar, cuando realmente es todo lo contrario», explica el edil de Movilidad y Espacio Público, José Ramón González de Zárate, quien lamenta que «mucha gente no se ha reciclado desde que se sacó el carné y desconoce muchas señales», algo que, a su juicio, estaría ocurriendo en este caso.

¿Son compatibles estas formas humanas con la normativa de la Dirección General de Tráfico? Según el concejal, sí. «De hecho, se ha imitado el modelo de las propias señales de la DGT», añade. El objetivo municipal, además de intentar evitar en la medida de lo posible que en estos espacios se produzcan atropellos, también pasa por «hacer pedagogía y llamar la atención de la gente con algunas de las señales menos habituales, como la de la travesía», indica De Zárate.

Además de estos dos espacios, el Ayuntamiento pretende ampliar esta curiosa señalización horizontal a más zonas de la ciudad. La próxima, a partir de septiembre, será la primera fase de la recién remodelada avenida del Mediterráneo, catalogada igualmente como travesía y donde también se han detectado problemas al no haber pasos peatonales pintados en todo el tramo desde la avenida de Europa a la plaza de la Hispanidad.

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