Era el año 2017 cuando un grupo de mujeres de Benidorm y otros municipios de la Marina Baixa dejaron atrás miedos y complejos y decidieron subirse a un falucho y empezar a remar. Todas ellas sabían lo que suponía enfrentarse al cáncer de mama y las secuelas físicas y psicológicas de esta enfermedad que permanecen en el cuerpo durante algún tiempo. En pocos meses, todas experimentaron una notable mejoría y pudieron constatar en sus propias carnes los beneficios de esta actividad deportiva para la prevención y tratamiento de estos efectos secundarios relacionados con el cáncer. El proyecto, dirigido por la monitora de remo Paloma Ronda y elaborado por Pilar Jiménez, con la supervisión de la fisioterapeuta de Anémona Vicenta Pallarés, fue bautizado como «Anémona a golpe de remo». Ahora, las socias de este grupo de autoayuda para mujeres con cáncer de mama o ginecológico han iniciado una campaña para recaudar los 5.000 euros que necesitan para poder seguir remando.
Pese a tratarse de una de las asociaciones que más actividades realizan durante todo el año para autofinanciarse, este 2020 está siendo del todo complicado para Anémona. Así lo reconoce su presidenta, María Botella. De hecho, algunas de los ya clásicos en su programación anual, como el trail «Por ellas», la cena anual de verano o las marchas que recorren muchos de los municipios de la comarca con motivo del 19 de octubre, el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, se han visto este año reducidos a eventos más que simbólicos debido a la pandemia de coronavirus, lo que limitará enormemente sus ingresos. De ahí la necesidad de poner en marcha esta recaudación para poder seguir adelante con el proyecto.
Actualmente realizan la actividad 24 mujeres de entre 30 y 75 años, que desde que se iniciaron en el año 2017, no sólo acuden cuatro días a la semana a realizar los entrenos sino que también han conseguido participar en la Liga SUMA de Banco Fijo del Mediterráneo y en la liga autonómica del remo de banco fijo de la Comunidad Valenciana, en las que compiten representantes de 41 municipios de la provincia de Alicante y otros 18 de la de Valencia.
María Botella recuerda que en todo este tiempo han recibido importantes apoyos. El falucho lo recibieron a través de una donación que financió una asociación de Xàbia que apoya proyectos relacionados con el cáncer y el Club Náutico de Benidorm no sólo les cede el espacio para mantener el barco, sino también a los tres monitores que apoyan esta actividad de forma desinteresada. Igualmente, a lo largo de este tiempo, también han recibido patrocinios de la Diputación Provincial de Alicante, el Ayuntamiento de Benidorm o Caixabank.
Durante la pasada temporada 2019-2020, consiguieron ser campeonas en cuatro regatas: Alicante, Denia, Valencia y Santa Pola, por lo que ahora, sus objetivos deportivos a corto y medio plazo, son competir a nivel nacional e internacional. Para poder llevar a cabo esta aventura, necesitan los 5.000 euros que han calculado que costaría repintar el falucho y hacer frente a licencias, material deportivo y otros gastos necesarios para poder realizar los desplazamientos, como el alquiler de una furgoneta con remolque para transportar la embarcación.
«Es un sueño para todas nosotras y una pasada: a nivel físico por ver cómo mejora nuestra condición física, pero también a nivel emocional», al poder aparcar mentalmente el cáncer mientras están remando, mantiene Botella.
