Abrieron quince días más tarde que la mayoría de playas de la provincia y han echado de menos durante todo el verano a muchos turistas que este año, debido al covid-19, se han quedado en casa. Pero, así y todo, podría decirse que las playas de Benidorm han cerrado la temporada alta con buena nota. Más de 1,8 millones de personas pasaron por los arenales de Levante, Poniente y el Mal Pas entre el 15 de junio y la jornada de ayer, sin contar con los usuarios que acudieron únicamente a tomar un baño y no hicieron uso de ninguna parcela ni tampoco a los que utilizaron la playa para caminar a primera hora de la mañana. La cifra, probablemente, podría no alcanzar ni a la mitad de los bañistas que se obtuvieron en veranos previos a la pandemia -un dato que no se conoce a ciencia cierta puesto que nunca hasta ahora se había hecho un conteo-, pero para el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, «revelan el poder de atracción de las playas de Benidorm» en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia más reciente.
El primer edil dio a conocer ayer los principales datos sobre el uso de las playas, y manifestó que este «poder de atracción» se debe no sólo a la belleza y buen estado de las mismas, sino también «a que hemos conseguido que todo el mundo haya podido disfrutar de horas de sol de manera segura, sin riesgos y sin tener que decirles 'vuelva usted mañana', como ha ocurrido en otras zonas del litoral». Los datos obtenidos gracias al estricto control de accesos y de aforo llevado a cabo esta temporada para reducir riesgos de contagios por el coronavirus, arrojan que el día pico de máxima ocupación fue el sábado, 15 de agosto, cuando a lo largo de toda la jornada hubo 43.610 usuarios en las tres playas. Igualmente, los puntos de playas accesibles prestaron servicio a 1.830 personas con diversidad funcional -1.649 usuarios con diversidad funcional física; 158, intelectual; y 23, sensorial- «cuando en otras localidades directamente se ha cancelado el servicio o se vio reducido a su más mínima expresión», destacó el regidor popular.
La playa de Levante fue, al igual que otros años, la más demandada por el público. De hecho, fue la única en la que el Ayuntamiento tuvo que implantar un sistema de reserva previa de parcela y turnos de ocupación, por medio de un sistema presencial y a través de la plataforma informática Benidorm Beach Safety. Desde el 17 de julio, cuando comenzó a funcionar este sistema, se han realizado un total de 167.012 reservas de parcelas, 121.757 de ellas de forma online, alcanzándose en este periodo las 299.914 personas usuarias en Levante.
Adelanto de cierre a las 21 horas
El alcalde avanzó ayer que, tras mes y medio en funcionamiento, el Ayuntamiento dejará de exigir la reserva previa de espacio en Levante a partir de este lunes, debido a la previsible reducción de la demanda y la ocupación de las playas, que permitirá que todos los usuarios puedan obtener una parcela sin necesidad de reservarla. Este hecho también representará un importante ahorro para las arcas municipales, dado que de los casi 670.000 euros que inicialmente se iban a gastar por tener la plataforma de reservas activa entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, finalmente el coste ascenderá a «no más de 265.000 euros», al haber sido el tiempo de uso muy inferior, aseguró Pérez.
Igualmente, el primer edil señaló que desde este lunes también se adelantará media hora el cierre de los arenales, de modo que en lugar de a las 21.30, se procederá al desalojo a las 21 horas. Lo que sí se mantendrá en las mimas condiciones que hasta ahora será el control de aforos, de accesos y la parcelación de las playas, cuyo funcionamiento el alcalde calificó de «excelente».
Mujeres y españolas, la mayoría
Sobre el perfil de usuarios, los datos recabados este verano reflejan que el 94% de quienes utilizaron la playa fueron españoles; el 59,45%, mujeres y, en su mayoría, de entre 40 y 59 años (29,38%), seguidos muy de cerca por el grupo de edad de entre 25 y 39 (24,65%).
