Paredes rotas, escaleras y rampas mecánicas, así como ascensores averiados y ahora farolas apagadas. Esa es la primera imagen que se encuentra el visitante que llega a la Estación de Autobuses de Benidorm.
Una trabajadora de esta infraestructura que prefiere mantenerse en el anonimato, señala que por la noche las dársenas del ala oeste «generan una sensación de inseguridad y de abandono» de la instalación, algo que agrava la situación que desde hace mucho tiempo se vive en esa infraestructura. Esta empleada explica que «esto era lo único que faltaba, el área comercial de la estación se cae a cachos y ahora encima nos quedamos a oscuras».
Explica que esto solo lo perciben quienes viajan en los autobuses que salen o que llegan durante la noche, pero hace hincapé en que se acerca el otoño y se reducen las horas de luz, por lo que el problema será mucho más visible. «Ahora mismo hay pocos viajeros y dando esta imagen, tendremos aún menos», explica el conductor de un autobús.
Ruinosa
Pero esa es solo una nueva anomalía en esta ruinosa instalación en la que muchas veces no funcionan las pantallas que informan de la salida y llegada de los autobuses. Las rampas y escaleras mecánicas tampoco suelen estar activas, algo similar ocurre con los ascensores. A los servicios les faltan piezas y según aseguran quienes trabajan en ella, suelen estar sucios. La imagen de abandono no termina ahí, los accesos a muchos locales que están en desuso, fueron tapiados con placas de escayola, dichas placas están rotas, hay personas que a veces se meten a dormir a esos locales y algunos directamente lo hacen en los pasillos; también se pueden ver barandillas oxidadas o cristales rotos y sucios.
El portavoz del Grupo Municipal del PSOE, Rubén Martínez, señalá que es imperativa la adopción de medidas y afirma que «las reparaciones no pueden esperar más» porque esta infraestructura es la puerta de acceso de miles turistas a Benidorm.
Cabe recordar que esta instalación fue adjudicada a una mercantil propiedad del empresario alicantino Enrique Ortiz, una sentencia del Tribunal Supremo anuló dicha adjudicación, sin embargo hasta la fecha no se ha conseguido alcanzar un acuerdo sobre la cantidad que debe pagar el Ayuntamiento de Benidorm a Ortiz por la construcción del inmueble y con eso poder adjudicar a la gestión de la estación a una nueva concesionaria.
Por eso, el portavoz socialista recordaba que hace un año se aprobó en el pleno una moción para que el Ayuntamiento llevase a cabo, de forma subsidiaria, los trabajos de reparación, limpieza, y puesta a punto necesarios en la estación de autobuses para, posteriormente, facturárselos al actual concesionario que explota esta infraestructura municipal. Rubén Martínez hace énfasis en que la ciudad no puede esperar hasta que se alcance un acuerdo con la actual gestora y que se adjudique a una nueva empresa.
