El Gobierno ha abierto la puerta a la cesión del trazado de la N-332 a los municipios por los que discurre, tras la liberalización de la AP-7 y la disminución del tráfico de paso en la carretera que ha traído consigo la gratuidad de la autopista. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha transferido al Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi todo el recorrido de la vía por su término municipal, por lo que a partir de ahora será el Consistorio el que se haga cargo de su mantenimiento. El tramo apenas tiene 2,5 kilómetros de longitud, pero sienta un precedente interesante porque es la primera vez que el Estado traspasa la titularidad de una parte del trazado principal de la N-332.

Las cesiones de carreteras a los municipios suelen llevarse a cabo cuando la vía deja de ser por alguna razón el itinerario principal de un flujo de tráfico, o cuando el entorno se encuentra muy urbanizado. Estas dos circunstancias se dan en el citado tramo de l'Alfàs del Pi, donde la N-332 es prácticamente una avenida que, además, ejerce de barrera física entre la zona costera de l'Albir y la prolongación del casco urbano. Así lo ha señalado también el propio Ministerio de Transportes, que argumenta que la carretera ha perdido el tráfico de paso al ser gratuita la AP-7. La cesión había sido solicitada por el Ayuntamiento de l'Alfàs el pasado mes de mayo, tal y como han recordado a este periódico fuentes municipales. Entonces, el concejal de Urbanismo, Toni Such, defendió que la vía «atraviesa suelo urbano y urbanizable totalmente consolidado de edificaciones e instalaciones», y en las zonas sin edificar «el Ayuntamiento tiene previsto a medio plazo el desarrollo de diversos polígonos terciario comerciales». Además, el edil alegaba que desde que finalizaron en 2015 las obras de la nueva rotonda de acceso al casco urbano -al inicio del tramo que ahora se transfiere- «ninguna actuación ha sido acometida por el Ministerio» en este trazado.

Ahora, al asumir la titularidad del tramo, la N-332 pasa a ser una calle más de l'Alfàs y, por lo tanto, el Ayuntamiento puede urbanizarla como crea oportuno. La novedad de esta cesión es que el tramo pertenece al recorrido principal de la carretera y no a una antigua travesía, como sí había sucedido anteriormente en El Campello, La Vila Joiosa, Benidorm, Ondara y El Verger. Por ello, puede ser un precedente al que quieran acogerse otros municipios por los que discurre la vía y no tienen variante, como es el caso de Altea.

Cesión de la N-332 a L`Alfás del Pi.

El concejal de Infraestructuras de esa localidad, Diego Zaragozí, señala que la travesía de la N-332 «para nosotros es como una calle más, pero en realidad no lo es, y eso impide que podamos intervenir para mejorar los accesos o el tránsito peatonal». Por ello, «nos interesa muchísimo» tener la titularidad de la carretera y poder acometer obras como habilitar una acera entre el casco urbano y l'Olla. A principios de año, explica el edil, plantearon la cesión al Ministerio pero se rechazó, por lo que ahora la transferencia del tramo de l'Alfàs «aparte de una sorpresa, es una gran noticia que nos da un cierto optimismo». Así, se baraja volver a pedir la cesión, aunque sea en las condiciones actuales de la carretera, sin ninguna actuación de mejora previa, tal y como ha ocurrido en l'Alfàs.

Tráfico reducido a casi la mitad con la autopista gratuita

El tramo de la N-332 traspasado al Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi soportaba antes de la liberalización de la autopista el paso de casi 22.000 vehículos diarios, según datos de 2018, los más recientes disponibles. La gratuidad de la AP-7, sin embargo, ha hecho que la circulación se reduzca a casi la mitad en algunos tramos de la carretera, como entre La Vila Joiosa y El Campello, como publicó este periódico hace unas semanas. De ahí que la AP-7 se considere ahora una vía alternativa para el tráfico de larga y media distancia y que el Ministerio haya sido más favorable a transferir la carretera a l’Alfàs; además, esto aleja, por ahora, el fantasma de que la autopista vuelva a ser de pago. A. T.