La escasa actividad hotelera y el cierre de muchos establecimientos por el coronavirus en Benidorm, bien porque la cuarentena en Reino Unido les impidió reabrir sus puertas bien por la falta de turistas al finalizar agosto, ha hecho que en algunos barrios de la ciudad hayan reducido drásticamente la presencia de covid-19 en sus aguas residuales en las últimas semanas. Así se desprende de los datos de monitorización y rastreo del SARS-CoV 2 en la red que realiza en la ciudad Dinapsis, el centro de innovación de Hidraqua, en colaboración con el Ayuntamiento de Benidorm, y que permiten realizar un seguimiento de los datos para poder anticipar la aparición de posibles nuevos brotes.

El Rincón de Loix o la playa de Levante, que abarcan la mayor área de concentración turística de la ciudad, son las zonas donde más visible es este fenómeno, cuyos datos se reproducen en la tabla anexa. En ambas, la presencia del nuevo coronavirus ha pasado de rozar o superar las 10.000 unidades genómicas por cada 500 mililitros de agua residual a presentar entre 1.600 y 1.100 en las últimas muestras de las que dispone el Consistorio, recogidas a mediados de este mes, y en las que se muestra un importante descenso con respecto a los índices inmediatamente anteriores.

Resultados programa City Sentinel. Información

Lo mismo ocurre en otras zonas en las que la presencia del virus alcanzó su pico entre mediados y finales de agosto, como por ejemplo el área denominada «Juzgados», que abarcaría las viviendas de Imalsa y Els Tolls, o el barrio de La Cala, donde la incidencia del virus se ha visto reducida ahora a unas cifras prácticamente testimoniales: 360 y 690 ug/500 ml.

Evolución del coronavirus en Benidorm

Frente a la evolución a la baja en estas zonas, otras áreas con mayor carácter residencial han experimentado justo el fenómeno contrario. Tras alcanzar su registro más alto en la analítica realizada a mediados de agosto, el sector de Poniente había logrado contener los niveles durante las dos semanas posteriores. Hasta que llegó septiembre y las cifras se volvieron a disparar, registrando valores de entre 12.000 y 13.000 ug/500 ml en todo lo que llevamos de mes. El barrio de Foietes-Colonia Madrid es otra de las zonas donde más crece también la presencia del coronavirus en sus aguas residuales, incrementándose hasta los 9.300 ug/500 ml que, a pesar de no ser el valor más elevado de cuantos se tiene constancia –el pico fueron 38.000 ug/500 ml en la muestra del 25-26 de agosto–, sí representa más del doble de incidencia que en la semana inmediatamente anterior.

En líneas generales, a excepción de este último barrio, todas las zonas del mapa de Benidorm registran un importante descenso en cuanto a presencia del covid-19. La más destacada, la registrada en la zona Centro, donde la analítica se disparó hasta los 66.000 ug/500 ml en las muestras tomadas el 8 y 9 de septiembre y una semana después se redujo hasta las 5.700, 11 veces menos.

El concejal del Ciclo Hídrico, José Ramón González de Zárate, explica que este incremento registrado en la zona Centro pudo producirse, según los técnicos, «de forma casual, al coincidir el momento de toma de la muestra con un vertido contaminado, ya que el contranálisis realizado no muestra un valor elevado». Igualmente, los expertos mantienen que podría influir el hecho de que dentro de esta área se ubica una clínica privada de la ciudad, lo que podría alterar los resultados.

González de Zárate también ha trasladado que las conclusiones arrojadas hasta ahora por el programa Sentinel indican que el nivel de contaminación media de la ciudad «ha sido relativamente bajo en comparación con otras ciudades turísticas». De hecho, el rango de concentración no se considera «alto» hasta alcanzar un rango de entre 10.000 y 100.000 ug/500 ml y «muy alto» para el rango comprendido por encima de los 100.000, una cifra que en Benidorm no se ha llegado a alcanzar en toda la temporada alta. Por último, desde el Ayuntamiento apuntan a que, si bien las muestras reflejan que el virus estaría extendido por toda la ciudad, se observa que también se ha iniciado «un descenso en la concentración vírica de las aguas residuales».