Rescates del ERTE a media jornada para acabar haciendo a diario horas extra; despidos en mitad del estado de alarma; retrasos en el cobro de ayudas sociales; fijas discontinuas que no fueron incluidas en los ERTE por sus empresas cuando debían incorporarse; y, en el caso de las más afortunadas, las que han vuelto o aún siguen trabajando, planings para limpiar entre 25 y 27 habitaciones al día, como antes de la pandemia, pese a la falta de turistas que llenen hoteles. Éstas son algunas de las situaciones a las que se enfrentan a diario las camareras de piso que trabajan en hoteles de la provincia de Alicante, agrupadas dentro del colectivo de Las Kellys, y que solo en Benidorm abarcan a unas 4.000 trabajadoras.

Varias decenas de mujeres de este sector se manifestaron ayer ante el Ayuntamiento de Benidorm para denunciar que el covid-19 no ha hecho más que empeorar la precariedad laboral que llevan años sufriendo.

La portavoz de este colectivo en Benidorm, Yolanda García, explicó que el abuso de contrataciones a tiempo parcial durante la época anterior a la crisis sanitaria del coronavirus, ha sumido en la miseria a muchas de las trabajadoras que ahora, en situación de ERTE, apenas perciben un salario que les llega para acabar el mes: «Hay muchos ERTE de contratos a tiempo parcial que, al 70%, se quedan en menos de 500 euros al mes y, si ya pagamos eso de alquiler, ¿de qué vivimos?». A ello, según García, se unen trabajadoras que fueron despedidas de manera improcedente y ni siquiera llegaron a entrar en los ERTE. Todo esto, según explicaron durante su protesta, ha provocado que haya trabajadoras que «han optado por pagar un mes la luz y otro mes no, porque con lo poco que están cobrando, no llegan a todo y les es imposible hacer frente a los pagos más básicos».

García recordó que desde que se levantó el estado de alarma, muchos hoteles continuaron cerrados, por lo que sus trabajadoras no se han vuelto a incorporar al trabajo y, en el caso de los que sí han abierto, no han llamado a todo el personal. «Y ahora, en octubre, apenas van a quedar una decena de hoteles abiertos, así que otra vez estamos la gran mayoría sin trabajo», agregó.

Ante todo ello, las camareras de piso reclaman que los ERTE por fuerza mayor se mantenga el cobro en el 70% «hasta la nueva activación del sector» pero también que las empresas abiertas «respeten los horarios, días libres y derechos laborales, además de no abusar de los ERTE parciales».