Reconocimiento. Las fotografías de este amante de las cámaras llenan libros y paredes. Con su objetivo, Quico ha retratado la metamorfosis de Benidorm a lo largo de los años y cómo aquel pequeño pueblo de mar ha pasado a ser «como Nueva York». El artista acumula homenajes al que hoy se suma el que le ofrece el Ayuntamiento con motivo de la celebración del 9 d’octubre, día de la Comunidad Valenciana. 

Benidorm era solo un pueblo de pescadores cuando Quico tuvo en sus manos su primera cámara. Ese joven veinteañero apenas podía imaginar que, con su objetivo, retrataría la transformación de la ciudad; una metamorfosis que tiene en su retina pero también en miles de fotografías que a lo largo de los años han llenado libros, paredes o periódicos. Ahora, más de 60 años después de que los retratos llegaran a su vida, aún se le puede ver cámara en mano por los rincones de Benidorm. Ese joven es Francisco Pérez Bayona, a quien todo el mundo conoce como ‘Quico, el fotógrafo’ y quien hoy recibe la Distinción Cultural Ciutat de Benidorm 2020 de manos del Ayuntamiento en el pleno con motivo del día de la Comunidad Valenciana.

Su foto de la actriz francesa Pascale Petit en bikini. Francisco Pérez Bayona

«Estoy muy contento, doy gracias a todos por este reconocimiento», indicó ayer Quico a este diario al preguntarle cómo se sentía un día antes de ese acto. La decisión de darle dicho reconocimiento nació de la Junta de Portavoces y las razones han sido por su contribución a «mantener viva la historia» de la ciudad, dando «testimonio gráfico» desde hace más de 50 años de la vida de Benidorm en todos sus aspectos». Pero también por su «sensibilidad y capacidad plástica, su fuerza vital, altruismo y bonhomía».

Parte de la obra de Quico está recogida en siete exposiciones y un libro recopilatorio que tienen a Benidorm y sus gentes como protagonistas. Pero también en miles de casas o medios de comunicación en los que lo que recogía su objetivo acabaron llenando espacios. Y algunos muy importantes. Pero este artista tiene uno preferido y que ha quedado en la retina de muchos: la fotografía que hizo en bikini a la actriz francesa Pascale Petit en 1965, cuando ver a una mujer con ese tipo de prenda escandalizaba a la sociedad. Por sus ojos a través del objetivo también pasó Carmen Polo, mujer de Franco, en sus viajes como invitada de Pedro Zaragoza, el que fuera alcalde de la ciudad y la lanzara como capital turística.

«Hace 60 años que hago fotos de Benidorm, de cuando decían que era un pueblo de pescadores en un desierto y ahora es como Nueva York», afirmó Francisco Pérez Bayona. Así recuerda cómo fue concejal de su ciudad durante 7 años, de 1963 a 1977, y que «promocioné el municipio por toda Europa en los viajes que hacía». 

Quico sobre una furgoneta a finales de los años 60. Francisco Pérez Bayona

Las casualidades de la vida lo llevaron a nacer en Barcelona en 1933. Su padre, Jaime, era marino mercante, embarcado en el vapor Magallanes de la Compañía Trasatlántica Española. Cuando su padre se jubiló tras morir su madre le convenció para volver a Benidorm. Y así fue. En el año 56, el fotógrafo fijó su residencia en el municipio y ahí empezó a hacer sus primeras fotos a una ciudad que estaría viviendo los primeros años de crecimiento y la llegada de los primeros turistas.

Cómo aquel pequeño pueblo de pescadores que era Benidorm se ha convertido en la gran urbe que es ahora. FRANCISCO PÉREZ BAYONA

Para muchos, Quico es uno de los personajes de la historia de Benidorm. De ahí sus reconocimientos y que sus fotos hayan llenado más de una exposición sobre la historia del pueblo que se convirtió en capital turística. Francisco Pérez Bayona recibirá hoy la Distinción Cultural de la Ciudad y sumará así una nueva fotografía a las miles de su carrera profesional y personal.

Cómo el turismo llegó a cambiarlo todo en Benidorm. DAVID REVENGA

La metamorfosis de Benidorm | El fotógrafo ha retratado la evolución de la ciudad

Repasar las fotografías de Francisco Pérez Bayona, Quico, es hacerlo por la historia de Benidorm. Cómo aquel pequeño pueblo de pescadores se ha convertido en la gran urbe que es ahora y cómo el turismo llegó a cambiarlo todo. La metamorfosis del municipio ha sido muy grande. Mirar una foto de Quico del inicio de su trabajo es a veces no reconocer algunos de los sitios que retrata. Sin embargo, algunas son icónicas y, si se hace una del mismo lugar en la actualidad, se puede ver la evolución urbanística y turística de la ciudad. Es el caso del final de la playa de Levante, en la playa del Torrejó, con la playa.